El 22 de abril de 2015 con motivo de la gala de la revista Time, donde se le reconoció como uno de los 100 personajes más influyentes del mundo, el periodista mexicano Jorge Ramos pronunció un discurso donde tras narrar su experiencia como inmigrante en Estados Unidos, lanzó fuertes críticas al entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, e incluso lo conminó a renunciar a su cargo.
“Esta noche quiero hacer un brindis por tres grupos de rebeldes que no pudieron estar aquí. Será rápido, no se preocupen. El primero es muy cercano a mi corazón… es un grupo de periodistas mexicanos que han denunciado casos de corrupción en los niveles más altos de gobierno.
Esto es lo que está pasando: el presidente de México, Enrique Peña Nieto; su esposa, Angélica Rivera; y al menos uno de sus secretarios compraron casas a contratistas del gobierno, y después de eso, esos contratistas obtuvieron millones de dólares del gobierno. En cualquier país con un poco de Estado de Derecho el Presidente hubiera sido forzado a renunciar. ¿Adivinen lo que pasó? El presidente de México no renunció y los periodistas que denunciaron la corrupción fueron despedidos. Eso no es estar salvando a México.
Así que si no les importa voy a decir unas cuantas palabras en español para que puedan oírme allá: señor Peña Nieto, comprar casas de contratistas y luego darles millones de dólares en contratos, eso es corrupción. Por eso tanta gente quiere su renuncia y no nos vamos a callar. Pienso que están escuchando. Así que el primer brindis es para esos periodistas en México y América Latina que están hablando con la verdad al poder”, expresó.
El video con aquellas palabras del conductor estelar de Univisión se hizo viral en las redes sociales y el nombre del periodista fue tendencia tres días seguidos. El actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por aquel entonces presidente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) fue de los más entusiastas en contribuir a su difusión: “En México no hay democracia porque la mafia controla los medios, pero algo se escapa. Vean lo que dice Jorge Ramos”, publicó en el mensaje adjunto.
Personajes y medios allegados a López Obrador coincidieron plenamente con él. Epigmenio Ibarra, por ejemplo, calificó como “demoledor” el mensaje de Ramos al que invitaba a dar RT masivo, incluso celebraba que el periodista estuviera en EU porque así no podría ser censurado por el régimen corrupto.
Jenaro Villamil, Rompeviento TV, el Monero Rapé, y Regeneración, el órgano difusor de Morena, también compartieron el video, e incluso, éste último publicó una nota donde se destacaba la petición de que Peña Nieto renunciara.
Carmen Aristegui, la misma noche del 22 de abril, entrevistó a Jorge Ramos en su espacio de CNN para agradecerle sus palabras de solidaridad ante su salida de MVS, que ella siempre ha atribuido a un golpe de censura del gobierno peñista. Ramos reiteró sus dichos y a pregunta de la conductora, dijo no ser parte de ninguna conspiración contra Peña, sino que solo era un periodista que no quería que su país tuviera un gobierno corrupto.
Los usuarios de las redes que empujaron etiquetas como #PeñaNIetoDebeIrse, #PeñaRenuncia, entre otras, vieron entonces a Jorge Ramos como casi un héroe por atreverse a decir en un evento internacional lo que ellos no podían: Que Peña Nieto era un corrupto y que debía renunciar.
Cuatro años después, ya con López Obrador como Presidente de la República; el mismo Jorge Ramos que en 2015 pidió la renuncia de Peña Nieto, asistió a la conferencia de prensa del mandatario mexicano el viernes 12 de abril. Con el mismo estilo combativo que ha tenido desde hace muchos años, que a unos gusta y a otros no, el periodista de Univisión cuestionó a López Obrador sobre la situación de violencia que prevalece en el país.
Con datos tomados del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Ramos atajó una y otra vez la retórica presidencial y le hizo notar que en los primeros cuatro meses de su gestión, los homicidios se habían incrementado respecto al mismo periodo de su antecesor y de continuar la tendencia que se lleva, su sexenio podría ser incluso más violento.
Aun cuando la participación de Ramos en la mañanera de López Obrador fue “la nota”, esta vez no hubo una entrevista nocturna en CNN con Aristegui para preguntarle más detalles sobre sus cuestionamientos al actual presidente. Jenaro Villamil, convertido hoy en funcionario del gobierno lopezobradorista se limitó a reproducir la versión oficial: que el gobierno de la “cuarta transformación” promueve el diálogo circular y respeta las opiniones distintas.
Epigmenio Ibarra, en vez de invitar a dar RT masivo, ahora advierte de los riesgos que según él, existen en el protagonismo de un periodista. Y justifica, arrobando a Ramos, la tendencia alcista en los índices de violencia con el argumento de la descomposición que dejaron los que se fueron.
Al Monero Rapé, al que le pareció muy bueno el discurso de Ramos contra Peña, ahora le parece buenísimo un tuit de su colega Rafael Barajas “El Fisgón” donde éste acusa que el “show” de Ramos es parte de una estrategia para “desgastar a AMLO y descarrilar las mañaneras”.
El director de Rompeviento TV, Ernesto Ledesma, ahora no sólo no hace eco de las palabras de Ramos hacia un presidente, sino que lo fustiga por eso. “Por favor, Jorge Ramos dándonos cátedra de periodismo. Poco a poco habrá que ir develando el rostro de estos personajes y su forma de hacer periodismo. Habrá que ir purgando a quienes traigan la escuelita de Ramos”, tuiteó. Y por lo que toca a Regeneración, ahora cabeceó su nota así: “Ramos dice que los periodistas deben ser contrapoder y usuarios lo critican”.
Los usuarios reales y ficticios de las redes sociales para los que Ramos fue un héroe hace cuatro años, hoy se transformó en villano: durante el viernes, sábado y domingo intentaron empujar diversas etiquetas contra el periodista como #JorgeRamosProvocador o #JorgeRamosFarsanteMercenario, entre otras que si bien duraron algunas horas, ninguna de ellas se volvió viral como el discurso del 2015. Sin embargo, sus promotores se jactan de la “tunda” que según ellos, le dieron al periodista de Univisión.
El colofón de esta transición, lo dio este lunes el propio presidente López Obrador al lanzar una amenaza velada a los periodistas que, a su juicio, no se conducen con prudencia y respeto.
“Creo que ustedes no sólo son buenos periodistas, son prudentes porque aquí los están viendo y si ustedes se pasan, pues, ya saben lo que sucede. Pero no soy yo, es la gente; no es conmigo, es con los ciudadanos, que ya no son ciudadanos imaginarios”, dijo.
Estas palabras las dijo luego de que uno de los reporteros asistentes a su conferencia, el cual por cierto no se identificó, le planteara lo siguiente: “El viernes pasado estuvo aquí un reportero, yo le diría cirquero, del Grupo Televisa, filial de Univisión, increpándole por el tema de la inseguridad en el país. Yo no recuerdo, yo revisé, que el señor no haya hecho reportajes por los miles de muertos que hay en Libia, que hay en Irak, que hay en Haití, consecuencia de las invasiones ordenadas por Bush y Barack Obama. Tampoco recuerdo que haya hecho un reportaje sobre los miles de pesos que recibió Televisa por publicidad cuando acallaron la violencia durante los gobiernos de Fox, Calderón y Enrique Peña Nieto. ¿Qué opinión le merece, presidente, o qué sabor de boca le deja que reporteros vengan a increparle y que acallen la violencia que existe en el país a cambio de publicidad?”. El mandatario dejó pasar estas expresiones contra Ramos para luego hacer su advertencia.
Como advierte el lector, el reportero en realidad no quería hacerle una pregunta al presidente, sino ser el portavoz del enojo contra Ramos por parte de los simpatizantes del mandatario, en los medios y las redes, para alentar el encono. Y como se escuda en el anonimato, no da oportunidad para revisar su trayectoria y ver qué hay en ella, para descalificar de la forma en que lo hizo, la de Jorge Ramos, que independientemente de su estilo polémico, es conocida.