Promueve el PAN al de los moches

Compartir

Uno de los problemas del PAN es la falta de un tornillo: el de la congruencia. Mientras su dirigente nacional, Ricardo Anaya, clama “metamos a los corruptos a la cárcel con el nuevo sistema anticorrupción”, en su partido ocurren dos situaciones que, cuando menos, llaman la atención:


1.- Ese partido presupuestó más del doble para promocionar a su líder y en otras producciones audiovisuales para redes sociales, que en combatir la corrupción al interior del propio partido.


2.- Sus militantes eligieron consejero nacional a Luis Alberto Villarreal, exdiputado federal acusado de organizar cobros de moches y que apareció en un videoescándalo con bailarinas pagadas.


Para los panistas de su estado, Guanajuato, Villarreal cumple los requisitos para ser consejero nacional, como “haberse significado por la lealtad a la doctrina panista” y luchar contra la corrupción, que es una de las banderas más caras con las que la gente identifica a los panistas.


Sin embargo, Villarreal está asociado con los moches de alcaldes panistas a cambio de asignaciones presupuestales. Sólo el de Celaya recibió 160 millones de pesos a cambio de una comisión de 35 por ciento y la contratación de determinada constructora.


Y aparece en un video en el que varios diputados panistas se embriagaron y contrataron bailarinas durante su reunión plenaria para determinar el rumbo de su agenda legislativa y posturas sobre las leyes secundarias de las reformas en telecomunicaciones y energética.


Tras la difusión de la fiesta con bailarinas de table dance, Villarreal fue destituido como coordinador de su bancada en la Cámara de Diputados, porque “la agenda requería que el Grupo Parlamentario del PAN se enfoque al desahogo ordenado de los importantes temas que deberán desahogarse en el siguiente periodo legislativo”.


Sin embargo, Villarreal fue electo por los mil 513 delegados de Guanajuato en la lista de consejeros nacionales por ese estado, que deberá ser ratificada en la Asamblea Nacional del 22 de enero. Más todavía, Villarreal anunció que quiere ser candidato a gobernador en 2018.


 Según él, “ni me voy a bajar, ni voy a negociar, fui diputado, fui senador, fui alcalde, coordinador de los diputados”. Le faltó agregar que está vinculado con los moches, que es un caso de corrupción irresuelto en su partido… que se promueve como el único partido puro.


Mucha alharaca con la lucha contra la corrupción, pero no dio presupuesto a su Comisión Anticorrupción durante los primeros nueve meses de este año: apenas recibió medio millón de pesos para que los utilice de septiembre a diciembre.


Y gastó un millón 481 mil 892.23 pesos en siete producciones audiovisuales en redes sociales y dos spots de su dirigente nacional.


Pues sí. Al PAN le falta un tornillo: el de la congruencia.



 


Este artículo fue publicado en La Razón el 14 de diciembre de 2016, agradecemos a Rubén Cortés su autorización para publicarlo en nuestra página.

Autor