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“Entre la frase, “Todo tiempo pasado fue mejor” y aquella de que, “Lo mejor está por venir”, definitivamente me quedo con la segunda. El pasado ya lo viví, pero en el futuro está lo que me queda de vida”. OA.

No me cabe duda que no es aquel que más años cumple quien más vive, sino aquel que más experimenta. Inevitable cuando se habla del tiempo caer en la metáfora del río que fluye.

Es que el tiempo fluye, fluye en las estrellas, en los campos, en todo el espacio, fluye en nuestros sueños mientras dormimos. El dicho dice “nadie baja dos veces al mismo río”, y es que el río como el tiempo fluyen constantes, nosotros somos igualmente fluctuantes, somos río, somos tiempo. La cuestión del tiempo es esa, que siempre está en fuga… el tiempo pasa, y nuestra historia como el agua también pasa.

Pasa y fluye en este preciso momento que es nuestro presente y que dura nada, le hemos puesto nombre a algo que no existe, porque a lo que le llamamos presente, también fluye componiéndose un poco de pasado y un poco de futuro. Este presente es como aquel punto infinito de la geometría, aquel punto que no es un dato preciso en nuestra conciencia, y que se transforma progresivamente, volviéndose pasado y volviéndose futuro, y que es imposible detener por más que lo queramos, o incluso por más que lo necesitemos.

En cambio, la eternidad está llena de tiempo, es tiempo puro, un tesoro de gemas brillantes a manera de segundos, minutos, horas, días, etc., entonces el futuro es el camino hacia el porvenir y este el regreso hacia lo eterno. “La vida es una continua agonía” como dijera Jorge Luis Borges.

Ya estamos en los tiempos del hoy, en nuestros tiempos, en los que se nos dice que vivimos mejor, pero no estoy seguro en cuanto a que la generalidad de las personas se sientan mejor con su vida, de pronto pienso que tanta libertad no necesariamente es un factor de más felicidad. Si, consumimos más, pero ¿al consumir más, disfrutamos más? En estos nuestros tiempos sabemos mucho más que en tiempos pasados, eso es una realidad, pero, ¿entendemos más?

La información también es mucho mayor y fantásticamente rápida, pero parece que va en relación directa en muchas ocasiones con una mayor confusión, acerca de lo que se informa. Hoy que estamos tan llenos de opciones para casi cualquier cosa, esa cualquier cosa no nos satisface lo que esperamos.

En nuestros tiempos hemos permitido que las herramientas de la inteligencia virtual nos posean literalmente, teniendo a un teléfono como dueño, es verdad que gracias a esos aparatos modernos es que estamos conectados como nunca con el mundo y sus sucesos, sin embargo, me parece que gracias a ellos es que veo cada vez a mas gente sola, comunicándose continuamente con mensajes de texto que no nos permiten vernos a los ojos, algo que en lo personal me es vital cuando hablo con alguien.

Los sistemas de mejoramiento para la calidad de vida son constante trabajo para políticas públicas en todo el mundo, no obstante, ¿Cómo es que en estos nuestros tiempos, si bien se ha conseguido una mayor expectativa de vida, a la vez haya más gente que pierde la vida en vida?

Una gran mayoría se pasa la vida haciendo cosas que no les gustan, para poder vivir una vida que no les gusta, exigiendo derechos pero sin adoptar plenas responsabilidades, lo que es caldo de cultivo para el caos y la inestabilidad. Hay muchos ejemplos de una mayor tolerancia en muchos aspectos, de la misma manera que hay muchos aspectos en los que el respeto se ha perdido. Buscamos la autenticidad personal mientras nuestro pensamiento sea el que se imponga, esforzándonos por aparecer felices en nuestras redes sociales, mostrando una realidad muchas veces lejana a nuestra vida real, presumiendo placeres de una pobre temporalidad, sacrificando los cambios que podrían ser verdaderamente significativos y trascendentes.

Así son nuestros tiempos, con soluciones fáciles a los muy complejos problemas de nuestros tiempos, inmersos en una inútil carrera por la felicidad, en esas fáciles soluciones y en cosas que realmente no nos la dan.

El tiempo es solo tiempo y no dejará de fluir, de la misma manera que nuestra vida fluye al encuentro con nuestro futuro. Son nuestros tiempos obligación y compromiso para crecer, administrar y ocupar estos tiempos con sabiduría y sensatez. Quizá sean tiempos de volver a lo básico y reflexionar acerca de lo que respondía Pitágoras cuando le preguntaban qué era el tiempo: Es el alma de este mundo, respondía.

Para mi el tiempo es el mayor invento de la humanidad, algunos dirán que la rueda, otros que la escritura, la electricidad, el internet, la “5G” o ahora la Inteligencia Artificial. El tiempo no se puede tocar o tomar de la mano, es intangible, sin embargo, es totalmente inherente a la humanidad sentir sus efectos, los que para bien o para mal rigen nuestras vidas.

Corresponde a nosotros comprender que no por abstracto o inmaterial, el tiempo es el más valioso de nuestros bienes, que no alcanza todo el dinero del planeta para comprar un solo segundo de vida. Corresponde a nosotros hacer que nuestros tiempos sean realmente mejores, corresponde a nosotros vivir y hacer vivir a otros, lo mejor de nuestros tiempos.

Les abrazo.

Autor

  • Oscar Athié

    Empresario, médico dilplomado. Participó con éxito de la balada romántica de los 80 como cantante, compositor y productor musical.

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