“Nada más lo que es, mijo”, decía mi abuela:
1. AMLO definió los tiempos de la sucesión presidencial desde hace dos años, mientras la oposición decía que sus tiempos no los decidía el presidente (Uy, sí cómo no).
2. El presidente garantizó la unidad de Morena y hasta el momento la ha mantenido. Tiene control de todo el proceso y dice que él no decidirá (Uy, sí, como no). Claudia Sheinbaum será la favorecida por él.
3. En estos momentos estamos presenciando la auténtica sucesión presidencial mientras la oposición está papando moscas. O reclamando a la sociedad civil por su derrota en el Estado de México.
4. El gobierno y su partido están violando la ley electoral y la oposición, otra vez papando moscas.
5. El gobierno y sus aliados rechazan la crítica, los líderes del PAN y el PRI también.
6. Este es un dilema terrorífico que habla muy bien de la crisis de la Alianza: si no se abre el proceso a los ciudadanos, Santiago Creel será impuesto como candidato a la presidencia, si se abre podría ganar Lilly Téllez y eso aumentaría el desastre que vive el país.
7. El gobierno federal no acepta más que incondicionales, lo mismo pasa en el PRI y el PAN. Miran a los medios y a los ciudadanos como masa de maniobra.
8. El gobierno federal continúa destrozando al país y sólo integrantes de la sociedad civil y medios de comunicación le hacen contrapeso. En cambio, Marko Cortés y Alejandro Moreno están pensando en las prerrogativas; el país les vale madre.