Varios amigos compartieron esta imagen en Facebook, fue tomada cuando ocurrió el temblor del 7 de septiembre, en la Ciudad de México, por Luis Pérez G. Me conmueve. La comparto también al ser una estampa de un momento en el que las putas se funden con millones de ciudadanos que nos encontramos desguarnecidos en ese instante que nos parece eterno; a la intemperie como ellas siempre, todos los días, descobijadas frente a la condena moral, el maltrato de la autoridad y el chantaje de los padrotes o chichifos. Por estas razones la instantánea me parece espléndida porque, además de su encuadre y su sentido de la oportunidad, nos funde con los sentimientos de aquellas mujeres y seguro que también de hombres que comercializan su cuerpo en pleno uso de su libertad; podría ser un emblema para reconocer lo lejos que estamos de las sociedades modernas, donde su labor está legalizada.
