Sin duda, el nuevo etiquetado frontal en los alimentos procesados es un avance. Por fin el etiquetado se entenderá para el consumidor y, además, traerá octágonos que advierten si el alimento es alto en grasas, azúcares, sodio, calorías. Uno de los retos del nuevo etiquetado será tratar de cambiar la composición de algunos alimentos procesados, producirlos sin cantidades exageradas de azúcares, grasas o calorías, es decir, reformular los alimentos. Sin embargo, aquí es donde la industria tiene dudas válidas.
La primera duda es que no toda la responsabilidad para combatir la obesidad y la diabetes en México puede resolverse a través de un etiquetado.
El etiquetado sirve como una guía importante para consumir, pero si no lo acompañamos de políticas públicas, como una mejor educación para saber cómo alimentarse, o la posibilidad de hacer ejercicio, estará totalmente trunco.
De qué sirve que un niño no vaya a comer un alimento procesado, si por el otro lado se voltea y puede comer una fritanga, de la cual nadie le advierte, o un agua de frutas endulzada con cucharadas de azúcar.
ESTÍMULO PARA REFORMULAR, EL RETO
Alrededor de 60% de los alimentos en México no son procesados. El problema de la obesidad y diabetes no se resolverá sin contar con una política de educación alimenticia integral y de práctica del deporte para la población.
La reformulación de alimentos es uno de los retos claros del nuevo etiquetado.
Pero ahí el nuevo etiquetado quizá tenga límites. Expliquémonos: Si un alimento es alto en azúcares y, por más que las baje, sigue con etiquetado de advertencia, ¿cuál sería el incentivo para tratar de reducir ese nivel de azúcar si de todas maneras el etiquetado lo seguiría castigando? Por eso, las porciones consumidas serán clave: No será lo mismo consumir 100 gramos que medio kilo.
El etiquetado frontal es un avance para que lo entienda el consumidor, pero no lo es todo. Ahora que se discute la NOM 051 que dará vida al nuevo etiquetado, esperemos que se tomen en cuenta todas estas inquietudes.
EMPUJÓN LEGISLATIVO AL T-MEC
En la 54 reunión interparlamentaria, los legisladores estadunidenses sí terminaron apoyando la aprobación del T-MEC. En San Diego California, los legisladores de EU se reunieron con los mexicanos, y por fin hubo entendimiento, sobre todo en aprobar el nuevo acuerdo comercial que empieza a vivir sus momentos cruciales para ser aprobado en Washington.
Por parte de Mario Delgado, diputado morenista que encabezó la delegación mexicana, quedó en claro que el nuevo Tratado México-EU-Canadá, funcionará para las tres economías, en particular para fomentar la inversión, comercio y empleo por el bienestar de la región.
Claro que en los legisladores estadunidenses hay ciertos matices. Mientras los republicanos están más proclives a aprobar el T-MEC negociado por la administración republicana de Trump, por el otro lado los demócratas, si bien apoyan el nuevo acuerdo comercial, sí quieren tener la certeza de que México no será un trampolín de bajos costos de mano de obra.
Este artículo fue publicado en Excélsior el 28 de octubre de 2019, agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.