febrero 24, 2025

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La democracia deliberativa es un ideal teórico, una utopía libertaria de los tiempos modernos. Algo deseable y posible en lo esencial; pero muy difícil de realizar en lo inmediato y cotidiano. Una democracia efectivamente comprometida en el uso público de la razón. Querer suspender la guerra, actuar socialmente contra la violencia, actuar de verdad a favor del bien común. Liberarnos. Deliberar: argumentar, debatir y acordar lo político esencial. Acordar la cosa social con buenas razones válidas para todos.

INE /CUARTOSCURO.COM

Es un acto ilustrado de madurez colectiva. Decidir no depender de las divinidades, los sacerdotes, los reyes y los iluminados para organizar la vida colectiva. Hacer sociedad con palabras y argumentos que todo mundo pueda comprender, sin oráculos oscuros, sin dictados caprichosos.

La democracia deliberativa es una utopía configurada por la Opinión Pública para tratar de dominar y evitar los excesos y desvíos del Estado y el Mercado, y de acción ética para la discusión racional de las normas políticas. Querer complementar la noción de democracia representativa realmente existente, mediante la adopción de un procedimiento colectivo de toma de decisiones políticas, que incluye la participación activa de todos los ciudadanos potencialmente afectados por tales decisiones. Es la democracia de la información y el discurso.

Porque se considera que el núcleo del proceso democrático está fundado en la discusión pública y la argumentación racional entre individuos libres e iguales, un proceso cuya finalidad es tomar decisiones correctas y justas, en bien de la comunidad política. Un recurso de carácter ideal para establecer por consenso el bien común.

Saber reconocer y aceptar el funcionamiento del lenguaje como expresión del pensamiento. El medio más objetivo para tomar en consideración los intereses ajenos, en tanto que la vida política es un acuerdo básicamente verbal entre grupos y personas divididas por ideologías y doctrinas comprensivas del bien y la justicia que son irreconciliables. La razón pública establece los parámetros de justificación política para asegurar un consenso tejido alrededor de los principios de la democracia constitucional.

La democracia deliberativa considera que votar sin discutir no es democrático. Las votaciones deben llegar cuando no se pueda argumentar más, cuando haya que tomar decisiones inmediatas; entonces es cuando se debe tomar en cuenta como norma la decisión de la mayoría, en el respeto demócrata a las diferencias propias de la minoría. No es un enfrentamiento entre enemigos, sino un acuerdo entre diferentes.

Esta utopía contrarresta lo injusto e inequitativo del estado totalitario o fascista y lo sobre-explotador del mercado capitalista salvaje, es un discurso que los llama a la razón. Hace ver la verdad de las palabras, lo objetivo de los enunciados o actos de habla hechos con ellas; acciones humanas sobre la realidad material y cultural. Para desde allí poder evaluar y discutir mejor las distintas posiciones políticas ante los actos de gobierno.

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