Sin dudar de las genuinas intenciones del Presidente sobre su propuesta de paz tendrá que ser afinada en todos los sentidos, como está no se le ve futuro.
El planteamiento de López Obrador no ha tenido hasta ahora repercusiones, más bien ha estado en medio de la crítica, la cual le ha caído por lo que se ha visto estos días bastante mal al Presidente. La expresión que utilizó para defenderse de los críticos define su molestia: “vulgaridad mental”.
No va a ser fácil que la ONU, como el máximo organismo de gobiernos del mundo, tome la propuesta de López Obrador en su agenda. No está desarrollada bajo bases en que los gobiernos involucrados hayan sido consultados previamente.
De hecho, la ONU invitó al Presidente a que presentara su propuesta en la Asamblea General, lo cual fue rechazado por el mandatario bajo el mensaje de lean lo que dije el año pasado. Las críticas que López Obrador le ha hecho a la ONU sin duda merecen atención; sin embargo, las plantea como si fuera juez y bajo las condiciones en que los gobiernos participan en Naciones Unidas todos son juez y parte.
La petición de la ONU de que el Presidente manifieste sus ideas y críticas en la Asamblea General busca que sus planteamientos adquieran otra dimensión, porque se hace en el marco de la participación de los presidentes del mundo, en algún sentido el público al que se dirigiría el mandatario mexicano tendría como público a los gobernantes del mundo.
La reacción de Ucrania tiene lógica, porque en su propuesta López Obrador hace una definición del conflicto, lo llama guerra cuando ante lo que estamos es una invasión que ha sido repudiada por casi todo el mundo.
La reacción de EU y Europa tiene la lógica de la geopolítica y de la defensa de un país. No se acepta una propuesta de paz que parte de una definición que afecta a una de las partes. Ucrania entiende la propuesta mexicana como una forma de permitirle a Rusia rearmarse en momentos en que el gobierno de Putin está entrando en terrenos que nunca imaginó, era de la idea que se iba invadir en menos de un mes y que Ucrania sería parte de Rusia.
Sin duda la industria bélica está jugando. La respuesta del Presidente en este sentido tiene lógica. El problema está en que el conflicto Rusia-Ucrania va más allá de esto. Tiene que ver con razones históricas y también con algo que pareciera que al Presidente le pasó por alto en su diagnóstico, el hecho de que Putin busque expandir el territorio ruso, hecho que fue uno de los motivos que prendió las alarmas en la Unión Europea y EU.
La ONU no ha sido un florero en el conflicto. Su capacidad de maniobra pende de las decisiones que toman los gobiernos. Como fuere, ha logrado abrir corredores en Ucrania que han permitido que mucha gente haya podido salvar sus vidas e incluso salir del país.
Por más que el canciller Ebrard hable con los gobiernos de Rusia y Ucrania, y ante la ONU no se ve que la propuesta vaya a tener empatía entre la mayoría de los gobiernos del mundo. El punto de partida debió ser otro, pero más allá de ello, la paz mundial es un asunto en que intervienen una gran cantidad de factores que rebasan incluso a las grandes potencias.
Da la impresión de que el Presidente buscó una salida ante la expectativa sobre lo que originalmente sería su discurso del 16 de septiembre. No queda del todo claro cuál fue la razón por la que cambió su idea original, sobre todo a partir de la visita del secretario de Estado de EU.
Hay quienes interpretan la propuesta como distractor. No tenemos elementos para decirlo, pero lo que urge hacer es consultar y afinar a profundidad la propuesta no vaya a ser que al final termine diluyéndose, como parece que va a pasar.
RESQUICIOS.
De nuevo como si fuera una cita hicimos un simulacro para que minutos después temblara. El susto, los temores, la impotencia y el descontrol de nuestras vidas se nos vino encima. Lo que es un hecho es que cada vez estamos mejor preparados y como sea la ciudad sigue aguantando.
Este artículo fue publicado en La Razón el 20 de septiembre de 2022. Agradecemos a Javier Solórzano su autorización para publicarlo en nuestra página.