Político de corte ciudadano, sin militancia, rostro de izquierda progresista, Miguel Mancera ya igualó a la “mafia del poder” en el nivel de las obsesiones de AMLO para las elecciones presidenciales de 2018.
Por eso aprovechó la proyectada construcción de la Línea 7 del Metrobús sobre Reforma, para echarle encima a un juez que… siempre resuelve en favor de Morena y en contra de los proyectos de movilidad en la CDMX.
Fernando Silva García, quien recibió su nombramiento como Juez de Distrito el 23 de junio de 2010, también declaró inconstitucional el cobro de fotomultas en la capital y otorgó amparos a distintos automovilistas.
Además, el 5 de abril de 2015 invalidó los artículos 212, 213 y 214 de la Ley de Movilidad que establecían avisar dos días antes de la realización de marchas en el DF: el juez Silva García los declaró anticonstitucionales porque vulneraban “el derecho a la libertad de expresión y manifestación”.
Ahora, a medio año de iniciadas las obras del Metrobús, y cuando AMLO anuncia que no irá en alianza con el PRD al 2018, el juez advierte, en una iluminación, que Reforma y el Bosque de Chapultepec tienen un valor histórico y ambiental, y ordena suspender la obra planteada por… un rival de AMLO en 2018.
Pero las autoridades en temas de patrimonio histórico (INAH, INBA) determinaron, en mayo y junio, de una manera diferente. En el oficio 401.3S.1-2017/1873, el INAH notificó al GCDMX que “se autoriza el carril confinado sobre Avenida Reforma” porque es una vía pública y sin valor patrimonial.
Incluso, en respuesta al juez, el INBA indicó el 7 de junio que “la construcción de la Línea 7 es en vía pública y no está considerada como monumento artístico ni como zona de monumentos artísticos”.
Sin embargo, el juez Silva García sigue la línea obradorista de tirar todos los proyectos del Jefe de Gobierno, para hacer de la CDMX un lugar con mejor movilidad peatonal y vehicular, como el túnel de Mixcoac, el Corredor Cultural Chapultepec y la Ciudad del Futuro en Coyoacán.
El 12 de diciembre de 2015, Morena promovió una consulta que impidió el Corredor Cultural Chapultepec, con el cual esa zona tendría un megaparque con transporte confinado; avenida Chapultepec, banquetas anchas y ciclopista, y los peatones mayores espacios, tiendas, cafés, terrazas y kioscos.
Con 4.8 por ciento de los electores de la Cuauhtémoc, AMLO frenó el proyecto, en el que la IP pondría los mil millones que costaría, el GCDMX 387 millones de mantenimiento y la gente vería la derruida avenida Chapultepec convertida en un corredor turístico con movilidad peatonal, ciclista y vial.
Pero AMLO ya no sólo tiene un partido del NO.
Ahora también tiene un juez del NO.
Este artículo fue publicado en La Razón el 14 de junio de 2017, agradecemos a Rubén Cortés su autorización para publicarlo en nuestra página.