En declive las campañas del partido oficial y de la mayoría de sus candidatos, afectados por el desgaste y la evidencia del fracaso en múltiples rubros de su administración, el presidente Andrés Manuel López Obrador y la cúpula de Morena apuestan a la coacción del voto a cargo de los mal llamados Servidores de la Nación que, mediante el condicionamiento de las becas y las pensiones, pretenden remontar unos resultados que se prevén adversos a la 4T.
La élite gobernante intentó dotar a su estructura clientelar de una aureola épica, de esfuerzo y austeridad franciscana, dedicada a repartir “sin intermediarios” los beneficios que la “cuarta transformación” destinó para el pueblo pobre. En una fallida estratagema (que recuerda el culto a la impersonalidad tipo Lei Feng), se mintió con descaro al decir que hacían un trabajo voluntario y desinteresado pero, en realidad, cada uno de los “Vividores de la Nación” cobra y cobra muy bien.
Sólo en el pago de nómina de los Servidores de la Nación, el gobierno federal gasta 3 mil 700 millones de pesos al año, cifra escandalosa que pone en picota la política de austeridad que tanto presume. Si se compara cada uno de los escalones salariales de esta estructura burocrática con los sueldos que perciben los trabajadores mexicanos, aún los más calificados, la mentada austeridad queda evidenciada como la gran simulación que es en realidad.
Se sabe que cada uno de los 20 mil brigadistas gana entre 10 mil 454 y 10 mil 894 pesos al mes, más prestaciones. Compárese con los 4 mil 251 pesos, que es lo que gana la tercera parte de los trabajadores del país: el sueldo mensual de cada brigadista triplica esa cantidad y es el doble del salario promedio de México que, según el INEGI, es de 5 mil 500 pesos. El sueldo mensual de un profesor de enseñanza secundaria, trabajo que amerita contar con una licenciatura en la materia que se imparte, es de apenas 8 mil 700 pesos, en tanto que el sueldo promedio de un ingeniero civil es de solo 9 mil pesos. Un brigadista gana mucho más, a pesar de que su experiencia, calificación y méritos acreditados se limitan a la realización de la promoción del voto en favor de Morena, tener buena relación política, ser amiga, amigo o pariente de los dirigentes, candidatos o coordinadores de ese partido. Esto sin contar que, además del sueldo, los brigadistas perciben 250 pesos de viáticos diarios sin comprobación, que se les asignaron con el pretexto de su participación en la campaña de vacunación contra el Covid-19
Pasando al segundo escalón de esta burocracia sufragada con recursos públicos, tenemos que cada uno de los 266 Coordinadores Regionales percibe al mes 72 mil 171 pesos. No ganan poco, es más, ganan mucho si se considera que una Enfermera Jefe de Servicio del ISSSTE recibe un sueldo 4.5 veces menor, tan solo 16 mil pesos al mes, pese a su alta calificación profesional y a su loable labor especializada. Sin mayores requisitos de contratación, cada Coordinador Regional gana también más de lo que cobra un director de escuela de educación superior en el Instituto Politécnico Nacional, que percibe 60 mil pesos mensuales. Para ocupar este último cargo se requieren años de experiencia docente, la publicación de investigaciones y títulos de posgrado, pero tales méritos no alcanzan para obtener un ingreso tan alto como el de un Coordinador Regional de los Servidores de la Nación, cuya única prenda curricular es su militancia morenista.
Ni qué decir de los superdelegados de AMLO en cada estado. Son 32 y su sueldo, de 126 mil 617 pesos mensuales más prestaciones, está en la cúspide de los salarios que perciben los empleados en México. Estos burócratas (y también los que ostentan cargo de Coordinador Regional) están dentro del selecto grupo del 1% de los asalariados con los mayores sueldos de todo el país.
La de los Servidores de la Nación es una burocracia dorada que viola la Constitución y usa indebidamente los recursos públicos. Su trabajo nada tiene qué ver con el combate a la pobreza. Al anochecer del 6 de junio se podrá ver qué tan exitoso fue su clientelismo electoral o, en qué medida, la participación ciudadana y el voto secreto derrotaron su estrategia en este 2021.
Cincelada: Un caso más para La ley y el Orden. UVE: AMLO violó la veda en 29 de 36 “mañaneras” durante la campaña electoral. Es un violador serial de la Constitución.