El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio por terminada la emergencia nacional dictada por Donald Trump para la construcción del muro de la frontera de ese país con México.
Biden escribió este jueves a los líderes del Senado y la Cámara de Representantes: “He emitido una proclamación que pone fin a la emergencia nacional declarada por primera vez en la Proclamación 9844 del 15 de febrero de 2019”.
El presidente argumentó que no tuvo méritos la declaración de emergencia nacional de Trump para disponer de recursos para el muro fronterizo. También dijo que su gobierno buscará “que no sean desviados más dólares de los contribuyentes para la construcción de un muro en la frontera”, además de que se realizará una “revisión cuidadosa de los recursos asignados o redirigidos a esa obra”.
Esta es una más de las medidas con las que Biden está revirtiendo muchas de las políticas impulsadas por su antecesor. Sobre el asunto de los migrantes, desde los primero días en que asumió el poder suspendió la erección del muro fronterizo, quitó el veto a la llegada de ciudadanos de países musulmanes y protegió a los jóvenes conocidos como dreamers.
En febrero de 2019, ante el rechazo del Congreso para concederle presupuesto, Trump, entonces presidente norteamericano, declaró una emergencia nacional para poder destinar recursos a una de sus principales propuestas desde su campaña electoral de 2016: el muro fronterizo.
Para intentar sostener esa declaración de emergencia nacional, Trump arguyó dos aspectos: una crítica situación de la inmigración y el tráfico de drogas. Desde la Casa Blanca dijo entonces: “Estamos hablando de una invasión de nuestro país, de drogas, de crímenes, de tráfico de personas. Voy a firmar una declaración de emergencia, como han hecho otros presidentes antes que yo por cosas menos importantes. Esto es algo muy importante”.
Entonces el jefe del gabinete de Trump, Mick Mulvaney, calculó que con la medida se podría disponer de 8 mil millones de dólares para dedicarlos a la seguridad de la frontera con México.
El 15 de febrero de 2019, Trump firmó la declaración de emergencia nacional con el siguiente dicho: “Si vamos a tener traficantes en áreas donde no hay barreras, entonces no vamos a poder hacer grande a Estados Unidos otra vez”.
En los días postreros de su gobierno, el 12 de enero pasado, Trump todavía viajó a Álamo, Texas, para supervisar la construcción del emblemático muro.
El 21 de enero pasado, tras la noticia de que Biden suspendía la construcción del muro y a pesar de que durante su gobierno fue muy complaciente con Trump (aunque antes había sido muy crítico y había protemtido que lo enfrentaría), el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo: “Lo del muro es muy bueno, porque yo les comentaba que todos los presidentes hacían su pedazo, su trecho de muro. Era así como manda, todos, demócratas y republicanos en los 3 mil 180 o 3 mil 200 kilómetros de frontera, considerando todo lo que incluye el río Bravo”.
Y concluyó su respuesta: “Entonces, el que diga el presidente Biden que ya no se construye muro, quiere decir que, en estos cuatro años, cero”.