La degeneración intelectual de Lorenzo Meyer es como la mentira de López Obrador: imparable. Un botón en el muestrario cada vez más grande es el texto “¿Volverá la oligarquía?”, publicado el 11 de septiembre pasado (El Siglo de Torreón). Es una de esas notas con las que los creyentes creen que aprendieron algo o que confirmaron un gran conocimiento sobre el presente, porque lo dijo Meyer… En realidad, ese texto del doctor, a pesar del pasado del apellido ilustre, no sirve para nada. Para nada más que engañar a los creyentes.
Para su tarea recurre a barnices académicos: Meyer manipula con mucha simplicidad la obra de Charles Wright Mills y la teoría clásica de las formas de gobierno para decir que antes de 2018 y desde la presidencia de Miguel Alemán hubo un solo régimen político y económico basado en la alianza del PRI, los militares y los empresarios, con un poco de PAN. Puede sonar a cierto, pero es falso. Se trata de una falsedad porque se necesita esa falsedad: Meyer recurre a algo falso para que sea posible afirmar –falsamente- que AMLO inauguró la democracia, obviamente otra falsedad. Es un texto de propaganda e hizo lo que tenía que hacer –mentir con referencias académicas superficiales y mal conectadas- para repetir que López Obrador destruyó un “histórico” régimen oligárquico y que no apoyarlo a él es apoyar la vuelta de la oligarquía.
Meyer recuerda que los clásicos dijeron que la oligarquía es la aristocracia degenerada y de ahí, fácil y caprichosamente, pasa a decir que el México pre18 era una oligarquía, y una sola. Después del 18, por supuesto, ya no lo es… No hay argumentación ni dato relevante de ningún tipo, hay dichos y obradoristamente eso basta. Si Meyer dijera que no la había (oligarquía como forma de gobierno), surgiría la pregunta antiépica: ¿contra qué luchó AMLO? ¿A quiénes o a qué venció en realidad? Así como desde cierto tipo de oposición no sabe igual decir que se enfrenta al gobierno pejista en vez de enfrentar a “el régimen”, desde el obradorismo u oficialismo no tendría el mismo sabor decir “vencimos a dos competidores electorales” (el ex partido hegemónico, el PRI, y a un partido que también ya había perdido democráticamente la presidencia, el PAN) en vez de decir “derrotamos al régimen oligárquico y fundamos la democracia”.
No es que no hubiera elementos oligárquicos en el sistema político mexicano anterior al 18, es que entre el gobierno de Alemán y el de AMLO no existe un sistema político sino tres grandes sistemas políticos, 1) el que determina el régimen del PRI hegemónico, 2) el de la transición contra la hegemonía del PRI y su jefe presidencial y 3) el de la postransición que López Obrador intenta destruir u obradorizar; en los tres había elementos oligárquicos pero no solamente ni en los mismos modos siempre, y los oligárquicos hoy también existen, dentro y fuera del obradorismo. Dentro, con los principales mandos militares y con muchos de los empresarios más grandes. En cuanto a lo económico, en ese largo periodo (1946-2018) no hay un solo modelo de política económica sino cuatro, el alemanista, el “estabilizador”, el echeverrista y el neoliberal, que hoy sobrevive mezclado con populismo clientelar, cuatro modelos específicos dentro del capitalismo como género. Todo eso lo borra Meyer.
Para mayor oportunismo en la coyuntura y mayor efecto propagandístico Meyer dice que el sistema preAMLO además era una oligarquía militarizada. Por eso mete a Mills, sociólogo e intelectual de izquierda que tocó la existencia en Estados Unidos de un “complejo militar-industrial”, como llamó el presidente Dwight Eisenhower a una particular alianza entre militares, empresarios y gobernantes. Meyer no usa esa expresión pero retoma y manipula a Mills. Lo usa hablando “del arreglo político norteamericano de la Guerra Fría: la conjunción del poder económico con el político (la burocracia), el militar de una superpotencia atómica y el cultural en un sentido amplio (medios de comunicación, iglesias, universidades). Hasta antes de 2018 el término de Mills también le quedaba a México”. Ah, obradorismo puro…
Meyer traslada a Mills al México no-obradorista sin aplicar en realidad el análisis de Mills, sin análisis cualquiera, sin argumentar propiamente. Es fácil: si estamos criticando al gobierno obradorista por militarizar totalmente la seguridad pública federal y parcialmente otros ámbitos, el propagandista necesita y debe decir que el héroe AMLO no sólo destruyó una oligarquía sino que la destruida era militar. La pregunta retórica del truco meyeriano es: ¿cómo creen que Andrés Manuel está militarizando si él destruyó lo que siempre estuvo militarizado? Y los fanáticos lo creen, es decir, Meyer refuerza la creencia de los fanáticos con simplicidad –y gran simplismo- sin que ellos se den cuenta.
Como tampoco se dan cuenta de lo que Meyer sí ve pero no le importa: la “tesis” meyeriana defiende a AMLO pero contradice a AMLO, quien quiere hacer creer a su pueblo que el ejército tiene una historia incuestionable. Lo que dice Meyer es falso en conjunto pero cierto en cuanto a que los militares estaban aliados con el PRI hegemónico-autoritario, mientras que López Obrador repite falsamente que el ejército no viene de intereses creados ni tuvo relaciones con la oligarquía ni ha pasado por escándalos, que es una de sus mentiras de la “mañanera” del 14 de septiembre. El obradorismo también es un enorme campo de señales culturales y señales estratégicas contradictorias en el que los receptores “superan” las contradicciones con la fe en AMLO.
Se le escapa al doctor o deja escapar el hecho: el gobierno con mayor y mejor relación con los militares en este siglo es el gobierno obradorista. Ignora, por una o más vías, que este gobierno opera una militarización multidimensional, y que si hay algo cercano al “complejo militar-industrial” de Mills-Eisenhower o que podría crear una estructura similar en el presente mexicano es precisamente este gobierno. Amén de aliados como Slim y similares, AMLO tiene como aliados a los militares. Es una alianza con más amplitud y profundidad que cualquiera que hayan podido hacer sus antecesores desde Vicente Fox. En 2022 los militares se han transformado o han sido transformados también en colonizadores de funciones civiles, policías no policializados, constructores privilegiados de proyectos presidenciales, grandes empresarios del Estado, en otros industriales.
El doctor Meyer ha cometido errores como consecuencia de su compromiso con AMLO y su labor de propaganda pero sus mensajes principales en textos como el que desmonté no son errores de análisis sino manipulaciones; en ese texto Meyer no se está equivocando honestamente, está mintiendo. Por obradorismo. Por y para el presidente. Y para que se vote por Morena en 2024.