Mitos de la política mexicana 

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1. Morena es un monolito único e individible. Falso, hasta en esa maquinaria permea la pluralidad y el conflicto de interés. Eso es veneno puro para el populismo autoritario que exige disciplina y unidad. Ya estamos viendo las fracturas y se van a profundizar (la oposición debe aprovecharlas).

2. Es posible la unidad de la oposición. No lo es. Esa misma diversidad y desencuentro de intereses la impiden. “Somos México” es el ejemplo más reciente de ello, donde no se encuentra Xóchitl Gálvez y los ex dirigentes del PRD. Pero además, hay 27 organizaciones más que buscan ser partido político (aunque algunas de ellas tengan vida artificial).

3. PRI y PAN deben estar juntos. Falso. Y es falso no solo por la ofensiva que el gobierno lanza contra estos, el famoso PRIAN, sino porque trayectorias, idearios y prácticas son diametralmente distintos. Haberse unido fue un error que pronto debería corregirse.

4. Sheinbaum es feminista. Falso. Y eso no solo es falso porque la presidenta carece de una trayectoria de lucha que lo acredite, sino porque jamás ha mostrado empatía frente a las condiciones de las mujeres. Durante su administración hay al menos tres ejemplos que lo acreditan.

5. El esfuerzo opositor debe romper la esfera digital y acercarse a la gente. Falso. Nos guste o no, el intercambio público ocurre en las redes sociales y estas ocupan la atención de quienes se interesan por los asuntos públicos. Más allá del trabajo territorial, durante los próximos dos años la disputa política será entre élites y ciudadanos enterados en X, Facebook, TikTok y en medios de comunicación tradicionales de alcance digital.

6. Las derrotas de la oposición solo se explican por la operación de Estado del gobierno en cada proceso electoral y porque la gente recibe prebendas de parte del populismo. Falso. Esas derrotas también se deben a un pésimo diagnóstico que la oposición ha hecho sobre las necesidades sociales (ignora cómo segmentar el mercado electoral) y a que no ha tenido la menos idea para delimitar una estrategia de comunicación política. Ejemplos hay muchos, pero basté revisar el manejo tan errático que hubo en la campaña electoral de Xóchitl Gálvez o la fragilidad entre inocente e irresponsable con la que saltó al ruedo “Somos México” a mediados de la semana pasada. (Su logotipo y su spot, además, nos remiten a los 90).

7. Las frases “Disfruten lo votado” o “Se les dijo” no tienen ninguna incidencia en el ánimo social. Buena parte de la sociedad coincide con los planteamientos y las consecuencias del populismo autoritario. Por eso, la labor de persuasión desde el flanco opositor implica una estrategia creativa y abarcadora.

8. Los medios de comunicación independientes deben ser opositores. Falso. Una cosa es que el populismo autoritario considere como enemigos a periodistas y medios que demuestran la ineptitud del gobierno, y otra es que los periodistas deben ser militantes. Al contrario, su labor implica la crítica de los hechos públicos y sus protagonistas.

9. La fotografía entre Ricardo Monreal y Adán Augusto muestra que ya se limaron asperezas. Falso. La propaganda política no puede ocultar los hechos y estos remiten a rupturas.

10. Claudia Sheinbaum sí es distinta de AMLO. Falso. No confundamos deseos con realidad. Las diferencias que observamos tienen que ver con el intento de la presidenta por recoger los trastos que rompió su mentor y jefe, López Obrador. Es decir, lo hace para protegerlo.

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