lunes 08 julio 2024

Cuando los farsantes de la 4T exigían conocer el estado de salud del presidente

por Angélica Recillas

Durante su mandato, Enrique Peña Nieto presentó algunos problemas de salud; en julio de  2013 fue operado de un nódulo en la tiroides y en 2015 fue intervenido de la vesícula biliar. 

En aquellos años se esparcieron versiones, sin confirmar, de que Peña Nieto estaba gravemente enfermo. El entonces dirigente de Morena, Andrés Manuel López Obrador público el siguiente tuit el 5 de junio de 2014: “Existe el rumor de que EPN está enfermo. Ni lo creo, ni lo deseo. Pero es una buena salida para su renuncia por su evidente discapacidad”. 

Cuatro días después en el portal Sin Embargo, Sanjuana Martínez publicó un artículo donde aseguraba que Peña Nieto padecía una enfermedad grave y la misma versión la difundió en una videocolumna para el mismo medio el 25 de julio del mismo año. 

El periodista Rafael Loret de Mola publicó un video el 25 de junio de 2015 donde aseveraba que Enrique Peña Nieto padecía cáncer terminal y  por lo tanto, estaba incapacitado para seguir ejerciendo su cargo como Presidente de México. 

Rumores y exigencias 

Ante esa ola de rumores sobre la salud de Peña Nieto, medios y periodistas afines a Andrés Manuel López Obrador dieron por ciertas de manera tácita o explícita las versiones difundidas y exigían el estado de salud del Ejecutivo, por una cuestión de transparencia para que se cumpliera con el derecho a saber de los ciudadanos. 

El 26 de junio de 2015, Jenaro Villamil, entonces reportero de Proceso,  escribió en su cuenta de Twitter: “Primero nódulo en la tiroides. Ahora vesícula biliar. ¿Tiene problemas de cáncer EPN? El país tiene derecho a saber”

A su vez, Álvaro Delgado, también reportero de Proceso, publicó en la misma red social el 28 de junio: “Ante la operación de Peña, la sociedad tiene derecho a saber y el gobierno de informar. ¿El Presidente tiene o no cáncer terminal?”

Un día después, escribió para Proceso un artículo donde defendía el derecho a saber de los mexicanos sobre el estado de salud del presidente, en cuyos párrafos principales señaló: 

“Una vez más, ante la segunda intervención quirúrgica de Peña en su sexenio, los mexicanos tenemos derecho a saber si padece una enfermedad y si ésta lo incapacita para ejercer el gobierno, porque los mexicanos también tenemos el derecho a tener gobernantes sanos y aptos. A su vez, el gobierno tiene el deber de informar, por salud pública, si Peña Nieto está en condiciones de ejercer el cargo. Y la exigencia debe hacerse no solo a este presidente, sino al próximo y a los que sigan”. 

Jorge Gómez Naredo escribió el 17 de agosto de 2015 un artículo en el portal Polemón, donde cuestionaba que el entonces presidente Enrique Peña Nieto apareciera “todo demacrado”, participando en la carrera  Molino del Rey. En sus párrafos centrales dijo: 

“Las imágenes son claras: Enrique Peña Nieto flaco, demacrado, con las piernas bien delgadas y los brazos bien delgados y con el cuello bien delgado. Con las ojeras enormes y el rostro como con pellejo caído, con los ojos hundidos, bien hundidos. 

Ahora bien ¿Qué mensaje querían enviar desde la presidencia de la República con las imágenes del priista en demasía demacradlo y el inusual despliegue de información mostrado? Acaso era decir ¿nada de que el presidente está enfermo, véanlo, corriendo un montón de kilómetros, bien atlético?…

¿Acaso son tan estúpidos en la Presidencia de la República como para pensar que mostrándolo corriendo 10 kilómetros se borrarían de un tajo los rumores sobre un cáncer terminal que lo aqueja?”

Julio Hernández López, columnista de La Jornada, señaló lo siguiente en su columna Astillero del 29 de junio de 2015: 

“El estado de salud de Enrique Peña Nieto es un asunto de indudable interés público. A nadie debería ofender ni incomodar que los ciudadanos se interesen, incluso en términos inquisitivos, en los sucesos médicos que rodean al personaje que más allá de filias y fobias partidistas e ideológicas, ejerce en la práctica la conducción del Estado y el gobierno federal de México”

El 7 de enero de 2017, el mismo periodista tuiteó: “Ya es disfuncional EPN para el sistema. Sus problemas de salud deberían ser la excusa. Osorio Chong relevaría. Con grupo Videgaray para 2018”

El portal Revolución 3.0, propiedad de Epigmenio Ibarra, difundió el 27 de junio de 2015 el video de Rafael Loret de Mola, con el siguiente encabezado: “¡Váyase, señor! Usted está enfermo de gravedad y así no puede gobernar: Rafael Loret de Mola”.

De los periodistas serviles a López Obrador, el único que se salió del guion en aquel entonces, fue Federico Arreola, pues es bien sabido que a la par de su devoción habitual por el tabasqueño, mostró simpatía por Peña Nieto y buscaba quedar bien con él. De hecho, publicó un par de tuits sobre la salud del mexiquense: 

“Tras darlo de alta Peña Nieto asegura sentirse muy bien”, escribió el 28 de junio de 2015. En un segundo mensaje agregó: “Sale EPN del hospital por su propio pie”.

Los virajes

En el sexenio de Andrés Manuel López Obrador en varios momentos se puesto de nueva cuenta sobre la mesa el derecho a saber de los mexicanos sobre el estado de salud del presidente, sobre todo en las tres ocasiones en que se ha informado que el mandatario se ha contagiado de Covid-19. 

Pero, casualmente, estos personajes que han hecho valer tal exigencia no son los mismos del sexenio anterior. En un viraje a la postura que mantuvieron anteriormente, ahora los informadores afines al régimen nos exigen creer en la retórica oficial y descalifican e incluso insultan a sus colegas que, ayer y hoy, sostienen la postura de que la salud de un mandatario debe ser del conocimiento público. 

Jenaro Villamil se ha dedicado a replicar las diferentes versiones oficiales que se han difundido sobre la salud del presidente. Respecto al más reciente episodio que ocurrió a partir de este fin de semana, así desacredita a quienes demandan conocer la verdad sobre la enfermedad del López Obrador: 

“Los mismos que piden un “video” del presidente López Obrador como si fuera una “prueba de vida” son los mismos medios y periodistas que exigen el fin de las conferencias matutinas. ¿Quién los entiende? Tienen una especie de obsesión peligrosa con el presidente. Prefieren esparcir rumores, y al mismo tiempo, quejarse por las mañaneras” tuiteó este 25 de abril

Villamil miente deliberadamente e intenta confundir al mezclar situaciones distintas para desviar la atención del tema central: transparencia sobre la salud de López Obrador, tal y como la exigía con Peña Nieto.

El 27 enero de 2021, luego de que AMLO se contagiara por segunda vez de Covid 19, Álvaro Delgado, recordó su artículo de 2015 con el siguiente mensaje: “Peña y su salud: El derecho a saber”, artículo que publiqué en proceso en junio de 2015 y que ratifico totalmente ante la enfermedad del presidente López Obrador”. Sin embargo, su tibia exigencia quedó hasta ahí. Y en esta ocasión solamente ha hecho eco de las versiones oficiales y de las descalificaciones a quienes siguen haciendo valer ese derecho. 

Julio Hernández López, ha escrito varios tuits donde califica como “zopilotes” a quienes exigen conocer la realidad sobre la salud del presidente. Uno de ellos, fechado el 24 de abril dice: Videocharla astillada: ¡Zopilotes desatados! Vuelo coordinado para difundir versiones extremas sobre problemas de salud del presidente López Obrador”. 

Pero no para ahí, en su columna Astillero, para desacreditar la versión del Diario de Yucatán, medio que sostiene que el presidente tuvo un desvanecimiento, vincula a este medio con Felipe Calderón e implícitamente lo responsabiliza de la difusión de un bulo sobre la salud del mandatario.  Tal cual. 

Jorge Gómez Naredo, es otro difusor de versiones oficiales en las que, según él, hay que tener fe ciega: “AMLO está bien. Todos sus análisis médicos han salido bien. Sus estudios están bien. Pero la derecha y sus voceros llevan dos días mintiendo y difundiendo absurdos. Cuando regrese AMLO les va a poner una exhibida súper brutal, más fuerte que la que ellos mismos ya se pusieron”, tuiteó el 24 de abril. 

Aquí cabe preguntar, si Gómez Naredo tuvo acceso a los análisis del presidente, como quiere hacer parecer, por qué no los comparte con la opinión pública

Tanto Federico Arreola como Epigmenio Ibarra también han hecho eco de todas las versiones oficiales y de paso, reiteraron su lealtad al presidente con la consabida frase “Es un honor estar con Obrador”

Así, los farsantes de la 4T, que en el sexenio de Peña Nieto exigían transparencia sobre el estado de salud de Peña Nieto y daban crédito a todos los rumores que al respecto se difundían, hoy se olvidan de esa demanda y no solo eso: fustigan a los medios y periodistas que, sin importar quien ocupe la presidencia, sostienen que la salud del titular del Poder Ejecutivo Federal es un asunto de interés público. 

También te puede interesar