viernes 05 julio 2024

Mandar o no a los niños a las escuelas: ese es el dilema

por Karen Quiroga Anguiano

Uno de los debates que se vieron opacados durante las últimas semanas fue la decisión del gobierno federal de que los estudiantes de educación básica vuelvan a clases presenciales el próximo lunes 7 de junio, así como la oposición de una importante parte de los maestros sindicalizados.

Aunque aún permanecemos en semáforo amarillo, y no se ha vacunado al 70 por ciento de la población, a las autoridades les urge que todo vuelva a la normalidad, sin duda para enviar un mensaje político que dé certeza y parezca que de verdad la COVID-19 ya no representa peligro para los mexicanos.

El anuncio de la autoridad se hizo en medio de la campaña electoral que concluye el domingo, y aunque hay cuentas alegres, es claro que nadie está listo para ello. En primer lugar, no existe un padrón real de las condiciones en que se encuentran las escuelas de la Ciudad de México, cuántas fueron vandalizadas, cuántas carecen de agua, en cuántas ni siquiera hay pupitres y pizarrones porque durante más de un año, nadie se paró en ellas.

Así las cosas, ¿en qué condiciones regresarán los menores?

Cierto que el personal docente está ya vacunado, pero en sondeos realizados con padres y madres de familia la constante es que no enviarán a sus hijos. Primero, porque aún no se sienten seguros de que nada ocurrirá; segundo, porque el fin del ciclo escolar está muy cercano; tercero, porque no confían en que las medidas de seguridad se puedan sostener.

¿Cómo hacer que niños de menos de 10 años permanezcan largas horas con el cubrebocas? ¿Cómo garantizar que no se romperá la sana distancia? ¿Cómo evitarán que los niños se toquen? y ¿cómo se evitará que aparezcan brotes en menores e incluso en el cuerpo docente? Nadie lo sabe.

La pandemia en la que nos encontramos obligó a una serie de cambios, algunos de los cuales han sido profundos y en algunos casos impedirán que las cosas vuelvan a ser como antes. Hoy por la mañana escuchaba en el noticiero de Ciro Gómez Leyva el reporte de que existen escuelas privadas que ya determinaron que no regresarán al esquema presencial, otras estarán en modalidad mixta y otras más sólo presencial.

Esto es parte de los cambios a los que nos debemos acostumbrar: la educación se debe transformar y ya no podrá ser igual que antes. Sin duda la digitalización dio pasos enormes en un año y hoy el gobierno demuestra que va muchos pasos atrás, porque tener libros digitales, transmisiones en televisión o en redes, no son suficientes.

Hay que trabajar en un nuevo modelo y es ahí donde el gobierno debe enfocarse y no en desempolvar y limpiar aulas.

 

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