Por mandato presidencial, la Secretaría de la Defensa elaboró en 1965 el Plan de Auxilio a la Población Civil, conocido como Plan DN-III, que es un “instrumento operativo militar que establece los lineamientos generales a los organismos del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, para realizar actividades de auxilio a la población afectada por desastres de origen natural o humano, optimizando el empleo de los recursos humanos y materiales para su atención oportuna, eficaz, eficiente; apoyando además, en la preservación de sus bienes y entorno”. Es un plan que atiende consecuencias, y no está diseñado para acciones preventivas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, dijo que para atender la epidemia del Covid-19, si se requiere, ya se alista el Plan DN-III. “Se está actuando de manera responsable y no debe caerse en el miedo”, dijo para atenuar las ansiedades y preocupaciones de la población.
“Hay un gobierno que protege al pueblo. Ya no es el gobierno de antes, de gobernantes irresponsables que aprovechaban circunstancias como estas para robar”. El discurso de siempre, ligado a la corrupción, soslaya la parte medular: el Plan DN-III no contendrá la pandemia; luchará con los efectos.
Para estos tiempos, ya no se sabe si el Presidente habla en serio, si trata de distraer la atención hacia temas que no lo confronten, si es una ocurrencia o broma. La credibilidad en su palabra en esa crisis de salud se agota crecientemente. Dentro de su propio gobierno han comenzado a dejar de escucharlo para actuar sin esperar que tome decisiones. Aguardar a que se asuste y decida a cambiar las cosas –como le pasó frente al presidente Donald Trump–, puede ser letal para la población. Depender de un líder cuyo ego es mayor que el interés público, es de alto riesgo para la nación.
El antídoto al proceder presidencial lo produjo la Guardia Nacional, que elaboró un Plan de Continuidad de Operaciones para hacerle frente al Covid-19. El documento tiene 28 páginas y fue preparado en la última semana por la Dirección de Logística y Adiestramiento, y de Planeación y Análisis Estratégico. En él se refiere a la velocidad del contagio y anticipa que el número de muertes y países afectados aumentará.
En México, desde el punto de vista de seguridad pública y nacional, agrega, “la situación puede agravarse toda vez que al contar con una tasa alta de infectados puede colapsar los sistemas sanitarios y provocar bajas sustanciales en la fuerza laboral. Si además se limita el tráfico de personas y de mercancías, las repercusiones económicas pueden ser tanto o más graves que la propia enfermedad, lo que puede conducir a una CRISIS POLÍTICA Y DE ESTADO”. (El énfasis es del documento original).
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