Como “decepcionante”, “ningún cambio”, “nada nuevo” y “mucho ruido y pocas nueces” fue calificado el Plan de Negocios de Pemex presentado hoy por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador al Consejo de la paraestatal.
Fue la firma norteamericana Citigroup, a través de su área de estudios económicos, la que lanzó duras críticas al proyecto que durante muchos días fue presumido por el presidente como la estrategia indicada para rescatar a la paraestatal.
“La estrategia no resuelve los principales problemas estructurales de la empresa y el gobierno confirma que no entendió la naturaleza ni la importancia de la fragilidad de Pemex”, señala un documento elaborado por especialistas y presentado a clientes de Citigroup.
“El plan de negocios no trae nada nuevo. El gobierno federal reducirá la tasa impositiva del derecho petrolero principal que recauda de Pemex, el DUC (Derecho a la Utilidad Compartida). La tasa impositiva es del 65 por ciento para 2019, será del 58 por ciento en 2020 y del 54 por ciento en 2021. Esto le dará a Pemex 45 mil millones de pesos en 2020 y 83 mil millones de pesos en 2021, significativamente menos en comparación con lo que hemos dicho que es necesario”.
Dichas inyecciones de capital son “decepcionantes” y a ello se agrega que la participación privada se dará a través de una modalidad que “en el pasado no ha funcionado”, limitada a los servicios y vetada para exploración, perforación y producción. En otras palabras, “no hay ningún cambio”.
Asimismo, se señala que la anunciada construcción de la Refinería de Dos Bocas gastará recursos que Pemex no tiene, dinero que hace falta para la perforación de pozos, la actividad que deja ganancias. La primera es que la construcción de la Refinería de Dos Bocas va requerir de muchos recursos (que no tiene) , y a distraer a PEMEX de su actividad principal, que es la perforación.
Otra falla de la estrategia es que sólo considera la exploración de aguas someras y tierra firme, y deja de lado la exploración de aguas profundas, que es donde se obtienen mayores cantidades de petróleo.
Todo lo anterior aumenta la probabilidad de que Moody’s califique a Pemex como “chatarra” o “basura” (“junk”, en inglés).
El documento señala también el complicado escenario económico que ya vive el país, mismo que el presidente López Obrador ha negado reiteradamente asegurando simplemente que “vamos muy bien”.
Con la desaceleración de la economía y los ingresos fiscales para 2019 y 2020 con un sesgo a la baja, un escenario menos optimista para los precios del petróleo en el mediano plazo y el aumento de los presupuestos para los programas sociales y proyectos de infraestructura de la administración, parece que será difícil mantener un superávit primario”, en la operación de la empresa.
Dada la importancia de la empresa petrolera en la economía mexicana, la mala estrategia tendrá impacto en las finanzas públicas.
Se esperó mucho tiempo por la presentación de la estrategia de Pemex, pero al final “fue mucho ruido y pocas nueces”, asegura.
