En una puntual reseña titulada “Originalidad. Dresser y Volpi: inspirados”, León Krauze hace un análisis comparativo con America: The Book [Warner, 2004] del irreverente periodista estadounidense Jon Stewart.
Con la mano en la cintura y sonrisa de Gioconda, Denise Dresser se definió como “una mujer de riesgos” en la entrevista que publicó La Revista del 10 de abril [de 2006]. La periodista Fernanda Figueroa abundó en preguntas referentes a su intimidad familiar, gracias a la cual los pobres mortales pudimos saber que es esposa de un canadiense “muy alto y rubio” (muéranse de envidia, jodidas) o que a sus hijos gemelos se les cayeron los dientes al mismo tiempo.
Un tema menos interesante fue el de su libro más reciente, titulado México. Todo lo que un ciudadano quisiera (no) saber sobre su patria, del que es autora —nominalmente— junto con Jorge Volpi. “Es una bomba: no deja títere con cabeza”, aseveró la doctora por la supuesta ironía que hace del sistema político mexicano. Uno podía haber pensado que desde Daniel Cosío Villegas no se había escrito algo mejor en esta materia; pero León Krauze, en el número de mayo de Letras Libres, demuestra que esta “bomba” yucateca no es más que una paloma cebada.
En una puntual reseña titulada “Originalidad. Dresser y Volpi: inspirados”, León Krauze hace un análisis comparativo con America: The Book [Warner, 2004] del irreverente periodista estadounidense Jon Stewart. Desenmascara así la patraña: página por página se trata de traducciones o adaptaciones en las que apenas se cambia la palabra América por México o los nombres de los héroes patrios y de los políticos más importantes. Algo así como lo que en administración de empresas llaman tropicalización. Las similitudes son tantas y tan obvias que Krauze dice de manera contundente: “El asombroso parecido entre ambos libros adquiere tintes realmente sospechosos en los últimos capítulos: no sólo fusilar, sino hacerlo a la carrera, para llegar a tiempo ¿a las campañas?, ¿a la cúspide del genio?”