El pavor al caos a 145 kilómetros de La Florida volvió a provocar que Washington reflote una vez más al castrismo, y abrió un corredor para que los exiliados de Miami lleven comida a la isla y palien la hambruna.
La Casa Blanca mantiene hacia Cuba la política de Estado de “espera paciente”, planteada el 28 de abril de 1823 por el entonces secretario de Estado (luego presidente) John Quincy Adams.
La potencia tiene tiempo. Y quiere una entrada ordenada de Cuba al mundo libre. En eso consiste, hoy día, la doctrina del “determinismo geográfico” o “fruta madura” de Adams:
“Hay leyes de gravitación política como hay de gravitación física y así como una fruta separada de su árbol por la fuerza del viento no puede, aunque quiera, dejar de caer en el suelo, así Cuba, incapaz de sostenerse por sí sola, tiene que gravitar necesariamente hacia Estados Unidos”.
De ahí que, aun con la retórica de enfrentamiento de los últimos 62 años, pocos gobiernos se hayan entendido tanto como La Habana y Washington, con resultados políticos y diplomáticos difíciles de lucir incluso por aliados de Estados Unidos en América Latina.
Negociaciones que nunca incluyeron, por parte de Estados Unidos, la exigencia de elecciones libres en Cuba (salvo Bush padre, a raíz de la caída del Muro de Berlín; y Trump), ni, por parte de Cuba, del fin del embargo económico, pues jamás le causó daño real.
Veamos, presidente por presidente, desde el triunfo de la revolución comunista:
1.- Kennedy: Abandono de los exiliados invasores de Bahía de Cochinos, a merced del Ejército cubano. Intercambio de los combatientes capturados por comida.
2.- Johnson: Salidas ordenadas de migrantes cubanos a Estados Unidos, para evitar desestabilización en las costas de ambos países.
3.- Nixon: Acuerdos exitosos para impedir y castigar la piratería aérea.
4.- Carter: Apertura de embajadas, con el nombre de Oficinas de Intereses. Acuerdos de pesca y limitación marítima. Permiso a los exiliados para llevar dólares y ropa a familiares en Cuba.
5.- Reagan: Más acuerdos de migración legal y devolución a Cuba de asesinos y enfermos mentales que había mandado Fidel Castro durante el éxodo de Mariel. Armisticio para retirar tropas cubanas de África por la liberación de Mandela e independencia de Namibia.
6.- Clinton: Acuerdos para aceitar más la migración legal e impedir la ilegal; cooperación entre guardacostas para combatir el narcotráfico.
7.- Bush hijo: Exportación de alimentos, papel periódico, postes de la luz y otros productos, y modus vivendi para uso de la Base Naval de Guantánamo como cárcel para terroristas.
8.- Obama: Restablecimiento de relaciones diplomáticas y flexibilidad casi absoluta del embargo.
Y Biden empieza a aflojar las sanciones que dejó Trump.
Washington vuelve al rescate.