Hace 24 años en su libro “Entre la historia y la esperanza”, Andrés Manuel López Obrador acusó a Manuel Bartlett Díaz de estar implicado en actos de corrupción, relacionados con trabajos de urbanización y construcción en Villahermosa, Tabasco. Esto en un contexto, donde según sus palabras, los gobernantes parecían estar “poseídos de un desaforado afán de destruir, construir, volver a destruir para volver a construir”.
Denunció que a partir del sexenio de Mario Trujillo García al frente del gobierno de Tabasco, de 1970-1976, comenzaron los negocios al amparo del poder público, asociados al desarrollo de infraestructura en Villahermosa. Uno de ellos, la urbanización de unos terrenos propiedad de Manuel Bartlett, quien se asoció con el yerno del gobernador, para la construcción del fraccionamiento residencial Framboyanes, que se dividirían en partes iguales.
“En ese sexenio, por hablar sólo de un negocio, los terrenos de Manuel Bartlett Díaz, que había heredado de su padre, Manuel Bartlett Bautista, fueron urbanizados de una peculiar manera Bartlett hijo se asoció con el yerno de Trujillo, Ignacio Cobos, y ambos acordaron que éste se encargaría de introducir todos los servicios públicos (pavimento, agua, drenaje y energía eléctrica) y una vez concluido el trabajo se dividirían por mitad el nuevo fraccionamiento residencial Framboyanes Así ocurrió, pero claro está que todas las obras de infraestructura se hicieron con cargo al erario”, escribió López Obrador
En su edición del 18 de noviembre de 1995, el semanario Proceso reprodujo este, entre otros extractos del texto de López Obrador, en el cual hace un recuento de los que él considera los momentos más turbulentos en la historia de Tabasco, su estado natal.
En 2019, siendo López Obrador presidente de México, cambió radicalmente la opinión que en 1995 tenía sobre Manuel Bartlett Díaz. No sólo lo puso al frente de la Comisión Federal de Electricidad, sino que lo defiende públicamente de los señalamientos de que se le han formulado por acumulación de bienes inmuebles e incluso descalifica los trabajos periodísticos que al respecto se han hecho.
“Podría parecer una paradoja, un contrasentido, porque nuestros adversarios, los conservadores, los que se dedicaron a saquear, ahora son opositores y están queriendo confundir con el propósito de enrarecer el ambiente, hacer creer que todos somos iguales, cuando no es así. Todos estos reportajes tienen que ver con los grupos de intereses creados que lucraron durante los 36 años de la llamada política neoliberal, que no fue más que una política de pillaje. Entonces, por eso los ataques a Manuel Bartlett”, expresó el mandatario en su habitual rueda de prensa.
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