Santander confirma que no comprará Banamex. La información del banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España confirma que el banco presentó una oferta no vinculante, calculada en alrededor de 6 mil a 8 mil millones de dólares. Pero Citi, dueña de Banamex, le informó que no va a continuar en las siguientes etapas del proceso.
La negativa de Citi a Santander fue por la misma Citi… o por la insistente sugerencia del presidente López Obrador de que Banamex quede en manos mexicanas. El Presidente considera una oportunidad la venta de Banamex, por parte de Citi, de devolverlo de manos estadunidenses a manos mexicanas.
Y a pesar de la buena relación de Ana Botín, presidenta mundial de Santander, con el presidente López Obrador, sencillamente no se pudo. Santander seguirá siendo una marca fuerte en México, donde ha buscado nuevos segmentos del mercado (más joven y más popular), así como su digitalización. Ya veremos con el cambio de estafeta a dónde Héctor Grisi se irá a dirigir al banco español a nivel mundial, dejando en México como director a Felipe García Ascencio, quien es cercano a Grisi y seguirá con el crecimiento orgánico de Santander en México.
Entonces, qué otros grupos de control mexicanos quedan en la contienda:
BANORTE ESCALARÍA
En primer lugar, Banorte, presidido por Carlos Hank González, al cual le hace todo el sentido quedarse con Banamex, pues subiría al parejo del tamaño de BBVA. Hank González ya convenció a familias inversionistas, a los accionistas, y trae varios fondos de inversión (BlackRock). Además, sólo como anécdota, el presidente López Obrador cuenta que el banco que primero le abrió las puertas con una cuenta, cuando nadie quería, fue Banorte. Tiene un punto a su favor.
INBURSA CUENTA CON QUÉ
En segundo lugar y, desde luego, no menos importante, va Inbursa. Nada menos que el banco de Carlos Slim Helú, amigo personal del presidente López Obrador y a quien el mandatario halagó, al referirse a él como “un empresario austero”. AMLO y Slim se caen bien, han trabajado juntos, y se dicen sus verdades (por ejemplo, Slim no estaba a favor de cancelar el Aeropuerto de Texcoco). Sin embargo, cuando López Obrador ha requerido el apoyo del empresario, ahí ha estado. Desde el Centro Histórico de la Ciudad de México, hasta el último viaje a Washington, donde Slim acompañó al Consejo Coordinador Empresarial.
Inbursa, dirigido por Marco Antonio Slim, con Banamex pasaría de ser el sexto al primer banco a nivel nacional, cuenta con recursos, tiene experiencia financiera y conoce de mercados. El único punto: a Slim no le gusta comprar caro.
MIFEL YA TRAE INVERSIONISTAS
El tercer jugador es Mifel, presidido por Daniel Becker, hoy presidente de la Asociación de Bancos de México, y quien ha demostrado acompañar al gobierno con la banca. Becker, acompañado de la comunidad judía, puede juntar fondos de inversión e inversionistas para dar una buena pelea por Banamex. Sería capital mexicano, y también con experiencia financiera. Becker es muy activo. Sus inversionistas cumplen los perfiles exigidos. No hay que descartarlos.
LARREA, LA CONTRATACIÓN DE BARCLAYS
Un cuarto jugador es Germán Larrea, uno de los empresarios más acaudalados de México. En contra de Germán Larrea estaría que no tiene banco, pero cuenta con asesoría de Barclays, quien le armó una ingeniería financiera para adquirir Banamex. Larrea, dueño de la minera Grupo México, así como de Cinemex y Ferrosur, y precisamente en Ferrosur se dice que podría estar cediendo al gobierno una parte de la interconexión para el proyecto interoceánico.
La venta de Banamex sigue. Ya han quedado fuera grupos serios, con inversión en México, pero con control extranjero, como Santander y HSBC. Siguen los mexicanos.
Este artículo fue publicado en Excélsior el 25 de julio de 2022. Agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.