“Cuando triunfe nuestro movimiento no va haber masacres en México, se va acabar con la guerra, vamos a garantizar la paz y la tranquilidad en México sin el uso de la fuerza”. En estos términos se expresó Andrés Manuel López Obrador en un discurso que como dirigente nacional de Morena, pronunció el 15 de febrero de 2017 durante un acto de campaña de la candidata de ese partido a la gubernatura del Estado de México, Delfina Gómez.
Esa promesa la sostuvo a lo largo de la campaña de 2018, que finalmente lo llevó a obtener la Presidencia de la República y ya una vez en el poder, ha insistido en ella una y otra vez aun cuando en el primer año de su sexenio siguieron produciéndose las masacres, ya sea por enfrentamientos o ataques directos.
La respuesta de López Obrador ante algunos estos casos de violencia ha sido similar: atribuirlos a la herencia de los gobiernos anteriores y hacer hincapié en que no cambiará su estrategia, que según sus palabras, consiste en atender las causas y generar condiciones de bienestar por medio de apoyos sociales a la población.
A pesar de que ha recalcado que el tiempo de las masacres ya pasó, la realidad de los datos y los hechos se impuso varias veces durante 2019, que ya quedó registrado como el año más violento.
6 de enero. Hombres armados atacaron el bar “Las Virginias” en Playa del Carmen, Quintana Roo. La agresión dejó siete personas muertas.
23 de enero. Un comando asesinó a balazos a seis personas, entre ellas dos niños, dos adolescentes y un joven, en la colonia Ranchos Unidos del municipio de Valle de Santiago, Guanajuato.
3 de febrero. Un ataque perpetrado por sujetos armados, dejó un saldo de 8 muertos en la comunidad de Plan de Ayala del municipio de Acatepec, de la región de la Montaña de Guerrero.
9 de marzo. Un total de 15 personas murieron durante el ataque de un grupo armado en el bar “La Playa Men’s Club” en Salamanca, Guanajuato
6 de abril. Ocho muertos, entre ellos dos menores de edad, fue el saldo de un enfrentamiento entre presuntos huachicoleros y elementos de las Fuerzas Federales, en las comunidades de San Bartolomé Aguacaliente y San Antonio Calichar, ambas pertenecientes a Apaseo el Alto, en Guanajuato.
19 de abril. Hombres armados irrumpieron en la palapa “Los Potros” en el municipio de Minatitlán, Veracruz, donde se desarrollaba una fiesta. El saldo fue 13 muertos, entre ellos cinco mujeres y un menor de edad.
10 de mayo. Un camión que transportaba de custodios del Centro Federal de Readaptación Social femenil (Cefereso) número 16 en Morelos, fue atacado por hombres armados en Puente de Ixtla. Seis personas murieron.
21 de julio. Cinco personas murieron por un ataque directo en el establecimiento “Mr. Bar Karaoke Disco”, localizado en plena zona costera de Acapulco, Guerrero
8 de agosto. Los cuerpos de 19 personas fueron encontrados en diferentes puntos de la ciudad de Uruapan, Michoacán.
28 de agosto. Un comando perpetró un ataque a balazos y provocó un incendio con bombas molotov en el bar “Caballo Blanco” en Coatzacoalcos, Veracruz. 30 personas fallecieron.
30 de agosto. Una serie de tiroteos entre grupos de civiles armados dejó 9 personas muertas en el municipio de Tepalcatepec, Michoacán
2 de septiembre. Hombres armados matan en ataque directo a cinco personas en la terminal de autobuses Estrella de Oro en Cuernavaca, Morelos.
3 de septiembre. Fue localizada una fosa clandestina en un pozo en el predio La Primavera en Zapopan, Jalisco. Se encontraron 119 bolsas con restos humanos de por lo menos 37 personas.
5 de septiembre. Un enfrentamiento entre policías y presuntos delincuentes en Tamaulipas, deja un saldo de 8 muertos.
14 de octubre. Un grupo de policías estatales es emboscado por organizaciones delincuenciales en Aguililla, Michoacán, dejando como saldo 13 muertos, todos policías.
15 de octubre. En Tepochica, Guerrero, un choque entre militares con civiles armados dejó 15 muertos, 14 de ellos fueron civiles.
17 de octubre. Un operativo fallido para capturar a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo Guzmán” desencadenó un ataque del Cártel de Sinaloa en Culiacán, con un saldo de 13 muertos.
4 de noviembre. Se produjo un atentado contra la familia LeBarón en Bavispe, Sonora. Nueve personas perdieron la vida, entre ellas seis menores de edad y tres mujeres adultas.
30 de noviembre. Un enfrentamiento entre sujetos armados y policías estatales en Villa Unión, Coahuila, deja 23 muertos, entre ellos cuatro agentes y cuatro civiles ajenos a los hechos.
El 2 de enero, durante su primera conferencia de prensa del presente año, Andrés Manuel López Obrador reconoció que el tema de la violencia sigue siendo su principal pendiente. Insistió en que es resultado de la descomposición que se generó en los gobiernos neoliberales. Se fijó como plazo el próximo 1 de diciembre para consolidar su estrategia de pacificación del país que, dijo, se mantendrá inamovible.
“Todos los días atendamos el problema como lo venimos haciendo, o sea, la perseverancia, el que trabajemos de manera coordinada como lo venimos haciendo, el que no se esté apostando a la violencia, a que no se quiera apagar el fuego con el fuego, el que no se aplique el ‘mátalos en caliente’, que no haya masacres”, anotó.
Sin embargo, en la primera quincena del presente año la realidad de los hechos sigue derrumbando el discurso oficial, tal y como sucedió en 2019.
15 de enero. Siete personas perdieron la vida luego de ser atacados con arma de fuego en un negocio de grúas ubicado sobre la carretera Salvatierra-Celaya, a la altura del municipio de Tarimoro, Guanajuato.
16 de enero. Soldados del Ejército Mexicano abatieron a 11 civiles armados, que los emboscaron cuando llevaban a cabo recorridos de vigilancia por una brecha del poblado Los Ángeles, en el municipio de Miguel Alemán, Tamaulipas.
18 de enero. Diez indígenas nahuas que pertenecían a un grupo musical, fueron asesinados y posteriormente calcinados en la carretera que conduce al municipio de Chilapa, Guerrero, de donde eran originarios. El ataque fue atribuido por las autoridades estatales a la organización delictiva “Los Ardillos”
La reiterada promesa de López Obrador acabar con las masacres es hasta ahora una falacia; tras 14 de meses de gobierno y a pesar de su estrategia popularmente conocida como “Abrazos, no balazos”, la violencia no solamente no se ha podido detener, sino que se ha incrementado.