Para el rector de la UNAM, Enrique Graue, la gestión de Renato Dávalos al frente de Radio UNAM no es digna de aprobación. En entrevista con el diario La Jornada declaró que “en el caso de Radio UNAM, estoy reevaluando, pero si uno encuentra que algún colaborador no está dando lo que tiene que dar, uno debe cambiar. No te arrepientes, pero te decepcionas un poco de que no esté funcionando como se esperaba que funcionara. Si eso sucede, hay que cambiar”.
Hasta ahora, las autoridades universitarias no habían reaccionado a los señalamientos que desde distintos medios, entre ellos etcétera, se han hecho a la reprobable gestión de Renato Dávalos al frente de Radio UNAM. Este viernes 17 de noviembre, La Jornada publicó una entrevista realizada por el reportero Emir Olivares Alonso, que toca todos los puntos dolorosos para la Universidad. La última pregunta se dedicó al tema TV UNAM/Radio UNAM; específicamente, a los nombramientos de Nicolás Alvarado y Renato Dávalos. Graue dijo no estar arrepentido, aunque sí decepcionado de que las cosas no estén funcionando.
Sorprende a quien esto escribe la toma de postura del rector, hecha de manera clara, sí, pero tardía. Sorprende también que haya sido La Jornada la plataforma elegida. Y exponemos por qué.
El silencio de la prensa
Recordará el lector dos textos de Herman Bellinghausen publicados por La Jornada en meses pasados, que fueron la primera alerta sobre la administración de Dávalos. Posteriormente, etcétera se avocó al tema. Inexplicablemente, puesto que el tema daba para mucho, La Jornada no continuó y fue hasta este 17 de noviembre que de forma muy breve, se volvió a hablar de esto, desde la voz del rector.
“El reportero Emir Olivares, de La Jornada, se acercó a diversos trabajadores de distintas áreas de Radio UNAM. Realizó entrevistas, sobre todo enfocadas al tema de los problemas técnicos en la emisora y preparó un reportaje muy extenso, con posterioridad a los textos de Bellinghausen. Se le informó sobre los problemas técnicos que tenemos y también de las irregularidades sobre las que etcétera habló. Pero a pesar de que estábamos avisados de que el reportaje saldría y lo estábamos esperando, no se publicó”, nos comentó un trabajador.
“Por parte de la revista Proceso, hubo un acercamiento de parte de la reportera Niza Rivera (reportera de cultura). Le dijimos algunos de nosotros que estábamos dispuestos a platicar, pero le pedimos anonimato y hasta donde yo sé, ya no volvió a buscar a nadie”, señaló otra de las fuentes.
En efecto, si se revisa el portal de la revista Proceso, lo más reciente que se ha publicado sobre Radio UNAM es lo relativo a un premio concedido a la reportera de Prisma RU, Dulce García, en marzo de este año.
La revista Zócalo, que en años anteriores dio voz a los trabajadores inconformes con Fernando Chamizo, no se ha interesado nuevamente en la estación. El único otro medio que ha dado a conocer algo es el portal Homozapping, dirigido por Jenaro Villamil, que publicó textualmente un correo electrónico que le enviaron algunos trabajadores (y que aparece firmado por “El Zapo”, cuando es un texto hecho por gente de Radio UNAM). Es correcto haberles dado ese espacio, pero, en mi opinión, Villamil bien pudo llevar el tema a un mayor nivel de exposición al tratarlo desde el portal de Proceso, en donde es uno de los reporteros de más influencia.
“En la estación se habla de que Renato Dávalos, como antiguo director de Comunicación Social de la UNAM, tiene muchos conectes con todos los medios e influye para detener ciertas publicaciones. No sabemos cómo lo hace, si pide favores a sus amigos o qué, pero lo que es innegable es que ese reportaje de La Jornada iba a salir y se detuvo”, agregó la fuente.
El abismo del rating
Dice Graue, y dice bien, que las cosas en Radio UNAM no están funcionando. Hemos citado, respetando el anonimato solicitado, a diversos trabajadores que nos han trazado un cuadro preciso de las irregularidades que se cometen todos los días y la crisis que atraviesa la estación.
Pero, naturalmente, las cifras hablan mejor que las declaraciones. Obra en poder de etcétera un análisis completo de rating y audiencia realizado por la agencia INRA para Radio UNAM. Estudio, que a decir de información de transparencia de la propia universidad tuvo un costo de tres mil pesos. Al respecto, personal de INRA consultado señaló que “ese no es el costo de facturación estándar. Está muy por debajo de lo que pagan otros clientes. Lo que sucede es que tenemos acuerdos de desarrollo e investigación con la UNAM y somos socios de negocios con ellos; por lo que su precio por estudio es apenas significativo para nosotros”. Así, la importante agencia validó lo dicho por las autoridades universitarias y tal cual recibimos esa información, la transmitimos al lector.
El estudio contrasta diversos rubros de audiencia entre los meses de febrero (iniciada la gestión de Dávalos) y junio de este año, 2016. Estos son los datos más destacados:
Encendido (suma de todas las estaciones de radio del Valle de México)
Pico: 7:30 AM
Sima: 11:00 PM
Comparativo Febrero/Junio. Hay un 2.92% menos de encendido en junio que en febrero.
Lugar de audiencia (qué tanto se sintoniza con respecto a otras estaciones)
Febrero: en lugar 26, bajo Horizonte 107.9, de IMER y por encima de Opus 94.5, también de IMER.
Junio: En lugar 25. Aparentemente sube un lugar, pero lo que ocurre es que por desconocimiento del encuestado se agrega a la lista el rubro “no sabe” en el número 29 y todas las estaciones suben. Arriba y abajo siguen Opus y Horizonte.
Audiencia propia. (La cantidad de personas que la escuchan, por horario)
Lunes a viernes. Cayó un 15.51% de febrero a junio. Mejor horario: 7 AM, peor horario: 1-3 PM.
Sábado y domingo: Subió 36.85% de febrero a junio. Mejor horario 6:30 a 9:30, Peor horario, 1:30 a 3:30.
Estas cifras indican lo siguiente:
1.- A nivel global (encendido) las estaciones de radio del Valle de México tienen un 2.92% de audiencia menos en junio que en febrero. Los motivos no se explican en el estudio.
2.- A nivel específico, Radio UNAM se encuentra entre las estaciones menos sintonizadas del Valle de México, pero no es la peor. Debajo de ella se encuentra Horizonte (dedicada al jazz) y otras más. Todas las estaciones que se encuentran hasta abajo del nivel de audiencia son culturales y/o universitarias. El primer lugar de sintonía en el Valle de México lo tiene la K Buena.
3.- De febrero a junio Radio UNAM empeoró ostensiblemente su nivel de audiencia entre semana, teniendo su momento más bajo en el horario de 1 a 3 de la tarde y mejoró de forma muy notable la audiencia de sábado y domingo. Este punto muestra a cabalidad el fracaso de la gestión de Dávalos.
¿Por qué? Porque su proyecto estrella, Prisma RU, ese que tiene una nómina de alrededor de 25 colaboradores, ese que ha gastado tanto que la estación se quedó sin dinero para pagar horas extras a trabajadores, ese que viaja al Cervantino con un equipo de 30 personas (incluyendo el sobrino de Dávalos, Romeo Vázquez), ese que en breve viajará a la FIL Guadalajara, es el programa que hace que los escuchas de Radio UNAM apaguen sus radios en el horario de 1 a 3. Es decir, la producción más costosa es un fracaso de cara a los estudios de audiencia.
En contraste, la audiencia del informativo matutino, Primer Movimiento, que tiene que pagar su espacio a pesar de ser un proyecto de la Coordinación de Difusión Cultural, se lleva el rating más elevado. No implica esto que sea un proyecto barato. Es muy costoso también, pero su presupuesto no viene de Radio UNAM.
Pequeña acotación: Renato Dávalos ha impulsado, de manera totalmente impropia, los programas “con patrocinio”, que en los hechos se traduce así: si el equipo de producción de algún proyecto no trae dinero a la estación, no pasa al aire. “Derecho a debate”, por ejemplo, es un programa pagado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
La herencia de Renato
Sin constituirme en oráculo, me parece ver que el futuro de Dávalos se perfila con bastante claridad. La posibilidad de que sea cesado o se le pida su renuncia ya fue hecha pública por el rector. La huella que deja es un absoluto desastre.
“Renato Dávalos impunemente se gastó el presupuesto, deja la deuda de horas extras con los trabajadores, la antena sin reparar y la Sala Julián Carrillo deteriorada”, dijo nuestra fuente.
“Se pagó una pequeña parte del adeudo a trabajadores. Se pagó hasta agosto, faltan septiembre, octubre, noviembre y lo que se acumule, ya que ahora viajarán a la FIL Guadalajara”. El pago parcial del adeudo de horas extras fue asumido por la Rectoría, ante las arcas vacías de la estación.
Los trabajadores vieron con algo de optimismo la señal enviada por el Rector por medio de la entrevista concedida a La Jornada, nos dijeron. Veremos si, finalmente, Graue despierta y le da a Radio UNAM el cuidado que merece.