marzo 10, 2025

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Desde hace tiempo pienso que es absurdo estar cargando con un teléfono celular para estar conectado en la vida digital; te imposibilita una mano e incluso es poco higiénico llevarte a la cara un dispositivo que ha estado en distintas superficies, y en mi caso siempre lo estoy olvidando en algún lugar que me tarda mucho tiempo descubrir.

Desde que Google anunció la creación de los google glass estoy convencida de que los lentes inteligentes son el dispositivo perfecto. Estar conectado a un miniproyector que te asiste en tu vida profesional, social o académica todo el tiempo de forma transparente, para recibir y compartir contenidos; que gracias a las apps de traducción de texto y voz te permita comunicarte en tus propias palabras con cualquier persona del mundo aunque que no necesariamente hable tu mismo idioma, y que además sea tu guía ante cualquier duda sobre cómo se prepara un platillo o quién es el que te está saludando, me parece simplemente genial.

A pesar de la increíble velocidad con la que avanza la tecnología, y de que desde 2012 exista la compañía Oculus, que en 2014 compró Mark Zuckerberg en $2.3 mil millones de dólares para después asociarse con Samsung y desarrollar una tecnología para sus teléfonos, aún no vemos a estos dispositivos inmersos en la vida cotidiana.

Sin embargo, la semana pasada Zuckerberg anunció que en los planes para 2030 se contempla desarrollar lentes de pantalla transparente más ligeros y livianos, que no solamente darán una increíble experiencia de realidad virtual, sino que te convertirán en un avatar u holograma que se podrá teletransportar a cualquier parte, literalmente, para así tener “presencia física” y revolucionar la comunicación humana.

ComputerHoy

Este avance no sólo será positivo para el mundo del entretenimiento sino también para lograr normalizar el teletrabajo y la educación en línea, y así lograr evitar viajes innecesarios, disminuir significativamente la contaminación ambiental y evitar accidentes de tráfico, por ejemplo.

En la virtualidad vivo encantada con Oculus Quest 2, un visor de realidad aumentada e inmersiva en el que puedes no solamente jugar cuanto videojuego quieras, sino también conocer cualquier lugar del mundo de manera remota y tener telepresencia, disfrutar de plataformas de streaming, cine y contenidos especializados para realidad virtual.

En la realidad nos quedaremos un tiempo más en la compartición de contenidos vía mensajes de texto, mensajería instantánea privada, aplicaciones de video y fotografía, hasta que poco a poco la tecnología nos convenza de que, además de la viveza con la que los ojos perciben a través del mundo real, ésta se puede exponenciar en un dispositivo con capacidades de óptica varifocal como son las pantallas de alto rango dinámico (HDR por sus siglas en inglés).

Querido lector: todo parece indicar que la realidad virtual seguirá siendo una tecnología que avanzará despacio pero a pasos agigantados. En fin, ya veremos.

Autor

  • Ingrid Motta

    Ingrid ha sido reconocida en varias ocasiones como una de las 100 mujeres más poderosas en los negocios por la revista Expansión, una de las 45 líderes de mercadotecnia por la revista InformaBTL, así como una de las mujeres más influyentes en el campo de la tecnología por el periódico El Universal.

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