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Para una gran Maestra de vida, mi querida Alicia.

En los meses anteriores, hemos estado hablando de los grandes esfuerzos de las mujeres por consolidar la igualdad, alcanzar su lugar en la democracia actual del país y lograr el papel protagónico que tenemos las mujeres hoy en día. Esto no sería posible sin la firmeza de los ideales de las mujeres que iniciaron esas luchas. 

Por eso, en esta ocasión deseo rendir un homenaje a una gran mujer, a quién tuve el honor de conocer y compartir a través de su hija Alicia Téllez Sánchez,  mi amiga, maestra y compañera. 

Alicia Guillermina Sánchez Jara fue una luchadora social, feminista, sufragista y priista el cien por ciento de su vida. Cuando muere en octubre de 2020 le faltaban seis meses para cumplir cien años; ella decía que quería morir de esa edad porque estaba cierta que después de esa fecha las mujeres serian iguales en todo a los varones. Defensora de las instituciones, respetuosa de las estructuras y por lógica siempre fiel, honesta y hecha para recibir y cumplir instrucciones, por ello aprendió también a tomar decisiones, a ser una líder y una dirigente creíble.

Su primer trabajo fue en Ferrocarriles Nacionales de México. Alicia vino de una familia de escasos recursos, su padre trabajaba en los talleres de esa institución, su madre Refugio Jara López, ama de casa, fue hija fuera de matrimonio del General Heriberto Jara Corona, destacado constituyente de 1917, quien nunca se preocupó por Refugio hasta muchos años después. Refugio mujer inteligente para su tiempo, se afilió en tiempos de Lázaro Cárdenas a la “Alianza Nacional Femenina”, este grupo fue de las primeras sufragistas en el país y siempre, a las reuniones de esta organización Refugio se llevaba a Alicia siendo una niña. 

Fue una lástima que Lázaro Cárdenas no les cumpliera lo prometido a estas mujeres desde 1938, argumentando que era más importante el petróleo que otorgarles el voto y que no quería a la ciudadanía enojada con él, ya que no se veía con buenos ojos que las mujeres tuvieran la calidad de ciudadanas.

Alicia fue la mayor de cuatro hermanos, gracias a su padre y a la necesidad de que ingresara un recurso más a su familia, entró a trabajar a Ferrocarriles Nacionales, por lo que tuvo que cambiar su turno en la preparatoria de San Ildefonso al horario vespertino. En la misma empresa conoce a su esposo, un hombre maduro y militante de su sindicato y del PRI; él la introduce a ese mundo apenas a los 19 años y ella deja la escuela; cuatro años después y con dos hijos muy pequeños se convierte en la primera Secretaria de Acción Femenil del Sindicato Ferrocarrilero, ahí se inicia en la lucha sindical y en la militancia política. 

En varios países se otorgó el voto a las mujeres por la fuerte lucha que dieron las sufragistas, México fue de los últimos países en lograrlo y el penúltimo en América Latina;  la coyuntura del cambio de gobierno de Miguel Alemán a Ruíz Cortines fue el momento preciso y acordado por los políticos de ese momento de incorporar a las mujeres a la ciudadanía ante la preocupación de no contar con los votos necesarios para que el partido oficial no perdiera el poder y no se fortaleciera la derecha en ese momento (PAN).

La estrategia de reconocer la ciudadanía a las mujeres inicia cuando el PRI convoca a un grupo de mujeres lideres que se comprometieran a lograr la voluntad de las mujeres de México y apoyar a Ruíz Cortines para que ganara las elecciones y él a cambio les otorgaría el voto. Entre las seleccionadas estaban Margarita García Flórez, Martha Andrade del Rosal, Aurora Fernández,  María Lavalle Urbina, Guadalupe Urzúa, Guillermina Yack, Carmen Araiza y Alicia Guillermina Sánchez Jara, provenientes de diferentes sectores económicos, campesinas, obreras, burócratas, ferrocarrileras, petroleras, etc. 

A estas mujeres las convocaron a una reunión con el entonces candidato a la Presidencia de la República Adolfo Ruíz Cortines y el acuerdo en corto fue organizar una gran reunión de 20 mil mujeres, en donde le pedirían que enviara una iniciativa de ley al Congreso de la Unión para reformar el artículo 34 y el 115 de la Constitución.

Estas mujeres organizaron su Plan de Acción para recorrer la república y convencer a muchas más, también a sus jefes y maridos. No iba a ser nada fácil, (fue un viacrucis) porque tampoco contaban con la voluntad política de muchos hombres, del partido oficial, de empresarios, de panistas, de socialistas, salvo algunos, pero sobre todo de la iglesia. Para lograr su misión lo más difícil  iba a ser que las mujeres asistieran a dicha reunión, en ese tiempo no se estilaba que las mujeres viajaran solas. 

La figura de Alicia Guillermina Sánchez Jara fue muy relevante por ser la ferrocarrilera; recorrió todo el país junto con Margarita García Flores, viajando en autobús, avión de hélices, tren, automóvil, caminando, y de esto hay infinidad de anécdotas; en los años 50’s no había mucha movilidad en el país, la participación de Alicia era fundamental por el  traslado de las mujeres en tren, por ser más barato y uno de sus  trabajos era  convencer a los lideres del sindicato ferrocarrilero de todas las secciones en el país para  tener las facilidades necesarias  para ello. 

Este plan de acción duro poco menos de un año, las campañas eran muy largas en esos tiempos y se puede dividir en cinco etapas: primero, cuando se concertó para lograr el convencimiento del candidato; segundo, el recorrido por toda la república para hablar y convencer a las mujeres y obtener la voluntad política y familiar de los hombres; tercero, el evento de 20 mil mujeres el 6 de abril de 1953, cuando Ruíz Cortines ofrece enviar la iniciativa al Congreso de la Unión; cuarto, la presentación de la iniciativa por parte de Ruíz Cortines ante el Congreso de la Unión el 9 de diciembre de 1953; y quinto, la publicación en el Diario Oficial de la Federación del 17 de octubre de 1953 de las reformas a los artículos 34 y 115 constitucionales, en donde las mujeres de México obtenían el voto.

En esa etapa de la lucha de las mujeres se dieron dos momentos muy importantes. Primero, en el evento del 6 de abril con 20 mil mujeres de toda la república, asistieron de todos los sectores productivos y de servicios, es decir obreras, campesinas, burócratas, maestras normalistas, mujeres de la izquierda como Frida Kahlo, María Esther Chapa, Nahui Ollin, Guadalupe Rivera, Lola Álvarez Bravo, además de muchas amas de casa. El evento fue muy exitoso y consolidó un gran esfuerzo de trabajo y compromiso. No participaron empresarias, esposas de empresarios, esposas de políticos, activistas que también luchaban por el voto para las mujeres pero que eran de la alta sociedad, voluntarias, profesionistas de ese momento, etc. Ellas hicieron su reunión aparte con el entonces candidato.  

Y segundo, el día de la discusión del dictamen de los artículos mencionados en la Cámara de Diputados, a pesar de que la fiesta era de las mujeres, en el hoy edificio del Congreso de la Ciudad de México, ubicado en Donceles y Allende en el corazón de la ciudad solo se les asigno un palco y toda la parte alta (galerías) de dicho recinto; las mujeres no estuvieron de acuerdo con esa decisión porque en el palco solo cabían 7 asientos. Esto fue muy reclamado pero la Gran Comisión, el órgano de dirección de la legislatura, no lo autorizo y no importó para nada el reclamo mencionado, esto orilló a que en el día de la sesión  se citó como de costumbre a las 10 de la mañana, pero las líderes entre ellas Alicia estuvieron desde las 6 horas, haciendo fila para estar en el grupo de las primeras 7. Eso era inadmisible pero así fue, ella si logro presenciar en el palco del recinto la aprobación de la iniciativa tan esperada, la parte alta del recinto se abarrotó de mujeres de todo el país.

Alicia Guillermina Sánchez Jara, tiempo después, se convirtió en maestra normalista y después Licenciada en Trabajo Social por la UNAM, siempre una luchadora social comprometida con las mujeres de México, con su partido el PRI y con su patria.

Esto es solo un relato de la participación de una gran mujer en la vida política y social de nuestro país, una gran historia a quién manifiesto mi respeto y cariño por su memoria. 

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