Los 14 meses de gobierno de la autoproclamada Cuarta Transformación son un desastre, no hay indicadores positivos y ahora la Secretaría de Gobernación quiere nuestros datos biométricos aunque:
– En cuestión de inseguridad registramos en su primer año de gobierno los índices más altos de violencia desde que se elaboran registros públicos.
– En cuestión de economía cada vez se ve más lejos su promesa de crecer entre 4 y 6%, pues vivimos en el estancamiento económico y las perspectivas de crecimiento 2020 empiezan a la baja.
– En cuestión de inversión, la 4T pasó un año endulzado los oídos de algunos empresarios que se niegan a ver la realidad, y tras presentar sus planes de inversión, el gobierno federal prefiere rechazarlos y luego acusarlos de querer endeudar al país.
– Sobre transparencia, es el gobierno más opaco, todo ocultan y en temas delicados como la liberación de Ovidio Guzmán alegan que, casual, “apagaron las cámaras”.
– Sobre derechos humanos, el gobierno federal los pisotea justificando que no se quiere el cambio; además de que al frente de la CNDH tenemos a un peón de López Obrador que ignora a los padres que claman por medicamentos para sus hijos con cáncer pero sí es muy astuta para aprender a emular el lenguaje estigmatizador del Presidente y, en lugar de rendir cuentas sobre su falta de actuación, habla de “neoliberales”.
– En cuestión de seguridad cibernética se les cayó el sistema de las CURP, hackearon los sistemas de Pemex y nunca aclararon qué información fue secuestrada.
*Ah, y que no se nos olvide que la Unidad de Información y Vinculación Tecnológica de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana prefiere cazar cuentas de Twitter críticas del gobierno que perseguir criminales.
– En cuestión de Estado de derecho su premisa es clara: para los amigos justicia y gracia, para los adversarios la ley a secas y, si es necesario, todo el peso de la ley como el juez Padierna que está para vengar rencillas viejas.
– Sobre salud, primero desmantelan un mecanismo que si bien no era perfecto, funcionaba, e instauran un modelo que no tiene ni pies ni cabeza y lastiman a la población más pobre del país. Además de que llevan más de ocho meses justificando que no hay escasez de medicamentos sino que todo es culpa de la corrupción.
– Respecto a la corrupción, precisamente, su bandera de “lucha”, pues resulta que en el Índice de Percepción de Corrupción que elabora Transparencia Internacional, México sólo mejoró un punto pero es el peor evaluado de 36 países de la OCDE.
– En cuestión de defensa de los derechos de la mujer tenemos a una secretaria de Gobernación omisa, a Mireles como representante de gobierno, a legisladoras que no trabajan por la despenalización del aborto, y, en general, un gobierno al que no le interesa atender los temas de género.
– Respecto a los servicios públicos, contamos con un gobierno que perdona los pagos a quienes se pusieron en “resistencia” mientras eran oposición pero ahora emprenden casi terrorismo fiscal contra todos los contribuyentes.
– Sobre honestidad y congruencia, ahí tenemos a Irma Eréndira que es tapadera, Manuel Bartlett corrupto, Félix Salgado Macedonio que es una burla para ocupar un cargo legislativo, o a Mario Delgado que opera para desmantelar servicios de salud pero él se atiende en hospital privado.
Este gobierno sigue en su ruta autoritaria pero no puede, ni siquiera, hacer una sola cosa bien.