¿Nuevo modelo de comunicación o Secretaría de la Verdad?

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López Obrador es un gran comunicador político. Su estilo es comprensible, se le percibe como auténtico frente a políticos acartonados y hemos adoptado sus expresiones en nuestro lenguaje cotidiano. Pero ese estilo podría no funcionar para gobernar. Por lo pronto dijo que eliminará las direcciones de comunicación social de las dependencias y se concentrarán todos los esfuerzos en una sola oficina. ¿Es algo bueno o malo? Depende cómo se instrumente.

Sería una buena idea si se nombra un vocero que comunique directamente con la prensa, dejando que el presidente hable sólo en momentos especiales. Si esa persona tiene habilidades, mucha mano izquierda y no entorpece el flujo de información que provenga de las secretarías, ayudaría a tener un gobierno más cohesivo en sus estrategias de comunicación.

Al contrario, si López Obrador se pone a comunicar personalmente como en sus conferencias “mañaneras” de cuando era Jefe de Gobierno, podríamos estar en problemas. El primer riesgo sería que marque la agenda informativa, haciendo que las noticias giren en torno a él, en lugar de que lo hagan alrededor de los temas y políticas que se instrumentan. Y no sería una buena noticia si en algún momento regresa a su lenguaje de polarización.


Este artículo fue publicado en Político.mx el 13 de julio de 2018, agradecemos a Fernando Dworak su autorización para publicarlo en nuestra página.

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