Recientemente hemos sido invadidos por ofertas de servicios de transmisión y descarga, es decir, streaming, de audio y de video que se suman a nuestra adquisición de contenidos en radiodifusión abierta y TV de paga. Probablemente estas ofertas hasta nos pueden hacer dudar sobre qué es lo que más nos gusta y nos conviene para ser parte de un época donde los contenidos y los datos son lo más importante para mantenernos actualizados en el mundo del entretenimiento.
Y bueno, llegó el momento de confesar mi RFC. Hace varios años la banda The Buggles sacó el sencillo “Video Killed The Radio Star“, que en su momento fue icónico porque narraba la irrupción de la televisión en el mundo de los contenidos, supuestamente, desplazando a la radio.
¿Le toca ahora al streaming acabar con la televisión? No creo.
Se define STAR como la oferta de Servicios de Televisión y Audio Restringidos, en México provistos por operadores de plataformas terrestres o satelitales y que en el último año ha tenido una creciente evolución. ¿Quiénes son ellos? Son Netflix, Spotify, Blim, etcétera.
Modas van, modas vienen.
En efecto, existe una creciente oferta de proveedores de contenidos de video: Netflix, Hulu, Disney+, Apple TV+, HBO Max, entre muchas más, todas ellas muy tentadoras y con promociones vestidas de deliciosas zanahorias que te pueden hacer morder el anzuelo.
Aquí te muestro el ejemplo con los costos de suscripción mensual (en dólares) para los servicios de transmisión que tienen en Estados Unidos:
Si lo tuyo es la adicción a los contenidos, te recomiendo analizar las diferentes ofertas y considerar todas las variables para poder crear tu propio Nirvana de contenidos en streaming, porque tu adhesión a los contenidos te puede salir carísima.
Para empezar, hay que considerar el costo de la inversión del contrato de banda ancha que te permita disfrutar los contenidos que quieras ver a través de cualquier plataforma de contenido. Además, contar con un dispositivo de acceso (cualquier gadget digno); tener claro qué tipo de contenidos quieres, que no necesariamente te lo va a ofrecer un sólo proveedor, sino que tendrás que contratar al menos dos para tener las mejores producciones originales y deportes o bien programas para niños y series, por mencionar algunos ejemplos de combinación de contenidos.
Por cierto, lo ideal sería conseguirte un trabajo que te deje tiempo de sobra para sacar provecho a lo que pagas por contenidos y que no seas usuario a ratitos, y que ahora no sólo pagues el gimnasio por ir una vez al mes, sino también ahora por tu servicio de transmisión de contenidos.
Por mi parte, nada aún me convence de dejar el servicio de televisión de paga y acceso a Netflix para contar con los contenidos a los que soy usuaria.
Tú, ¿con quién te quedas?