jueves 04 julio 2024

¡Mentir por sistema!

por Jesús Ortega Martínez

Una de las cosas que mejor hace López Obrador, es su trabajo de propaganda, con el que logra que un porcentaje importante de la población mantenga confianza en que su gestión política y administrativa avanza, a pesar de que ha sido desastrosa en muchos sentidos.

Mentir por sistema, le ha dado a López Obrador buenos resultados políticos con los cuales transita el último año de su sexenio sin grandes problemas internos y con un grado importante de control político sobre el gobierno. Las protestas de Marcelo Ebrard acerca de las trampas e ilegalidades existentes en el procedimiento partidista para la designación de Sheinbaum, no han tenido y parece que no tendrán mayores repercusiones. 

Sabemos que López Obrador miente cuando dice que ya se resolvió el desabasto de las medicinas; sabemos que miente cuando afirma que el sistema de salud en México ya es como el de Dinamarca; sabemos que miente cuando dice que se han reducido los homicidios, los secuestros, las desapariciones; miente, cuando dice que ya cumplió con el 95 por ciento de los compromisos que estableció al momento de tomar posesión de la presidencia; miente cuando dice que ha reducido la desigualdad. Miente, miente, miente, y tenemos evidencia de ello, pero muchas personas, (una mayoría silenciosa) no lo sabe, o peor aún, sigue mostrando indiferencia ante sus mentiras y ante el claro fracaso de su gestión como presidente.

Incluso, López Obrador, ha podido minimizar en los medios de comunicación, los terribles efectos que causa la violencia delincuencial ante el conjunto de la población, y ha logrado que los crímenes horrendos que se suceden a diario en la mayoría de los estados de la república, se conviertan en parte de una cotidianeidad a la que la gente se acostumbra. Por ejemplo, fueron asesinados varios grupos de jóvenes en Jalisco, Zacatecas, Guanajuato, Michoacán, Tamaulipas; otros fueron secuestrados en Guerrero, Morelos, en la Ciudad de México, y, sin embargo, la indignación por estos hechos ha sido contenida por el gobierno al círculo reducido de los familiares de las víctimas, al de ciertos columnistas de algunos diarios y, con un poco más de amplitud, al de los usuarios de las redes sociales. De verdad resulta notable que el presidente haya aumentado su control político sobre los grandes medios de comunicación masiva y sobre los diarios más importantes de la capital, salvo las honrosas excepciones.

Para obtener réditos políticos con la mentira, ha construido una gran red de transmisión que va desde sus ahora grandes aliados políticos, los oligarcas de la economía del país hasta el ejercito de propagandistas que se hacen llamar los servidores de la Nación, pasando por las fuerzas armadas, y reitero, por los dueños de algunos de los más importantes medios de comunicación. 

¿Como rompemos con este círculo perverso que ha construido el presidente y con el cual reafirma a Goebbels, cuando al repetir mil, diez mil veces una mentira, la está convirtiendo en verdad? La respuesta no es fácil encontrarla, pero una primera acción, será la de utilizar el antídoto contra la mentira que es la presentación de las evidencias reales, tangibles, científicas, que rebaten a las falsedades del presidente, y estas evidencias hay que difundirlas con la mayor fuerza e intensidad, más que con las que él difunde sus mentiras.

“Ya no hay escases de medicamentos”, volverá a repetir López Obrador, y entonces hay que planear y ejecutar, una acción informativa que con pruebas irrefutables destruya esta mentira, como todas las demás que difunde el gobierno. 

Pero esto no debe hacerse con medidas aisladas y circunstanciales, sino que la oposición democrática encabezada por Xóchitl, debe llevar a cabo una gran estrategia de comunicación, una contra campaña que tenga por objetivo sacar a la luz pública la verdad, ante las falsedades que difunde el gobierno, el presidente, y su candidata presidencial.

También te puede interesar