Comenzó la cuenta regresiva para Saúl Huerta, el diputado federal por Puebla famoso debido a las acusaciones de violación que un menor hizo en su contra. Si nada cambia, en unos días Huerta se convertirá en el primer legislador al que se le retira el fuero para ser juzgado por los delitos sexuales de que se le acusa.
La decisión que la Cámara de Diputados debe tomar es histórica y sin duda marcará un antes y un después para todos los hombres que se piensan impunes y con la libertad de acosar y agredir, por el simple hecho de ser “hombres del poder”.
Ayer la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados envió a la Junta de Coordinación Política el análisis del expediente en contra del “diputado violador”, documento que cuenta con los requisitos legales y reglamentarios para ser sometido al pleno.
En el PRD esperamos que el documento se presente y se vote antes de que concluya la actual legislatura, pues de esta manera se mandará un mensaje claro de no proteger ni solapar a violadores y acosadores, sin importar su militancia política.
La evolución que los derechos humanos y de las víctimas han tenido en las últimas décadas obliga a que las y los legisladores den muestra del compromiso que tienen con la población a la que representan, pero sobre todo que sean congruentes con el discurso de igualdad.
¿Por qué las conductas del diputado Huerta deben ser doblemente castigadas? Por la sencilla razón de que se trata de un representante popular, de un hombre con fuero y con el poder necesario para abusar de sus víctimas, ya sea por su condición de género, edad, situación económica e incluso educativa.
Hace unos meses todas y todos escuchamos con sorpresa e indignación la narración del joven que denunció al legislador de Morena, y también vimos que él negó todo, como siempre ocurre con los agresores.
Por eso, es fundamental que la Cámara de Diputados apruebe el dictamen, y por ningún motivo el tema se convierta en moneda de cambio. Nada sería tan mezquino como incurrir en esas prácticas.
Lo que esperamos es justicia para el menor, de 15 años, que en abril pasado denunció que fue víctima de tocamientos indebidos por parte del diputado federal, en un hotel de la colonia Juárez.
Queremos que haya justicia y un castigo ejemplar, por lo que es fundamental agilizar el proceso de desafuero. A la fecha sólo hemos visto cómo se le protege desde el poder y existe el riesgo de que el implicado se dé a la fuga.