Desde la primera página de su nuevo libro (¡En sus marcas! México hacia 2024, Grijalbo), Luis Rubio plantea con precisa concisión el dilema: “La elección presidencial de 2024 va a definir el futuro: ahí se juega la oportunidad de construir un nuevo país, eso que se intentó en las décadas pasadas, pero que resultó incompleto, o perseverar en la destrucción gradual que ha caracterizado al gobierno actual”.
No se trata sólo de detener los golpes destructivos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, sino de encontrar un mejor camino hacia el futuro. Es decir, el electorado no quiere regresar al pasado. El pasado decepcionante fue el que abrió la puerta al triunfo por mayoría absoluta de López Obrador, quien, paradójicamente, quiere regresar a un pasado imposible.
El doctor Rubio observa que López Obrador ha gobernado como si fuera Luis XIV de Francia: “Después de mí, el diluvio”. Y el diluvio vendrá. Lo que resulta crucial, entonces, es cómo se va a enfrentar. Las opciones son seguir estirando la liga sin atender las causas del desasosiego o introducir las reformas que tiendan a un país en crecimiento, con movilidad social y en paz.
No se necesita el don de Casandra para saber que, como apunta Luis Rubio, no hay más que dos escenarios para el fin del gobierno actual: mal y muy mal. Los resultados no podrían ser sino desastrosos porque la conducción del país no partió de un diagnóstico profundo de las condiciones en que se encontraba México al inicio de este sexenio, sino de dogmas. Todas las medidas de López Obrador se basaron en su visión dogmática e ideológica, y el mundo fáctico no suele compadecerse de las ideologías, a las que Marx caracterizó como falsas visiones de la realidad.
López Obrador ofreció abatir la pobreza, la corrupción, la desigualdad y la falta de crecimiento. No sólo ha fracasado en reducir esos males ancestrales, sino que éstos han crecido. Su legado será desastroso: “La falta de oportunidades, comenzando por la igualdad de oportunidades que es la esencia de una sociedad liberal; la terrible inseguridad que afecta a toda la población y la ausencia de certeza respecto al futuro, no solamente en el sentido de claridad de expectativas, sino también en términos del sustento legal y político-institucional”.
López Obrador eliminó toda la capacidad técnica con que contaba el gobierno, propició la fuga de cerebros, canceló proyectos de investigación y becas a alumnos que estudiaban en el extranjero y persiguió penalmente, con acusaciones grotescas, a científicos. Distrajo dineros gubernamentales hacia proyectos que no son rentables, sino que implican pérdidas sistemáticas. Eliminó proyectos que significaban progreso indudable, como el Nuevo Aeropuerto Internacional de México y la planta cervecera de Constellation Brands en Mexicali. Y destruyó toda fuente de institucionalidad, la que genera confianza en la población, evita extremismos y genera oportunidades de desarrollo económico. López Obrador demolió los cimientos de la parte exitosa del país.
El doctor Rubio advierte que tal vez no hay mal mayor, ni más despreciado por la sociedad, que la corrupción, hermana gemela de la impunidad. La impunidad no es sólo la infracción no sancionada a la ley: se extiende a la violación de las reglas del juego de la sociedad o de las decisiones de las instancias responsables de la justicia como los tribunales y las autoridades electorales, y al uso de facultades de manera arbitraria. La falta de transparencia en las decisiones gubernamentales favorece la corrupción y la impunidad.
Los servicios públicos elementales —salud, educación, pensiones y seguridad— no satisfacen mínimamente las necesidades de los habitantes, que aspiran a mejores condiciones de vida y mejores oportunidades para sus hijos. La clave para el futuro yace en lo que el México exitoso demuestra: es posible cambiar, construir algo distinto. Habría que empezar por reconocer que el futuro es digital y que la gran apuesta debe ser la educación de calidad.
Espero que estas líneas —apenas un esbozo de algunos planteamientos de la obra— inviten a leer el libro, en el que, con el rigor y la lucidez que lo caracterizan, Luis Rubio examina los problemas que enfrenta México y delinea las vías posibles para su desarrollo a largo plazo.
Este artículo fue publicado en Excélsior el 04 de mayo de 2023. Agradecemos a Luis de la Barreda Solórzano su autorización para publicarlo en nuestra página.