A pesar de haber asegurado que durante el presente sexenio no tomaría parte en la política, el hijo mayor del presidente Andrés Manuel López Obrador, José Ramón López Beltrán, participó este miércoles en una reunión de trabajo sobre recursos sociales federales.
El evento se llamó “Reunión Intermunicipal de Centros Integradores de Bienestar”. Estos centros son parte de la estructura de los Delegados Estatales de Programas de Desarrollo (apodados “superdelegados”), que, en representación directa del propio presidente controlan el flujo del dinero asignado a los programas sociales en los estados del país.
El gobierno municipal de Naucalpan divulgó en su cuenta de Twitter que su titular, Patricia Durán, se reunió “con funcionarios del Gobierno de México y alcaldes de la región para afinar detalles sobre los programas federales que beneficiarán a miles de naucalpenses”.
El texto va acompañado de una fotografía, en la que aparece López Beltrán, sonriente, como parte de los participantes, sin que se aclare si es uno de los “funcionarios del Gobierno de México”.
Ahora, para estar presente en una reunión de Centros Integradores de Bienestar, el hijo del presidente tendría que ser un presidente municipal o bien, funcionario de la Secretaría del Bienestar. No es lo primero, y lo segundo, que hasta donde se sabe no lo es, implicaría nepotismo por parte del presidente.
Su actividad más reciente, además del empresariado, fue participar en las campañas políticas de Morena el año pasado. Si López Beltrán estuvo en dicha reunión a título de integrante del partido, eso sería una falta a la ley electoral, que impide darle uso político a los recursos de programas sociales.