Cuando se habla de desarrollo, normalmente nos enfocamos en temas económicos, que sin duda son fundamentales para la estabilidad personal y familiar, lo que permitirá la posibilidad de contar con una ocupación y un ingreso para cubrir las necesidades por lo menos las esenciales, pero es de suma importancia en la actualidad hablar de otros aspectos del desarrollo, como son el sostenible o sustentable y el social.
Para generar gobernanza, se deben de incorporar los desafíos globales, como son: la pobreza, la desigualdad, el cuidado ambiental, la prosperidad, la seguridad, la construcción de paz, el acceso a la justicia, así como la creación de alianzas estratégicas entre gobierno, sociedad civil, el sector académico y empresarial, entre otros. Por su parte, el desarrollo social se caracteriza por el pleno goce de los derechos económicos, sociales, culturales, ambientales, así como el acceso a la educación, a una vivienda digna, el derecho pleno a la salud, por mencionar algunos. Para lo cual, la mayor responsabilidad de su consecución estará bajo la tutela de las instituciones de gobierno, sin excluir, por supuesto, la participación comunitaria.
En este sentido es importante observar qué hacen los gobiernos locales para mejorar la calidad de vida de las y los mexicanos, para el constante mejoramiento de su entorno urbano, servicios públicos de calidad, seguridad, prevención del delito. Todos estos y muchos más, son elementos esenciales para la estabilidad social y una sana convivencia. Ya que está ampliamente comprobado que una sociedad estable es aquella que cuenta con un gobierno que apropia dentro de su agenda las problemáticas que le expresan las y los ciudadanos, ya que ellos son quienes conocen a profundidad las deficiencias en sus colonias, pueblos, barrios y comunidades, lo que garantiza un gobierno que sabe escuchar y cercano a la gente, al mismo tiempo ejercer de manera adecuada el presupuesto público, evitar que las dispersiones sean ineficientes, concretar políticas públicas, así como hacer llegar los programas sociales a la gente que realmente los necesita.
El desarrollo urbano, integra las obras de gobierno como el transporte público, la movilidad, saneamiento o rehabilitación de la infraestructura, como el caso de la red de agua potable, la realización de obras de desazolve, la atención de servicio básicos como pavimentación, poda de árboles, bacheo, recuperación de espacios públicos, pinta de guarniciones, reparación de alumbrado público, etc, que a veces muchas de estas acciones no se ven y para algunos gobiernos parecieran impopulares, pero que son cruciales para gozar de un pleno derecho a la ciudad.
En la Ciudad de México, tenemos el ejemplo de una correcta administración pública, y un extraordinario gobierno, como el que encabeza el Titular Santiago Taboada Cortina Alcalde en Benito Juárez, quien ha implementado planeación, gobernanza, transparencia y rendición de cuentas. Hechos como los anteriores, hicieron que las y los ciudadanos refrendaran su confianza siendo reelecto para un segundo período de gobierno. El Alcalde es muestra clara de un funcionario público responsable, que escucha, y se entrega plenamente a sus responsabilidades como gobernante.
Deseo destacar de su administración resultados que me hacen mantener esta opinión, como el de su eficaz inversión pública, debido a que esta Alcaldía está evaluada en los primeros lugares con mejor calidad de vida, ya que cuenta con edificios públicos dignos para atender trámites y demandas ciudadanas, calles seguras con pavimentación de último nivel y su mantenimiento necesario mediante el bacheo correspondiente, espacios deportivos, parques recreativos, centros de desarrollo social y cultural.
Lo anterior se logra con políticas públicas de alto nivel de planeación y la gestión de los recursos, que año con año le otorga la Ciudad de México a través del Congreso Local, mismos que de 2018 a 2022, se dio una inversión que ascendió a un importe aproximado de 1000 mdp. y se tiene programado para 2023 un importe de 196.98 mdp.
Pero también quisiera resaltar que gracias a la recaudación directa de mecanismos establecidos a través de los denominados centros generadores, los cuales son los cinco centros deportivos integrales, en los cuales se cuenta con el mejor equipamiento para diversas disciplinas, el apoyo directo a los grandes atletas amateur y especializados, para impulsarlos a continuar con su crecimiento, aunado al hecho de que se ha logrado otorgarles estímulos económicos que sin duda son un gran incentivo para ellos y ellas y que de manera indirecta esto atiende una de las problemáticas de salud más importantes entre las y los jóvenes, como las adicciones.
Santiago Taboada es el Alcalde que más recauda, aun siendo la demarcación que cuenta con menos centros e infraestructura en toda la Ciudad de México. Es esencial analizar los siguientes datos: La alcaldía ha logrado llegar a una cifra récord a lo largo del año 2022, ya que logró recaudar 100.28 mdp. Desde el inicio de la gestión se observa un incremento del 57% en términos de ingresos considerando el año completo de 2019 vs 2022.
En materia de desarrollo social, es altamente plausible que fue el primer Alcalde en manifestarse que con su propio presupuesto público mantendría las estancias infantiles, derivado a la cancelación por parte del Gobierno Federal y del Gobierno de la Ciudad de México. Con ello sigue beneficiando a las madres trabajadoras, jefas de familia, generando fuentes de trabajo, con lo que no solo se favorece la economía familiar, sino que también se garantiza la seguridad y el cuidado de cada uno de las niñas y los niños. Invirtiendo en el trascurso de los ejercicios 2019 a 2022 un importe total de 7.79 mdp, beneficiando a un total de 2,956 infantes, mientras que para 2023 se ha programado un importe de 5.5 mdp.
Finalmente, uno de los rubros más importantes para toda la Ciudad y el País, para las y los mexicanos es la seguridad pública. Benito Juárez fue la primera en implementar la Estrategia Blindar BJ, impactando en ejes rectores como prevención, proximidad, inteligencia y fuerza. Esto ha consistido en la inversión en vehículos de proximidad, equipos detectores de placas, cámaras de seguridad, servicio de vigilancia, monitoreo mediante el C2 y la dignificación de los elementos policiales. Lo que significa que las colonias sean referentes de paz y tranquilidad social. Esta política pública de seguridad, ya incluso ha sido replicada por otros alcaldes.
En números se han invertido en el trascurso de la administración de 2018 a 2022, un importe total de 665.76 mdp, mientras que para 2023, se tiene programado destinar 173.51 mdp.
Mientras tanto en la Ciudad de México tenemos una mujer en funciones de Regente, que recibe instrucciones desde Palacio Nacional, que se ausenta de sus funciones, como en el último accidente del metro, en donde se encontraba en el Estado de Michoacán.
Completamente insensible y alarmante, que la Jefa de Gobierno ante el incremento de casos de feminicidios, cuente con una Fiscal que trabaja para perseguir opositores y es omisa en las indagatorias para llevar a los responsables ante los juzgadores. Y esto se debe a la falta de autonomía de esta institución frente al gobierno. No a la justicia selectiva, sí a la justicia restaurativa y de piso parejo, es un derecho constitucional.
Las omisiones de la actual Jefa de Gobierno, han mostrado la incapacidad de sus Secretarías, quienes no han podido garantizar la gobernabilidad en la Ciudad más importante de este País.
El futurismo político conducido desde la más alta Tribuna de la Nación ha llevado a nuestra gobernante, a abandonar sus tareas y sin ningún rubor se dedique a estar en campaña, mientras los problemas de la Ciudad se agudizan.
Ya no solo hablamos del manejo criminal de la pandemia, o de la ausencia de apoyos efectivos a las pequeñas y medianas empresas que dan empleo, tampoco de la falta de mantenimiento de una arteria fundamental de la Ciudad, el metro, que en toda su historia no había sufrido los problemas que hoy tiene, sino que además se tradujo en la muerte de 26 personas, en el aquel trágico accidente de la caída de la Línea 12, del que han transcurrido ya casi dos años.
No se puede tapar el sol con un dedo. El gobierno actual de la Ciudad de México tiene las manos manchadas de sangre y tal vez la prueba más contundente de la dependencia con relación al Presidente de la República, es que este haya asumido la conducción de la negociación y rehabilitación de la Línea 12 haciendo a un lado a la Jefa de Gobierno, situación que un gobierno verdaderamente autónomo no hubiera por ningún motivo aceptado.
Se requiere de una visión de ciudad que ponga en el centro a las personas, cuya política pública tenga un enfoque de derechos. Una ciudad recuperada para que podamos caminarla con seguridad, sobre todo las mujeres, las niñas y los niños, en donde se invierta muchísimo más en transporte público porque el modelo en el que importa el automóvil está rebasado. Una ciudad con suficientes ciclovías para contaminar menos y que nadie muera atropellado.
En la que las y los jóvenes puedan vivir en paz y sin temor a ser criminalizados. Queremos una ciudad en la que la perspectiva de género sea transversal, en la que podamos ejercer plenamente nuestro derecho a vivir una vida libre de violencia.
En la que la recuperación del espacio público sea una prioridad, en la que sus banquetas sean anchas para que seamos los peatones los privilegiados. Una ciudad en la que se invierta para el largo plazo. Que ponga en el centro los problemas medioambientales porque son las urbes las que producen el 70% de la contaminación.
Una Ciudad en la que se atienda el problema del agua, cuya red no ha sido rehabilitada en estos últimos años, porque para para este gobierno su pensamiento es que este mantenimiento tan importante no se ve, y por ende no se traduce en votos, aunque a la larga signifique el colapso.
La Ciudad de México necesita de personas que sean funcionarias públicas responsables, dedicadas y comprometidas. Los gobernantes deben estar atentos de las necesidades de su ciudad y garantizar la estabilidad de las instituciones y de los servicios, ya que la ciudad no puede estar sometida a ningún color partidista.
Los gobernantes se deben a la ciudadanía, a su trabajo y a sus responsabilidades. La gobernanza, desarrollo urbano, social y el derecho a la ciudad, son la vía correcta que las y los capitalinos merecemos.