En sólo cuatro años de hacer auténtico periodismo, el medio Latinus logró desnudar y exponer como ninguno a la mal llamada “cuarta transformación”. Reportaje a reportaje y con datos duros, sus reporteros han desnudado las mentiras del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y de muchos miembros de su movimiento.
Gracias al trabajo de este dedicado y profesional equipo es que los mexicanos nos enteramos de abusos y corruptelas que dejan en claro que este gobierno no es en lo absoluto lo que nos prometieron.
Desde la presidencia de la República no han podido desmentir los trabajos periodísticos de Latinus, así que lo único que han hecho es atacar, insultar, lanzar campañas de difamación y de terrorismo financiero.
Su blanco preferido es el periodista Carlos Loret de Mola, el de mayor rating del medio. También el exgobernador de Tabasco, Roberto Madrazo, cuyo hijo es uno de los accionistas del medio. El gobierno ha gastado muchos millones de pesos en campañas digitales de desprestigio para señalar a Loret de “corrupto y mercenario” y a Madrazo de hacer negocios ilícitos, pero tan falsas son estas acusaciones, que a pesar de los intentos hechos por las autoridades hacendarias y financieras, no han podido encontrar una sola ilegalidad.
Desesperados por el poder que el buen periodismo hizo ganar a Latinus, no hace mucho lanzaron una campaña asegurando que la empresa está al borde la quiebra. Lo mismo que hicieron con Banco Azteca.
En etcétera recordamos algunas de las revelaciones más importantes que este equipo de apreciados colegas han hecho al conocimiento de lo que la 4T quiere ocultar.
Aquí algunos de los logros periodísticos y revelaciones de Latinus:
-Los videos de Pío López Obrador recibiendo fajos de billetes para Morena.
-Que José Ramón López Beltrán vivió en una casa de un exdirectivo de una empresa muy favorecida con contratos millonarios con Pemex.
-Los contratos irregulares de Jenaro Villamil para construir antenas que no se colocaron y el maquillaje de los estados financieros respectivo. Sus viajes de placer con cargo al erario.
-Que el gobierno derrochó hasta 7 mil% más en comprar medicamentos debido al fracaso de su “nuevo modelo de compras”. Y ni así terminó con el desabasto.
-Que la farmaciotota del Bienestar está inactiva, sin ayudar a resolver el desabasto de medicamentos.
-La amplia red de corrupción coordinada por los hijos del presidente para favorecer a sus amigos con contratos de gobierno por miles de millones, especialmente a Amílcar Olán que ha vendido medicinas, piedra para el Tren Maya y ha rentado predios para la Refinería.
-Que el asistente personal de AMLO ayuda a los hijos de éste a coordinar juntas con empresarios y funcionarios para repartir contratos y pedir favores.
-Que un empresario amigo de Andrés López Beltrán fue parte de la llamada “estafa lechera” en Segalmex.
-Que el gobierno de AMLO no le ha cobrado a Epigmenio Ibarra el crédito de 150 millones de pesos que le concedió en plena pandemia. Le ha perdonado los intereses y hasta le ha ampliado el plazo.
-Los plagios de las tesis de Claudia Sheinbaum, Yasmín Esquivel y Ernestina Godoy.
-El desvío de recursos públicos del gobierno de Colima para nutrir la campaña interna de Claudia Sheinbaum.
-Que AMLO gana tres veces más de lo que dice.
-Que AMLO le ha dado a los periódicos de su amigo tabasqueño Miguel Cantón Zetina mucho más de 200 millones de pesos en contratos de publicidad.
-Que Claudia Sheinbaum le dio contratos millonarios a una empresa farmacéutica inhabilitada, propiedad de un amigo de AMLO, Carlos Lomelí.
-Que un ex funcionario del gobierno de Hugo Chávez estuvo a cargo de coordinar los contenidos de los libros de texto gratuito de la SEP y que contrató a gente sin estudios universitarios.
-Que Sheinbaum mintió al decir que los conciertos de diversos artistas que presentó en el Zócalo no costaron nada al erario, pues se gastaron millones de pesos.
-Que Claudia Sheinbaum “recomendaba” a sus proveedores comprarles a empresarios amigos de los hijos de AMLO.
-Que el titular de Sedena, Luis Crescencio Sandoval, usó un avión militar para hacer viajes de placer.
-Que José Ramón López Beltrán y su esposa recibieron Remdesivir, medicamento vetado a los mexicanos y que elementos del Ejército les hacían las labores domésticas.
Que también AMLO recibió Remdesivir y tuvo en Palacio Nacional una unidad de terapia intensiva cuando tuvo Covid.
Que Claudia no quería dar disculpas por el Rébsamen y puso a los papás pretextos absurdos para zafarse.
A estas grandes revelaciones que trastocaron la narrativa demagógica de AMLO, hay que añadir los miles de notas diarias, entrevistas, mesas de análisis, reportajes y crónicas que forman parte de la pluralidad mediática que debe existir en toda democracia.
Larga vida a Latinus.