febrero 23, 2025

A la espera de extraterrestres en el Río de la Plata

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5 de diciembre de 2011, verano furioso en Buenos Aires. Son las 6 de la tarde en Corrientes y 9 de julio. Me encuentro bajo la sombra del obelisco con Alfonso Barbieri, artista de plástico, músico, estrella de rock, productor, provocador, fumador compulsivo, hipocondríaco, paranoico, fantasioso, verborrágico, fanático, sensible, rebelde, intuitivo, irónico, exagerado, tierno, dulce y apasionado.

Mañana sale a la venta su tercer disco como solista: Valses eróticos del río de la concha de tu madre. Está trabajando una nueva serie de collage, Vanitas, un homenaje a una moda del barroco -anterior a las naturalezas muertas-, la vida puesta en contraposición a la muerte. Alfonso nació hace 35 años, se ha enamorado una y mil veces, realizó su primera exposición a los 14 años en el Museo de Arte moderno de Santa Fé; no terminó la secundaria porque no la soportaba. En 2007 una de sus exposiciones fue destrozada por un grupo de católicos ortodoxos indignados porque sintieron blasfemada la figura de su madre y su padre, fue entonces cuando Alfonso escandalizó la ciudad de Córdoba y se exilió en Buenos Aires.

Por lo pronto -mientras esperamos la inminente llegada de extraterrestres- tomamos cerveza y conversamos acerca del arte y el poder; él tiene sombrero de furibundo filibustero y ojos de mujer.

Cuentanos cómo llegaste a ser quien sos

(Enciende un cigarrillo) Todo el tiempo me estoy cuestionando quién soy. Hay una escala de valores rarísima respecto a eso, y creo que desde chiquito se forjó sobre todo tener claro quién no quería ser. Por el laburo de mis viejos que hacían el relevamiento del patrimonio artístico nacional, viajaba provincia por provincia y eso implicaba meterse en iglesias, conventos, cementerios, casas particulares, etcétera. Tener una relación muy cercana con la iglesia me hizo ver un montón de cosas desde muy chiquito y siempre tuve claro que yo no quería pertenecer a ese lugar, no a la iglesia en sí, sino a ese dogma pelotudo que prohíba cosas y que arbitrariamente ponía un castigo mágico. De “hacés esto y mágicamente te va a pasar esto otro”, me pareció una versión muy mediocre de la magia, con lo cual me empecé a juntar con magos pero de verdad, uno de ellos es mi hermano que también es pintor, artista plástico, Pablo Bolaños y creo que él me ayudó mucho también a forjar cierta visión de las cosas. No tenía claro si quería ser médico, veterinario o astronauta. Y bueno acá estoy: desde el jardín de infantes yo decía: -¡No me gusta la plastilina, me da alergia, dame un lápiz la concha de tu madre!-. Me acuerdo que se armó un quilombo en el jardín de infantes porque hice un cementerio y en las tumbas puse el nombre de mis compañeritos. También hay una relación con el divertirse, la visión del humor con la vida, no quedarse tildado con la solemnidad impuesta, la solemnidad política, la solemnidad religiosa.

En México la muerte está más naturalizada, para bien y para mal. Se juntan el “Día de Muertos” en el cementerio arriba de las tumbas a comer la comida preferida del muerto, emborracharse y bailar.

Maravilloso… yo alguna vez voy a vivir en México, estoy seguro, no fui antes porque me dan un poco de miedo los terremotos y eso, pero es una idea que me hago, yo sé que no es tan común pero siempre tuve ese miedo, pero todo el mundo me dice: vos tenés que vivir en México. Te va a volar la cabeza.

¿Qué es para vos el arte, cuál es su naturaleza?

Para mí es… creo que cada vez lo tengo más seguro, la forma más noble de distracción con respecto a la idea de la muerte. Después hay otras ramas como que el arte ayuda a entender la muerte -si es que lo podés lograr-, pero en mi caso particular es “hago cosas que me hacen olvidar que voy morir”. Me invita a reflexionar desde un punto más interesante, más incisivo digamos. Ahora si le buscamos en la vida terrestre una función concreta, prefiero un médico, sos más útil.

¿Y cuál crees que es la naturaleza del lenguaje artístico?

No se, (piensa)…no se ¿eh?. Y creo que no quisiera saberlo. Quizás ese es también el enfrentarme a los academicismos ¿no? Y al explicar cosas. No sé, cuando hago una muestra o un disco me cuesta decir, “y por qué esto… y porque lo otro…”, si bien no todo es azaroso, me gusta la idea de que a partir de que uno lo muestra empieza a pertenecer a otro, justamente por la interpretación que le da. Eso me parece maravilloso. No subestimo a nadie y además es totalmente anti capitalista, no es más mío, hago un tema y lo están cantando 100, bueno es de ellos. Me encanta esa idea. Hay una cosa con las estrellas de rock, o los grandes pintores, esa idea instalada de que son únicos, de que solo ellos lo podrían haber hecho eso. Yo no estoy tan seguro de eso, me parece que hay un verticalismo en pensar “solo Dalí podía pintar así” yo diría que solo Dalí estuvo en ese momento histórico y se hizo notar, pero bueno, ¡cuántos artistas que pululaban o que siguen pululando son geniales y nos los conoce nadie! Si bien está claro que Dalí era un gran marketinero y me parece muy bien, quizás el caso de Warhol es más cuestionable a partir de lo que se genera luego de su muerte, esa especie de moda de que “todo es arte” porque él dijo que todo es arte “pongo esta botella acá y es arte”. Pero claro si te bancás poner una botellita en un museo tenés que tener un back-ground como Warhol. Me refiero a que ahí sí hay una especie de fiambrera que empezó a reproducir pelotudos que dicen “Si Warhol hizo la sopita Cambell entonces yo voy a a hacer la…” Pará! No lo estás sosteniendo bajo ningún punto de vista, desde ningún puto de vista! (risas).

¿Crees que el arte hoy es una mercancía?

Para cierto grupo de empresarios y galeristas sí. Pero es un valor que se lo ha puesto en un lugar muy vacío. Mirá el pelotudo este que hizo una calavera con diamantes y sale miles de millones de dólares, es una provocación, se convierte en una mercancía, tiene algo que ver con el planteo warholiano. A mí me agarra una cosa de extrañar a los pintores del siglo XIX: tomando ajenjo, sin un mango, que no les gustaban a nadie o a un par de galeristas que creían en ellos, pero los veías generar sin ningún tipo de expectativas. La computación también ha estandarizado un tipo de estética que sí es totalmente mercancía, lo ves en las tapas de los discos. Me cuesta un poco esto de… “soy artista plástico pero nunca agarré un pincel”, pero no por dogmático sino porque me parece que tenés que pasar por la experiencia: el músico que hace música electrónica tiene que agarrar una guitarra en algún momento aunque no la sepa tocar; no me interesa el resultado, sino por la experiencia en sí. Sí, creo que el arte es una mercancía bastante graciosa: en los noventa estaba de moda el elefantiasis, todo tenía que ser enorme, me acuerdo que me decían -¿por qué no dibujás esto mismo pero de 3 metros por 4 metros?-, y -¡Porque no quiero, porque no se me pasa por el quinto forro de las pelotas y porque no quiero en tamaño grande como está pintando todo el mundo, no tengo espacio, no tengo plata para el coso!-. Es como una banda que vende mucho y yo entro en conflicto, ¿cuál es el objetivo, que te conozca mucha gente y que mucha gente cante tu canción?, bueno, ponele. ¿Y cuándo estés en ese lugar qué te pasa adentro?, me siento raro, ¿quiero más de eso?, ¿quiero un estadio de gente cantando mis canciones?, ¿está realmente bueno ese lugar de poder? A mí me parece un poco ridículo.

¿Y entonces, para qué sirve el arte, cuál es su función?

Para mí no sirve para nada. Yo no le encuentro ningún tipo de sentido, salvo el que te decía de la visión personal, esto de la muerte, de cierta distracción para la pelotudez humana y maravillarse de ciertas cosas que me parecen totalmente ridículas y surrealistas como “mirá qué bien pinta las hojas, las pinta igual que en la realidad” muy escuchado en galerías ¿y? Después viene un fotógrafo y les saca una foto. Yo me atribuyo… mi relación es con el surrealismo! Quiero decir que para mí ahí está el crack, ahí se quiebra algo, hay un cuestionamiento a lo humano como espectador, como creador, ir más allá de lo surreal que ya es la fucking vida. Después va evolucionando la ciencia y hasta los cuadros más surrealistas son totalmente posibles. Entonces por ahí somos como médiums o futurólogos, o son visiones de otros planetas, magos, eso me parece muy divertido.

¿Dónde crees que converge el arte y la política?

Algunos dicen que no necesariamente tiene que estar relacionado el arte con la política, o no necesariamente el arte político es mejor que el arte a-político.

Para mí cualquier tipo de expresión, por más fría que sea- y vuelvo a Warhol- es un razonamiento político, porque nos relacionamos con otros seres humanos y eso ya es hacer política; con lo cual no necesariamente me parece que la escala de valores venga de tener un discurso estrictamente político, es decir, aquél que hace menciones políticas sea superior a un artista que pinta paisajes. Pero en un punto, y ahí está lo interesante de cultivarse y leer, por qué Vang Gogh pintaba un paisajito, ¿en qué estaba pensando?, ¿cuál era su situación social?, ¿tenía un pensamiento político?, definitivamente. Goya es político, concretamente político.

Yo soy político.

¿Y en ese sentido cuántas maneras de hacer arte existen?

¡Infinitas! Pero creo que no se pueden abstraer de la situación donde estás parado. ¿El diseño gráfico es político? Yo creo que sí, para mí Coca Cola tuvo siempre pensado el slogan de toda la vida “Es sentir de verdad”, “Pertenecer tiene sus privilegios” de “Mastercard”. Para mí tiene una relación total.

¿Pensás que existe alguna diferencia entre los artistas y la gente que hace arte?

Sí, es horrible decirlo porque suena re elitista. A mí siempre me costó la palabra artista por elitista justamente, me presento como “un artista”, a mí me parece vulgar, creo que te lo tiene que decir el otro, y en qué se ve eso, creo que en la profundidad que logres con respecto al otro, el otro empieza a sentir cosas con lo que vos hacés, él decide si sos o no un artista. Típica frase “él tiene un modo de vida re artista” ¿qué es un modo de vida re artista, la concha de tu madre? ¿drograse? No, conozco a miles de gentes que yo podría denominar artistas y no se toman ni una Coca Cola porque les da taquicardia y son una maravilla y miles de artistas que no han llegado a la masividad. Artista es una palabra horrible, no me gusta, es muy académica. Yo siempre digo que soy “artista de plástico”, no me siento especial porque no soy especial.

Todos son especiales, hay gente que encuentra su especialidad haciendo jardines. No es por ponerme relativista, obvio que existen chispitas en ciertas personas pero eso no quiere decir que no lo puedan lograr otras personas. Es como el acido lisérgico que te abre partes del cerebro que no usamos. Hay gente que no está usando esa parte por costumbre o por educación o por whatever…

¿Cuán libre sos vos para crear?

Me peleo conmigo todo el tiempo, tengo mi propio dictador que me prohíbe hacer ciertas cosas que ya sé que no me gustan y que no me llevan a ningún lado.

Y está bueno como práctica porque a veces veo cosas muy cool que no dicen nada. A veces está bueno tener algún dictador interior que te mate algunas cosas medio pelotudas; por esta idea del líder interior que te diga “pará, no vas a hacer esto, esto está mal, es horrible”, por más que pueda llegar a ser una producción que venda, te estás dejando llevar por tu maestro, tené una influencia, dejáte llevar por tu maestro, dejáte influenciar pero guarda, ¿quién enseña a quién y cómo viene la escuela? Creo que el generar futuro y prosperidad es matar a nuestros padres.

(Silencio)

¿Qué es lo que la iglesia le envidia al arte?

Je. Está bueno el planteo. Le envidian la idea de volar más allá. Cuando empiezan a pintar iglesias, la Sixtina, -¿Qué estás haciendo pibe? -!Estoy pintando a dios la concha de tu madre!-. Yo creo que envidian la posibilidad de razonar, de pensar y de permitirse otros mundos. ¡Volvemos al principio de la charla, eso es el arte: pensar en otros mundos, otra cosa!. No aquello de que… cuando me muero si me porté bien voy acá, si me porté mal voy allá. Otra planteo, me peleo con todo eso, lo cuestiono… Darwin, el chabón re contra católico y de repente se da cuenta -¡Ay! No, boludo, venimos de los monos, la puta madre que te parió!- y así entra en el mejor conflicto que pudo entrar un científico entre los últimos miles de pensadores. Me parece que ese fue “el cuestionamiento”. Crea su propia religión, su propia iglesia. Ni hablar de los señores que miraban las estrellas. Quiero decir que ir a Las Galapagos y darse cuenta que venimos del mono, eso es un hecho artístico maravilloso.

¿Como artista que experiencias te han hecho sentir poderoso?

No sé, por ahí esto de que tenés adentro el ego, el dictador interno al que me refería. Generar algo que movilice gente, es muy confuso eso, o que tengas un problema público con una eminencia recontra discutible como es la iglesia y de repente empezás a “ser referencia para mucha gente”, ir contra dogmas tan de mierda me encanta. Ahora, ser el que hace carrera con eso y vamos a quemar iglesias y “yo soy el representante de los anti iglesias” me parece una mierda.

O sea si sirve de disparador, fantástico; pero yo no quiero estar en el lugar de líder de nadie. Por eso nunca podría ser Presidente o militar, representante de un partido político; aunque por primera vez tengo simpatía con un movimiento político que es el Kishnerismo, no estoy capacitado para decir dónde está el bien.

¿ Y cómo artista qué es lo que te obsesiona?

Si es en cuanto a la obra es eso, superarme constantemente a mí mismo. Ver cosas que hice hace diez años y decir ¡fa! puedo hacerlo diez veces mejor. Reírme de eso con el valor que tiene, porque también son como hijitos que uno tiene, ¿viste? Hay una cosa que me obsesiona y son los formatos, estoy haciendo cosas muy chiquitas, muy japonesas, muy de detalle, me he vuelto más japonés, más sabio, más chino: pazyciencia (risas). Pero estoy mucho más tranquilo, hay una cosa con el reconocimiento, uno siempre quiere más y está muy bien pero yo sé que ese más para mí va a venir después de que muera. Es como que molesto a la obra, si bien hago marketing -a mi modo- sé que estoy desfasado, a mí me van a valorar masivamente de acá a 100 años, estoy convencido de eso, sé que va a ser así y como idea me parece absolutamente romántica y divertida. Lo presenciaré como un fantasma.

Eso es ser inmortal, casi…

Es que en un punto yo creo un poco en eso…no sé si en la inmortalidad, si reencarno en un ratón o en otro… o antes era Julio Verne…no sé si me copa como idea pero la idea del fantasmita volando por ahí me gusta por un lado; y por otro me intimida, porque las veces que me hago la paja pienso en mi mamá que puede llegar a estar dando vueltas por ahí y me pone muy nervioso (risas). Es como “¡Uy dios, que no sea tan así mi versión!” -Todo lo que dije lo digo con todo el sentido del humor y la ironía del mundo-. Para mí el surrealismo, que es donde yo me siento absolutamente relacionado, es el sentido del humor en distintos estratos. Reírse de uno mismo, no darle el peso que tiene a lo que hacen creerte que tenés. Lo voy a nombrar por décima vez: estar en un estadio con un montón de gente que canta tus canciones te hace creer que sos bárbaro, pero no sos bárbaro

¿Qué diferencia ves o sentís entre la concepción que vos tenés de vos mismo y el reflejo que la gente te devuelve?

A veces es abismal y a veces no. Obviamente que los más cercanos a veces te ponen en jaque tus creencias. A mí me gusta ver Bob Esponja, boluda, flasheo, me parece un invento maravilloso. Podría nombrar miles…Disfrute ver a Bob Esponja y un discurso de Cristina. Otra cosa divertida es eso: la visión del otro con respecto a uno. ¡Qué divertido que es!” esto de “muestro”, ¿sino para qué mierda lo hacés? La visión del otro es re válida, es lo que te sirve para… A ver, no conozco a nadie que haga cosas para él ” Yo pinto para mí”, ¡mentira! Lo que querés es relacionarte con el mundo, con el otro.

El arte puede ser también una manera de comunicarse con el mundo…

Y sí, yo pienso esto muchachos y listo. Te gusta, no te gusta… Ahora: no me lo rompas!

¿Por qué no? (risas)

En todo caso decime que me lo vas a romper y por ahí yo te autorizo. Pero yo los quiero, son hijitos, no me los rompas. Si bien -poniéndome en un lugar de análisis intelectual- podría decir, que venga alguien sin decirme nada y me rompa toda una exposición, sumado a que son católicos…Y a mí me llena de orgullo, pero no está bien, es una mierda que pase eso. Igual, provocar algo me parece lo más válido, lo que resume todo esto: placer, odio, lo que sea. Provocar, generar algo en otro, esa burbujita, una química. Tiene algo de magia. “Uh!, dibujé una pija en una servilleta, y la dejo ahí”, alguno se irá a reír, es buenísimo, es divertidísimo. Yo no espero nada de…. ¡Mentira! Los que dicen eso son unos ladrones de gallinas.

¿Cómo es tu mundo interior?

¡Uy, un quilombo! (risas) Un berenjenal!…Todo el tiempo pienso que me voy a morir, estoy paranoico, un quilombo, boluda. Fumo mucho, me pongo en pedo muy seguido, al día siguiente resaca y “Ay , tengo que dejar de fumar…El alcohol es una mierda, se me va la resaca y vuelvo a lo mismo!” y así hasta que me muera. Que me duele el corazón, que me dan palpitaciones… (risas). Que no sirve de nada lo que hago y después me escribe “¡Che, que bueno esto!” y ahí digo “No, la verdad que está bien”…Un bardo mi cabeza. Lo que sí tengo claro es que defiendo mis ideas, por chiquitas o grandes que sean. Creo que las ideas mueven el mundo y no el dinero. Son las ideas las que han hecho rotar la tierra desde siempre, incluso la idea de que la tierra rote es una idea. Ponéle que no es así, que la física cuántica se equivoque…es una idea. El dinero, más vale, buenísimo, yo también quisiera ir a Cancún una semana para ponerme en pedo y no con hijos… Que se yo, va, viene, se transforma, te da ciertas satisfacciones…pero las ideas, ¡la puta que lo parió! son definitivamente lo único que sirve. Y también realizarlas, eh? El desafío, la aventura de realizar una idea propia y defenderla y creer en eso, pero fervientemente, con el riego de equivocarse y todo lo que significa para el ego, el error…

¿Creés que sos un visionario?

¡No, ni en pedo! Eso lo van a decir de acá a 100 años. Lo único que sé es que quiero durar lo suficiente para estar presente cuando vengan extraterrestres, es lo único que me obsesiona y mucho, posta. Con lo cual la idea de visionario… Ay, boludo por favor, quiero ser lúcido en ese momento… Ahí va a cambiar. Cambia todo. Es absolutamente maravilloso, es lo que nos falta, ya está todo podrido. Nos falta eso. Darwin era un visionario… ¿Además con relación a qué?, es una mochila que tampoco me interesa cargar, viste. Además, ponéle en vida ser un visionario, ¡Ay, qué quilombo! No te podés correr del lugar de visionario, quiero ser ciego (risas)… Quiero estrellarme con mi auto en una ruta.

No, es una mochila muy rara, que las estrellas de rock se la creen. “¡Ídolo, genio!” ¡mi dios! Que embole, me parece re limitado. ¡La reinvención de uno me parece re válido, el error, genio las pelotas! Como idea es romántica, Einstein, bueno, más vale! Pero en el mundo de las artes es como que la gente se transforma, se vuelve jerárquica. Al músico que le dicen genio no le podés tocar el orto y si no sonás como él… Y ser joven y exitoso y que te digan genio me parece una mierda.

¿Creés que pertenecés a una generación? ¿Podrías definirla si es así?.

Si, hay muchos que nos juntamos de nuestra edad y hablamos de cosas parecidas. Lo que por ahí hinchó las pelotas es que sea una generación más activa, menos solemne; más irónica y permisiva con el humor con respecto a… creo que lo es ya, con esta idea de matar a los padres -en sentido amplio- a los ídolos, a los disco que nos han marcado; decir también hay otras cosas, no sonar como esto, o no pintar como esto y es buenísimo. Ruptura constante. Me parece que tiene que haber más de eso. Hay como una especie de pachorra también. “Hice un tema medio Beatle” ¡pero ya lo hicieron los Beatles, boludo!. A mí me encantan los Beatles pero basta. Aplicado a todo, ¿eh? Inclusive siendo simpatizante o de una idea política como es el kirchnerismo, también la cuestiono, me permito discutir con ultra kirchneristas y decirles “esto es una cagada”. Me parece sano y que construye la crítica para adelante, no la que anula. Y la que no quiere ver.

¿Cómo ves el mundo del arte hoy?

Me parece que hay mucho de todo. Hay mucha moda excesiva, mucho diseño, me falta que surjan tipos menos performáticos -para decirlo de alguna forma-: un tiburón puesto en una gelatina que va a durar un montón de tiempo te lo vendo a 50 mil millones de dólares, a un jeque árabe, y eso se pone como “el paradigma”. Y salen en todos los medios, me parece una pelotudez. Sin embargo veo a un montón de amigos míos que hacen un dibujito en su libretita y siento que tienen una belleza y una profundidad…que las galerías no cuentan porque tal revista dice que eso no va; entonces exponen en lugares muy marginales, con una luz de mierda, es como un gran mundo del espectáculo ridículo, mucho esnobismo, mucho no decir nada, nada en profundidad. Esa cosa…la pasión, no veo pasión, veo un montón de esténcils: repetición de repetición, de repetición. Eso veo, y en la música también lo veo.

¿Y cómo crees que va a ser el arte del futuro?

No sé, me la imagino muy tecnológica. Y también pienso lo que le está pasando a la música al respecto, el formato ya cambió, vos te podés bajar un disco y está muy bien. Por ahí tenga relación con eso, por ahí tenga relación con experimentar el arte de otros planetas y eso de repente empiece a influir en los humanos y ver cómo pintaban o el concepto del arte en otros planetas. Yo creo que está muy agotado el humano en general; es decir lo que vemos que avanza y nos sorprende es la ciencia y la tecnología… Pero cierto agotamiento con las ideas, estamos dando vueltas en lo mismo; hace mucho que no veo una revolución de verdad, la revolución es tecnológica.

Y los fuking académicos le dicen al dibujo arte menor, quizás que el dibujo un día domine el mundo. ¿El Museo de Bellas artes de Buenos Aires cómo puede ser que no tenga una sala dedicada a dibujantes argentinos?: Quino, Caloi, Osqui, Landrú, Fontanarrosa, no puede ser. Creo que los academicismos también se tiene que ir a cagar, me tienen las pelotas chatas, creo que a todo el mundo le tienen las pelotas llenas. También rigen esta cosa de ¿qué es bueno, qué es menor, que es mayor?. “El lado oscuro de la luna” es un discaso pero también estaban Los Jaivas haciendo un discaso, ¿Por qué Pink Floid tiene la masividad que tiene y Los jaivas no? Bueno, Imperio, poder…eso también te cambia la croqueta un poco. Y me estoy refiriendo a Los Jaivas influidos por Floyd. Eso también está cambiando un poco con Internet, hay bandas inglesas que escuchan bandas peruanas en Londres, eso es positivísimo para el futuro. La cumbia, loco. (…) Y las estrellitas de puntuación en las revistas cuando dicen si tu disco es 5 de 5, decís -¡Ay, boludo, soy el mejor compositor de la historia!- No. Es mentira, también las estrellitas son una mentira, todo es una mierda. Sí son un mimo, ahora, cuando no está, cuando se le cruzó al señor que criticó tu disco (que un señor determine en un medio masivo si lo tuyo es bueno o malo, dios mío, qué pelotudez!) Y te dan ganas de romper cosas.

Pero eso hay que superarlo, yo aprendí de a poco a superarlo. ¿Quién es, por qué le das ese poder?, ¿Por qué lo tiene un medio masivo? ¡Que te chupe un huevo el medio masivo! “En la cancha se ven los pingos”.

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