El Banco de México está teniendo una actuación ejemplar en esta crisis, la peor vivida desde la Gran Depresión del 29 (según el FMI). El instituto central dejó fuera cualquier rasgo contractivo y, sin temor, está entrando de lleno a instrumentos que ayuden a aminorar la recesión que comienza a vivirse en la economía mexicana. Ayer, en reunión sorpresiva, no sólo bajó la tasa de interés de 6.5 a 6%, para facilitar los créditos, sino que también anunció diez medidas de liquidez que apoyan el funcionamiento por hasta 750 mil millones de pesos del sector financiero mexicano.
HERRERA VE SENSIBILIDAD EN EL BANXICO
¿Con esto el Banco de México deja fuera su objetivo de bajar la inflación? Desde luego, no. Al contrario, el instituto central evaluó las posibilidades de presiones inflacionarias, sobre todo porque viene un dólar más caro que traerá importaciones más costosas. Pero, como es tan fuerte la recesión y la caída del petróleo, evaluó que no habrá problemas inflacionarios. Y en una actuación de llamar la atención, se mete de lleno a ayudar a la economía mexicana, que va en picada.
Las medidas tuvieron el reconocimiento del secretario de Hacienda, Arturo Herrera, quien comentó que el Banco de México estaba “mostrando sensibilidad ante una situación tan retadora como la actual”.
A la reunión de la Junta de Gobierno del Banco de México acudieron, por Hacienda, el propio secretario, Arturo Herrera, así como el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, quienes tuvieron voz, pero no voto en la reunión del instituto central.
AHORA SÍ, UNÁNIME, LA JUNTA A FAVOR DE BAJAR TASAS
La Junta de Gobierno del Banco de México estuvo completa, encabezada por el gobernador Alejandro Díaz de León, y donde estuvieron Jonathan Heath, Gerardo Esquivel, Irene Espinosa y Javier Guzmán.
Por unanimidad, estuvieron de acuerdo en reducir la tasa de interés de referencia, de 6.5% a 6 por ciento.
Y lanzan diez medidas para mejorar la liquidez, los canales de crédito y ordenar los mercados, entre ellos el cambiario. Buscan normalizar, dentro de lo que se pueda, el funcionamiento financiero, y que los bancos puedan prestar a la micro, pequeña y mediana empresas.
CRÉDITO Y LIQUIDEZ, LA CLAVE
Entre las diez medidas, está un programa por hasta 250 mil millones de pesos. El Banco de México libera recursos del Depósito de Regulación Monetaria (DRM) a los bancos. Y los bancos podrán prestar a personas o pequeñas empresas, pero siempre y cuando el registro del crédito lo lleve un banco de desarrollo.
Otra de las diez medidas busca ordenar, dentro de la libre flotación, el mercado cambiario. Se trata de tener coberturas cambiarias en dólares con contrapartes fuera de México, que operan en horarios en los que los mercados nacionales están cerrados. El peso es la moneda más operada de economías emergentes y se le podrá dar cierto orden en su cotización en mercados asiáticos y europeos.
En conclusión: el Banco de México está poniendo de su parte, en liquidez y créditos, para evitar una recesión tan profunda en la economía mexicana.
Este artículo fue publicado en Excélsior el 22 de abril de 2020, agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.