Los industriales ven venir el tsunami de problemas con la controversia energética. La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) sabe lo que viene: el freno a exportaciones mexicanas, sobre todo a los productos producidos 100% en México.
Si después de los 75 días de consulta, México no cambia su postura, entra el panel de controversias y, ahí, si México lo pierde, llegan las represalias contra exportaciones mexicanas.
Se imagina el freno a exportaciones mexicanas de refrigeradores o lavadoras, pero igual puede ser a exportaciones de autos o de pantallas y cuestiones aeroespaciales. O, ¿por qué no?, hasta el aguacate, tomate y berries.
Por eso, la Concamin, presidida por José Abugaber, pidió al gobierno del presidente López Obrador resolver el tema en los 75 días de consulta. No llegar al panel, porque si la controversia la perdemos vendrían las represalias dolorosas para las exportaciones mexicanas.
El presidente López Obrador dijo que hablaría con Joe Biden o le mandaría una carta al presidente estadunidense para explicarle el tema. Sin embargo, lo firmado por México en el T-MEC fue que podía modificar la Constitución, pero no que iba a incumplir el T-MEC en energía.
El T-MEC obliga a México a cumplir con la apertura energética de la reforma de 2013. El gobierno obradorista cambió las reglas (no es lo que viene en el T-MEC). La Ley de Industria Eléctrica lanzada por el gobierno obradorista sólo privilegia la compra de energía de la CFE. El que todos los demás produzcan diesel ultra bajo en azufre, menos Pemex, obvio que sólo beneficia a Pemex. Y que nadie pueda transportar gas, exceptuando las empresas productivas del Estado, sólo beneficia a Pemex y a la CFE. Todas las medidas van en detrimento de las empresas privadas, entre ellas las estadunidenses.
Si EU gana el panel de solución de controversias a México, impondría fuertes sanciones a la exportaciones mexicanas. Los industriales sí tienen miedo.
HEINEKEN: CEDEMOS AGUA; CAINTRA: SÓLO CONSUMIMOS EL 4%
La compañía cervecera Heineken hizo bien en aclarar los puntos después de que el presidente López Obrador mencionó que las cerveceras y refresqueras de Monterrey tenían que dejar de usar agua momentáneamente. Heineken recordó tres acciones: 1.- Entrega el 20% de agua potable que usa a hogares. 2.- Produce 500 mil latas de agua para poblaciones vulnerables. 3.- Cede temporalmente 600 mil metros cúbicos de agua al Servicio de Agua y Drenaje de Monterrey. Y está construyendo su pozo profundo, que donará al Estado.
La cervecera pone su grano de arena. Y Caintra, la cámara de la industria regia, recordó que los industriales sólo consumen el 4% del agua potable de Monterrey. El 71% se lo lleva el uso agrícola. Y el 25% es de uso doméstico. No son los principales consumidores de agua ni de lejos (cifras de la Conagua).
Y el 93% de su agua la toman del subsuelo.
Entonces, ¿de dónde vino que ellos eran los culpables?
BACHOCO, LA REVUELTA DE LOS MINORITARIOS
A Enrique Robinson Bours y familia se les vino encima la revuelta de los accionistas minoritarios de Bachoco. Y, como siempre, hay negocio de abogados. El despacho Tweedy, Browne Company asesoró a los accionistas minoritarios y les dijo que el precio ofrecido para comprarles sus acciones, de 81.66 pesos por acción más 20% de premio, estaba muy por debajo del precio potencial de 120-140 pesos por acción. Ahora, los minoritarios quieren, por el 16.23% del capital de la compañía, un precio mucho mejor.
Los Bours quieren deslistar a Bachoco, recomprar el 100%, pero los minoritarios traen asesoría. Tendrán que negociar.
Este artículo fue publicado en Excélsior el 21 de julio de 2022. Agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.