Fue la primera Junta de Gobierno teniendo a Alejandro Díaz de León como gobernador del Banco de México.
Fue su primera junta monetaria siendo la cabeza principal del banco central, y las presiones iban para los dos lados: para mantener la tasa, ya de por sí elevada al estar en 7%, o para elevarla un poco, en un cuarto de punto porcentual, para ubicarla en 7.25%. Al final, Díaz de León tomó la decisión correcta: elevar la tasa de referencia.
AUTONOMÍA, TASA A 7.25% PARA BAJAR INFLACIÓN
La señal enviada por Banxico al gobierno, al elevar de 7 a 7.25% la tasa de referencia, es importante. En primer lugar, le está diciendo al gobierno: el banco central es autónomo.
Y el mandato constitucional de la autonomía es preservar el poder adquisitivo de la moneda, por lo que si hay presión inflacionaria se deben elevar tasas para tratar de bajarla. La inflación anual en noviembre, de 6.63%, es elevada. No cede. Si bien es cierto que se debe a aspectos cíclicos, como alzas en precios agropecuarios o del gas, también es verdad que sigue siendo una inflación alta.
El objetivo de Banxico es tener una inflación de 3% (más/menos un punto porcentual). Hoy está a más del doble.
Y si bien la inflación sufrió este año el gasolinazo, así como un mayor tipo de cambio, a pesar de haber pasado dicha etapa, la inflación no ha cedido. Incluso, el banco central nos dice que la inflación en diciembre todavía tendrá una presión adicional, la del aumento del salario mínimo que entró en vigor a partir del 1 de diciembre.
CUARTO DE PUNTO, MÁS SEÑAL QUE MAGNITUD
Díaz de León, como banquero central, envió la señal de ser autónomo. Sin duda. Y no lo hace de manera desmedida.
La elevación de la tasa fue de apenas un cuarto de punto porcentual, 25 puntos base, para elevarla de 7 a 7.25% y seguir manteniendo un elevado diferencial de premio frente a la tasa de la Reserva Federal que se encuentra entre 1.25% y 1.5%. El diferencial de tasas sigue siendo de 5.75 puntos porcentuales, dando en México un premio amplio para las inversiones, pues la economía mexicana tampoco tiene tanto riesgo-país.
La decisión de Díaz de León fue tomada junto con los subgobernadores, Roberto del Cueto, Manuel Ramos Francia y Javier Guzmán Calafell. No fue una decisión por unanimidad. Uno de los subgobernadores votó por mantener la tasa. Pero aun así nos habla de un banco central que muestra independencia del gobierno.
Y manda la señal de que sí está preocupado por ir bajando la inflación alta de 6.63%, que, además, se encontrará en un contexto complicado de renegociación del TLCAN, la normalización de la política monetaria de EU (que irá subiendo su tasa de interés) y las presiones internas de las elecciones.
GABINETE DE AMLO, ¿CONTESTA A MEADE?
López Obrador quería mandar una señal de confianza a los electores e inversionistas con la presentación de su gabinete, quizá teniendo enfrente a un opositor como Meade Kuribreña, quien tiene como cualidades estar bien calificado y con varios cargos en el gabinete federal. El gabinete que podría conformar AMLO en su gobierno sí tiene algunas personas preparadas, con académicos o exfuncionarios conocidos, y también distintos actores de Morena.
Urzúa y Torruco, los conocidos; nombres interesantes, pero…
El gabinete económico estaría encabezado por Carlos Urzúa, quien ya había sido secretario de finanzas del otrora DF, justo en los primeros tres años del gobierno de López Obrador en la capital.
Urzúa es una buena señal. Al académico del Tec de Monterrey no le gusta la deuda. Al contrario, la deuda se redujo en 14% en esos tres años, del 2000 al 2003, y modernizó los sistemas de pago de la tesorería capitalina. En la Secretaría de Economía estaría Graciela Márquez Colín. Académica en distintas universidades, con bases de estudios económicos e historiadora, Márquez Colín ha publicado en libros y revistas sobre historia y política industrial. En su haber tiene su sólida preparación académica. Le falta la operación de no haber tenido un cargo público.
En Energía llegaría Norma Rocío Nahle, la coordinadora de Morena en la Cámara de Diputados. No tiene experiencia en el sector energético y tampoco una postura de certeza a los miles de millones de dólares de inversión en sectores petrolero, eléctrico y de distribución de combustibles, así como en gasolinerías. Lo dicho por AMLO ha sido que van a echar para atrás esta reforma, que, por cierto, sería bastante difícil por ser una reforma constitucional.
Y quien sí es un empresario conocido, del sector turístico, pero también fue secretario de Turismo con Mancera en el gobierno capitalino, es Miguel Torruco, quien hizo un trabajo interesante en la Ciudad de México: buscó que fuera la sede del tianguis turístico, se movió hacia festivales y rutas turísticas. No lo hizo nada mal.
El gabinete posible de AMLO tiene de todo, pero lo que más necesitará son posturas claras de qué hacer con las finanzas públicas sanas, con la inversión previendo una difícil situación con el TLCAN y EU, así como clarificar su postura hacia el sector energético que conforma una reforma muy amplia y profunda.
Este artículo fue publicado en El Excélsior el 15 de diciembre de 2017, agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.