Las peores peleas empresariales, sin duda, son las familiares. Las peleas entre hermanos, primos, sobrinos o con el suegro son las más sanguinarias de las peleas corporativas. Como prueba un botón del momento: la familia Autrey. ¿Cómo es posible que una familia que era símbolo de la prosperidad empresarial del país hace apenas veinte años ahora esté metida en un lío del que hasta de atentados se acusan?
Uno de los hermanos, Xavier, acusa a su sobrino, Adolfo, de haber atentado contra su vida, la de sus nietas y hasta la de la nana de sus nietas, y lo que llevó al sobrino a pasar el peor momento de su vida, al ser acusado de un atentado y detenido. Sin embargo, hay indicios que apuntan a que lo de fondo es que el tío Xavier, simplemente, no quiere regresar el 50% de la hoy principal acerera del país, al resto de sus hermanos. Y entonces vino una cortina de humo para no regresar esas acciones controladoras de Grupo Acerero del Norte (GAN).
LA VERSIÓN, EN JUEGO EL 50% DE ACCIONES DE GAN
¿No es mucho el llegar a acusar de un atentado a tu propio sobrino para quedarte con unas acciones?
Dando la versión como cierta, las acciones que Xavier no quiere regresar a su familia son el 50% del principal grupo acerero del país, Grupo Acerero del Norte, la matriz de Altos Hornos de México.
Y esto sí es cierto: Xavier se quedó con el 50% de Grupo Acerero del Norte y no le ha dado nada a sus hermanos: Adolfo, Sergio, Carlos, Lorenza, Gabriela y Zital Luz.
Las versiones son que Xavier les ha propuesto mecanismos para entregar las acciones de control de la principal acerera, pero Adolfo (el papá del acusado del atentado) fue quien más se opuso. Y vino la acusación penal en contra de su hijo.
En otras palabras, el sobrino, quien por cierto no parece ni deberlas ni temerlas, pudo haber sido el chivo expiatorio de la querella familiar.
HACE 20 AÑOS, LA HISTORIA ERA DISTINTA
Lo dramático es que hablamos de una familia que hace apenas veinte años era ejemplo de emprendimiento. Todo había salido de la megadistribuidora de medicamentos de aquel entonces, Casa Autrey (que por cierto se la vendieron a la familia Saba).
En ese tiempo, la familia había destinado a sus distintos miembros a diversos sectores. Xavier ya comenzaba con el tema acerero al comprar Altos Hornos de México. Su hermano Sergio fue quien se metió a telecomunicaciones, con la telefónica satelital Autrey (GlobalStar) y después con la compra de Satmex. Adolfo mantenía el negocio familiar central, la distribución de medicamentos. Carlos en el medio financiero, con Inverlat ya socio de Scotiabank.
Dos décadas después, los derroteros de la familia fueron muy distintos. Xavier enfrentó un sinfín de demandas bancarias por acogerse a la anterior Ley de Quiebras y no pagarles a los bancos alrededor de dos mil millones de dólares. Adolfo tuvo que vender Casa Autrey. Sergio sufrió un revés fuerte con la pérdida de Satmex, donde se invirtieron cientos de millones de dólares, pero el gobierno terminó abriéndoles el negocio satelital. Carlos dio paso a Scotiabank, que se quedó con todo lo que fuera Inverlat.
Veinte años después, vemos a Xavier, viviendo en Texas, acusando a su sobrino de un atentado, bajo la sospecha de ser una cortina de humo para no entregar el 50% de Grupo Acerero del Norte al resto de sus hermanos. Historias empresariales de familia.
LA DGCA… SE PRONUNCIÓ
Dos días después de que la propia empresa Aeroméxico bajara los aviones Boeing 373 MAX 8, por fin salió la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGCA) a suspender las operaciones de dichos aviones.
“El Estado mexicano ha tomado la decisión de suspender, hasta nuevo aviso, todas las operaciones de las aeronaves marca Boeing modelos 737 MAX 8 y 9….”, dijo la DGCA en un comunicado.
La medida de la autoridad mexicana se da después de que en Europa y Estados Unidos ya se había prohibido el vuelo de esas aeronaves. Aquí en el país, Aeroméxico lo hizo dos días antes que la autoridad. Pero, bueno, por fin la DGCA lo hizo oficial. Es un avance.
Este artículo fue publicado en Excélsior el 14 de marzo de 2019, agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.