¿Qué le debe Andrés Manuel a Sanjuana Martínez? Dice el licenciado presidente que la actual es temporada de zopilotes porque sus adversarios andan zopiloteando.
Y es que al inquilino de Palacio le incomoda sobremanera que se publique el número de muertos por el Covid-19 y que en el extranjero se denuncien inmorales conductas de él y su gobierno frente a conflictos como la huelga que ha cumplido un año (21 de febrero) en Notimex, la Agencia Informativa del Estado Mexicano –del Estado, no del gobierno—.
Esta postura del licenciado López Obrador me recuerda a aquella utilizada, guardada la distancia, por el poder público para solucionar crímenes, mediante cínicas complicidades que permitieron la fabricación de pruebas y testigos.
A Othón Cortés Vázquez –fallecido el 14 de abril del año pasado–, la servil, oficiosa y protagonista alianza entre el entonces procurador General de la República, Fernando Antonio Lozano Gracia, y su subprocurador especial Pablo Chapa Bezanilla, en función de fiscal para los casos Posadas Ocampo, Colosio y Ruiz Massieu, le destrozaron la vida cuando lo acusaron de ser el segundo tirador en el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta.
Y, en ese tránsito del cobro de facturas políticas, en obediencia a la instrucción del entonces presidente Ernesto Zedillo, el dúo dinámico Lozano Gracia-Chapa Bezanilla sometió a proceso a Raúl Salinas de Gortari bajo el cargo de autor intelectual del asesinato del entonces secretario general del PRI, José Francisco Ruiz Massieu, amén de incriminarlo de la autoría material de la muerte de Manuel Muñoz Rocha, diputado federal en esos días de septiembre de 1994 que se esfumó, sí, se esfumó.
En esos días –disculpe lo cuente en primera persona–, como reportero de La Crónica de Hoy, escribí un amplio artículo en el que demostré con documentos, incluso copias de recibos de dineros obtenidos en calidad de apoyo a tareas del licenciado Lozano Gracia, dizque como préstamo de la Dirección General de Bienes Asegurados, dependiente de la entonces PGR, ilícitos cometidos por don Fernando Antonio y que debían ser sancionados no sólo por la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo también por la PGR.
Un furibundo Lozano Gracia me envió una carta-desmentido, en la que entre otras cosas puntualizó que la Secodam y otras instancias lo habían investigado y nadie le había encontrado delito alguno.
Mi respuesta fue simple, palabras más palabras menos:
“Abogado Fernando Antonio Lozano Gracia, como reportero en poder de documentos que prueban la comisión de delitos, mi obligación es denunciarlo, hacerlo público porque de otra manera, ocultarlo me convierte en cómplice. Dígame, abogado Lozano Gracia, ¿de qué lado de la ley me pongo?”
Ya no hubo respuesta. Lo que hay es un trabajo en curso, de más de 20 años, en los que esa complicidad en el poder, entre los dueños, del poder, desgració la vida a un inocente, Othón Cortez Vázquez, quien murió sin que se le hiciera justicia.
“Nos vamos a divertir”, dijo sonriente y cínico Lozano Gracia cuando, libre, Othón anunció que lo demandaría penalmente.
Así que en estos días podrá ser temporada de lo que se le pegue la gana al licenciado Andrés Manuel, quien por cierto pierde la paciencia con una facilidad bastante creíble, tomándose en cuenta que se le agota el bono democrático y su equipo vale para dos cosas: para nada y para pura chingada.
No, no, se incomode; la palabra está bien utilizada porque no hay un solo integrante del gabinete que proceda motu proprio y ofrezca resultados de su trabajo, de lo hecho más allá de la obra que pretende ser faraónica como el aeropuerto Felipe Ángeles, que ya hasta provocó el cambio del sistema de uso del espacio aéreo en el Valla de México.
Entonces, usted me concederá la razón, sí, usted que ha valorado lo ocurrido en 28 meses de la administración de la 4T, no los críticos oficiosos y aquellos que buscan en cada línea que cuestiona a la gestión del licenciado presidente, un motivo para soltar a la jauría y asegurar que hay vastos recursos para subsidiar a periodistas. ¡Sopas!
En ese tenor, reitero la pregunta: ¿Qué le debe Andrés Manuel a Sanjuana Martínez? Porque la señora encaja –como anillo al dedo, López Obrador dixit—en la máxima de que un buen reportero no es garantía de buen director. Tal cual es el caso.
Y mire usted, una muestra más de esa cínica complicidad en la que se ha utilizado al poder para pasar por encima de los derechos laborales de trabajadores de la agencia Notimex, entre administrativos, operativos y reporteros que hacen guardia en el acceso principal donde están las oficinas de la agencia.
Las secretarias de Gobernación y del Trabajo y Previsión Social, Olga Sánchez Cordero y Luisa María Alcalde Luján, incluso el vocero, escritor y periodista Jesús Ramírez, han sido parte del desprecio con el que Sanjuana Martínez ha tratado el caso de la huelga.
¿Impunidad? ¿Complicidad? Por supuesto.
Mire usted, apenas poco después de que el caso de la señora periodista galardonada Sanjuana Martínez fuera aireado en la mañanera de este miércoles, la Secretaría de la Función Pública, a cargo de la doctora Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, notificó haber archivado, por falta de elementos, una denuncia interpuesta contra la directora de Notimex, por presuntas faltas administrativas.
¿Y qué dijo por la mañana el licenciado López Obrador, antes de irse de asueto a “La Chingada”. Su rancho en Palenque, Chiapas?.
Reyna Haydeé Ramírez, que se identificó como representante de Pie de Página, de radio y reportera independiente, fue franca y le expuso:
“Presidente, pues tengo que ser breve porque usted se tiene que ir, pero pues no podemos dejar pasar lo que acaba decir sobre Artículo 19 y sobre el caso de Notimex.
“Presidente, usted tiene derecho a defender a sus funcionarios y por supuesto de hablar sobre la relación con Estados Unidos y lo que puede o no debe hacer un país, pero en el caso particular hay denuncias específicas, concretas, sobre los abusos que se han cometido en Notimex e independientemente de que también se está investigando al líder sindical de ese lugar, que hasta ahorita pues no ha habido avances sobre eso, pero hay denuncias, presidente, de lo que ha hecho ahí.
“Yo no podría decir… Particularmente conozco una, conozco los agravios que ha cometido porque, después de que yo traté el tema aquí, me fue a mi muy mal con los troles de Notimex, bueno, de la señora, pero eso es punto y aparte.
“Pero yo creo que Artículo 19 se ha caracterizado por la defensa de los periodistas, independientemente de muchas otras cosas que usted o pruebas que usted pueda tener. Entonces, nada más puntualizarle ese caso.
“Y sí, en el caso de Notimex reciente, usted la puso ahí, usted tendría que resolver esta huelga, los abusos que se han cometido y pues ya va más de un año y no se ha hecho”.
Bueno, el señor presidente se pepenó el tema de las vacunas y se quejó del maltrato que le damos los incómodos y conservadores periodistas, para luego abordar férrea defensa de doña Sanjuana. Lea usted, por favor:
“¿A quién creen que acusa el gobierno de Estados Unidos, entre otros?
“A Sanjuana, a Sanjuana, que es la directora de Notimex, una periodista consecuente, porque se enfrentó a grupos de intereses creados. Y resulta que esa asociación que se llama Artículo 19 está financiada por empresas extranjeras, hasta por el Departamento de Estado.
“Para empezar, nosotros no nos metemos a opinar sobre violaciones de derechos humanos en Estados Unidos, somos respetuosos, no podemos opinar sobre lo que sucede en otro país, entonces ¿por qué el gobierno de Estados Unidos opina sobre cuestiones que sólo competen a los mexicanos?
“¿Por qué se lanzan en contra de Sanjuana?, que ya la volvieron famosa, además, es una mujer que tiene todo nuestro respeto, una buena periodista.
“Y ese organismo, 19, Artículo 19, está apoyado por el extranjero; pero además, toda la gente que tiene que ver con Artículo 19 pertenece al movimiento conservador que está en contra nuestra, te lo puedo probar, todo lo que les estoy diciendo”.
¡Aleluya! ¡Aleluya! Sanjuana puede continuar desmadrando a Notimex y jodiendo la vida a los trabajadores en huelga, incluso sacando de sus casillas a doña Olga y a Luisa María. Total, tiene la complicidad y el encubrimiento del mero-mero de Palacio, el machuchón que estrena trajes de color y corbatas de marca y ya se bolea los zapatos y cuida que el cuello de la camisa no se salga por encima de la solapa del saco. Bueno.
¡Ah! Y si alguna duda hay de cómo se maneja esta maquinaria propagandística, echada a andar para descalificar al opositor, al incómodo crítico, don Chucho Ramírez, como no queriendo publicó datos del financiamiento que recibe Artículo 19 y de pasadita a su ex director durante 10 años, Darío Ramírez, lo ubicó en la vocería de la organización Mexicanos Contra la Corrupción. O sea.
Visto en este escenario del uso del poder en la falaz declaración matutina, la cínica y perversa complicidad y encubrimiento de funcionarios corruptos de la 4T, vale preguntar al licenciado López Obrador ¿de qué lado nos ponemos? ¿Encubrimos a Sanjuana y Manuel Bartlett y et al? ¿Le aplaudimos sus disertaciones y divagaciones mañaneras? ¿O nos mantenemos en este lado del periodismo que hemos ejercido durante más de cuatro décadas y que a usted no le gusta? Digo.