Con el crecimiento de 2018 de 2.1 por ciento, esta administración recibió una economía tan sólida que, pese que en su primer año de gobierno la economía bajó 0.1 por ciento (la primera tasa negativa desde 2009), está gastando notables fortunas en sus prioridades.
Sí: primera vez que México termina el año en números rojos en 11 años, pero el gasto corriente del poder (sueldos y salarios, materiales y suministros, subsidios) creció 0.9 por ciento en relación con el último año de la administración anterior. Es decir: dinero tienen.
Por ejemplo, este año habrá 409 mil 479 millones de pesos para los 52 programas dirigidos a mantener y aumentar los votos: 52 programas que no tienen la obligación de tener reglas de operación ni pueden ser verificados por organismos autónomos o ciudadanos.
Y esos 409 mil 479 millones significan un incremento de 5.3 por ciento en relación con lo gastado en tales programas en 2019, según el Presupuesto 2020. O sea, meten mano al ahorro para funcionar y cumplirle a sus votantes, pero no producen dinero nuevo.
Vamos, el valor de lo que vendió en 2019 México al exterior (principal sostén de su economía) fue la cifra más baja desde 2016, con 461 mil 115 millones de dólares, básicamente manufacturas y coches: ambas muy por abajo de que vendieron en 2018.
Sin embargo, aun así gastaron a manos llenas. Por ejemplo, el gobierno compró en 375 pesos cada arbolito del programa “Sembrando Vida” ¡Y usó 15 mil millones de pesos en adquirir arbolitos!
La planificación de “Sembrando vida” fue tan deficiente que cumplieron apenas el 14 por ciento del plan de siembra porque… no pudieron encontrar plantitas para sembrar: la meta eran 575 millones, pero únicamente sembraron 80 millones.
El gobierno gasta mucho. En cambio, la gente está asustada y el año pasado se apretó tanto el cinturón, que México registró el peor año en el consumo mensual de los hogares desde 2002, con una baja de 12.9 por ciento.
De todos modos, el Ejecutivo dijo ayer que los datos económicos no son relevantes, ya que hay bienestar: “Puede ser que no se tenga crecimiento, pero hay desarrollo y hay bienestar, que son distintos”.
Claro que el mandatario tiene un privilegiado puesto de observación del país, pero mientras las mediciones conserven su valor, éstas señalan que México lleva tres trimestres con crecimiento negativo y eso, aquí y en China, se califica como recesión.
Salvo que los libros de superación personal tengan razón en sus frases de que la gente tiene un mayor bienestar cuando no consume ni gasta dinero. De ser así, entonces México está entrando a una etapa superior.
Y por eso 26 mil soldados tapan la frontera a los migrantes.