Los sindicatos y grupos sociales que se oponen a la reforma laboral del gobierno francés fueron finalmente autorizados a manifestarse este jueves en París, apenas unas horas después de que se había prohibido la marcha por razones de seguridad. Las protestas, no obstante, se llevarán a cabo con un itinerario diferente propuesto por el ministro de Interior, Bernard Cazeneuve.
Los secretarios generales de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martínez, y de Fuerza Obrera (FO), Jean-Claude Mailly, informaron a la prensa sobre el compromiso alcanzado, que les autorizó a desfilar desde la Plaza de la Bastilla por el canal del Arsenal, en dirección al Sena, y de vuelta al punto de partida.
Tres horas y media antes, la policía había expresado su decisión de prohibir la marcha convocada por los sindicatos, alegando la necesidad de evitar altercados como los registrados en anteriores manifestaciones, y en particular el pasado día 14.
La prohibición generó reacciones en contra, procedentes en particular de todo el arco sindical, hasta de la CFDT, que apoya la reforma laboral, de la izquierda, e incluso de una parte de la derecha y del ultraderechista Frente Nacional. Las organizaciones convocantes insistieron en que su manifestación es pacífica y se deslindaron de otros grupos violentos que pretendieran infiltrar su movimiento.
Indicaron que más allá de la polémica de permitir o no la movilización, llamó a no desviarse del tema central, a saber, el proyecto de ley que afirmó que tiene en contra a la mayoría de la opinión pública y favorece "el dumping social". Asimismo reprocharon que el presidente François Hollande, no haya respondido a la carta que las siete organizaciones le enviaron el 20 de mayo para dialogar sobre esta reforma.
(Con información de EFE)