marzo 10, 2025

“Las benditas redes sociales”

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Es evidente que una gran cantidad de cosas en nuestras vidas cambiaron con las redes sociales; nuestras relaciones y nuestras formas de comunicación han dado un brutal giro.

No hay manera de imaginar nuestra vida, como sociedad y en lo personal, sin lo que tenemos ahora; no hay forma de vivir sin las redes sociales.

Han servido, entre otras cosas, para que muchas personas que no tenían forma alguna de involucrarse u opinar ahora tengan mecanismos para hacerlo. Estamos desde hace tiempo en medio de una revolución sin tener conciencia plena de ella; lo que no sabemos bien a bien es lo que vendrá a pasar con nosotros mismos.

La participación y el involucramiento que permiten las redes nos han dado elementos para entender mejor lo que nos rodea, vemos más allá de nosotros mismos. Las redes ya son una forma de vida y, desde hace tiempo, se pueden usar para cualquier cosa, con todo lo que significa.

El flujo y reflujo informativo que cotidianamente pasa por las redes ha llevado a una oleada explicable de opiniones y cuestionamientos sobre su uso.

Se han convertido en una manifestación de la libertad y la democracia y, paradójicamente, en centros de expresión de impunidad, agresión y hasta amenazas de muerte. Son un todo por donde pasa todo.

No hay quien no las use. Recordemos que las redes son de todos y, sobre todo, de quien las usa, así lo haga para lo que sea, para bien y para mal.

El porqué de todo este preámbulo se debe a que, en función del clima que vivimos en el país —no somos los únicos en el mundo—, las redes están siendo utilizadas, en un buen número de casos, para atacar y manifestar odio, rencores, mentiras y todo tipo de agresiones.

Están siendo el reflejo de lo que está pasando en el país, lo cual, si bien no se alcanza a ver del todo en las calles, donde tienen su expresión más acabada es en las redes. El anonimato, la impunidad y el uso abyecto están incubando confrontaciones, las cuales se han agudizado por el triunfo de López Obrador.

No es que el Presidente electo las aliente, no lo vemos ni por asomo. Lo que está pasando es que las redes están siendo usadas para expresar sentimientos guardados durante muchos años que, con la llegada del tabasqueño, han encontrado la manera de hacerse ver y valer.

Muchas veces lo que en ellas se expresa tiene dosis de venganza social, acumulada a lo largo de muchos años de vivir bajo la adversidad. Se ataca sin saber por qué y sin querer alentar en lo más mínimo algún tipo de debate.

Se lanzan críticas severas y agresivas sin siquiera fijarse si lo que se señala se basa en algo que, efectivamente, se haya expresado. Se habla y despotrica groseramente del otro sin que el otro haya dicho necesariamente lo que se asegura dijo.

Estas manifestaciones se han intensificado de parte de quienes siguen de manera furibunda al Presidente electo. Aunque está claro que también hay muchas del otro lado, atacando a López Obrador sin ton ni son.

El uso de un lenguaje rudo, sarcástico y venenoso ha sido un factor clave.

El tabasqueño se ha distinguido por poner su cuota. Como Presidente deberá de pensar lo que provoca, porque es a partir de lo que dice como se desatan pasiones y agresiones.

Lo que viene puede ser más complejo. Las “benditas redes sociales” pueden dar un giro, si bien hoy hay un cierto control sobre ellas que garantiza sólo el momento.

El ambiente está muy caldeado desde donde se le vea. Si alguien puede atemperar las cosas es quien será Presidente, quien en algún sentido está rebasado.

Las redes son el ejemplo del clima del país que hoy somos.

RESQUICIOS.

La izquierda siempre tuvo la convicción de que los medios públicos deberían estar en el área de la educación y no en la del control político. En innumerables ocasiones que participamos en debates era la constante y la exigencia y la forma de definirlos. Es un sinsentido lo que están haciendo, no nos vengan con que fue un error de dedo.


Este artículo fue publicado en La Razón el 19 de noviembre de 2018, agradecemos a Javier Solórzano su autorización para publicarlo en nuestra página.

Autor

  • Javier Solórzano

    Javier Solórzano es uno de los periodistas mexicanos más reconocidos del país, desde hace más de 25 años. Licenciado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México, cursó estudios en la Universidad Iberoamericana y, hasta la década de los años 80, fue profesor de Comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana.

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