En el día tras día (25) (“Moditos”, “domando” y “malinterpretando”)

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La importancia de tener un acuerdo nacional que nos organice en lo económico podría ser la oportunidad de crear un gran frente nacional para enfrentar en lo que estamos y lo que se nos viene.

Muchos de los malos entendidos de estos días tienen que ver con la falta de acuerdos que permitan no sólo tener códigos comunes, sino sobre todo acuerdos para enfrentar la crisis que es de todos.

Está claro que el Presidente no quiere por ningún motivo repetir errores del pasado y también que se le vea como parte de ese pasado al que tanto fustiga. Se ha propuesto una serie de objetivos y metas, los cuales no quiere replantearse por ningún motivo.

El sector privado dio un paso importante. Buscó la manera de enfrentar el problema económico por sus propios medios y métodos. La razón, lo dicen en voz baja, es que al Presidente no le gustan los caminos que están proponiendo; de alguna u otra forma es algo que se veía venir.

El Consejo Mexicano de Negocios y el BID Invest lanzaron un programa de créditos hasta por 12 mil millones de dólares para 30 mil micro, pequeñas y medianas empresas, proyecto que todo indica fue avalado por Hacienda y Economía.

Al Presidente no le gustó “el modito” con el que se hicieron las cosas. Más allá de ello, es muy probable que lo que tampoco le haya gustado es el hecho de que se haya dado un paso sin consultarle. El sector privado no ha encontrado la manera de entenderse con el Presidente, se han reunido, pero los resultados no se ven.

No es gratuito que el Presidente le tome distancia al sector privado. Muchos empresarios han jugado un papel oprobioso y ventajoso ligados a gobiernos que se han visto beneficiados por esta relación, lo cual, en buena medida, nos tiene donde estamos.

El desigual desarrollo económico y social del país se fue creando bajo esta fórmula en que los ricos eran cada vez más ricos y menos, en tanto que los pobres eran cada vez más pobres y más.

El Presidente está ante una gran disyuntiva, porque los grandes problemas económicos solamente se van a resolver si se llega a grandes acuerdos nacionales. Es entendible que no quiera pactar con el sector al cual le ha tomado una histórica distancia; sin embargo, ha llegado el momento en que no tiene muchas opciones y todo lo que haga dependerá de las bases con las que eventualmente pueda llegarse a acuerdos.

Los caminos se están cerrando y por más optimista que sea López Obrador debe saber el enorme problema en el que estamos y vamos a estar. El optimismo lo llevó a asegurar que “estamos domando” a la pandemia, lo cual resulta cuestionable porque no se alcanzan a apreciar signos de ello, más bien su equipo nos repite una y otra vez sobre los grandes problemas que están por venir.

Todo indica que al Presidente no le va a quedar de otra que acordar con quien no quiere acordar, puede terminar siendo al final, incluso, un acto de sobrevivencia. Sin que pierda su eje toral, “primero los pobres”, va a tener que levantar la vista e inevitablemente entenderse con un sector que merece una infinidad de cuestionamientos, pero que puede ser el que le permita abrir otros espacios para el beneficio colectivo.

Está claro que el país que hoy somos es distinto del que tomó López Obrador en diciembre del 2018 como también va a ser diferente cuando salgamos de la crisis de salud.

Necesitamos soluciones creativas y sobre todo cargadas de solidaridad. El Presidente va a tener que hacer cosas que no quiere. La clave será cómo lo debe hacer, está en el momento de ello porque más adelante podría perder su capacidad de maniobra.

A querer o no, tiene que entenderse con el sector privado sin pasar por alto algo fundamental: tiene la sartén por el mango.

  RESQUICIOS.

Lo que más inquieta de la confusión sobre la feria de cifras sobre el coronavirus es que no queda claro de qué tamaño es el problema, así no hay manera de saber que se esté domando al Covid-19.


Este artículo fue publicado en La Razón el 28 de abril de 2020, agradecemos a Javier Solórzano su autorización para publicarlo en nuestra página.

Autor

  • Javier Solórzano

    Javier Solórzano es uno de los periodistas mexicanos más reconocidos del país, desde hace más de 25 años. Licenciado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México, cursó estudios en la Universidad Iberoamericana y, hasta la década de los años 80, fue profesor de Comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana.

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