¿El tamaño de las economías tiene que ver con su desempeño olímpico? No completamente, pero en el medallero de los Juegos Olímpicos, suelen empatar en el número uno y dos con el tamaño de las economías.
Es imposible olvidar cuando en la Guerra Fría se disputaba cuál era el mejor modelo económico, Estados Unidos o la URSS, o cómo ahora la principal ganadora de medallas es Estados Unidos, siendo la economía más grande y el segundo lugar de medallas es China, hoy la segunda economía del mundo.
Entonces, ¿por qué México siendo la 14ª economía estará en los últimos lugares del medallero de Río de Janeiro?
DEPORTE, NO SE VE EN PRESUPUESTO
En México, por más que se diga lo contrario, al deporte no se le toma en serio. No existe una política pública en favor del deporte. Basta ver cuál es su prioridad en el Presupuesto público: menos del 0.020% del PIB. Nada.
En nuestro país es ilógico que se imponga un impuesto a los refrescos y bebidas azucaradas, de un peso por litro, cuando ni siquiera está etiquetado un solo centavo para fomentar el deporte. Por esto, entre otras razones, tenemos la epidemia de obesidad y diabetes.
Más allá de las políticas y grillas de cada federación deportiva que han quedado expuestas, como país no tenemos infraestructura ni estímulo del deporte.
KPMG: 83% EMPRESARIOS, FALTA INFRAESTRUCTURA
La consultora KPMG acaba de lanzar un análisis con la percepción de cerca de 500 directivos de las empresas en México sobre los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
La encuesta arroja resultados claros: La abrumadora mayoría de 83% consideran que México no tiene un buen desempeño olímpico por la falta de infraestructura deportiva; 75% señala la falta de interés del gobierno; 72% por el poco presupuesto dirigido a la actividad física.
A los directivos de empresas, que buscan la eficiencia de sus negocios, se les preguntó si estuvieran a cargo de la comisión del deporte qué harían. El 91% aumentaría de inmediato el presupuesto para elevar la competitividad de los atletas.
CONADE, POCA CREATIVIDAD Y NADA DE PATROCINIOS
En México existen empresarios interesados en fomentar el deporte, e incluso hacen un trabajo más que encomiable en su estímulo. Pero es un trabajo individual, no forma parte de una política pública.
A la Conade (Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte), a cargo de Alfredo Castillo, le ha faltado creatividad para conseguir distintos financiamientos.
No creo como lo dijo Castillo que sólo sea una agencia de viajes para los deportistas, sino que debería ser una coordinadora de las federaciones, y ayudarles a tener financiamiento y enmarcarlas en una estrategia de política
pública.
¿Cómo es posible ver a Nike, Adidas y Under Armour, pelearse por financiar federaciones de otros países y no ver nada de eso en México, cuando dichas marcas tienen fuerte presencia y mercado en nuestro país? Ya ni se diga de la competencia que traen Visa y MasterCard, y que ha ganado Visa por patrocinar los Juegos Olímpicos.
Todo cae en nuestro mismo error. La falta de una política pública en favor del deporte, en el nulo interés por fomentarlo, en la carencia de infraestructura accesible, en la falta de acceso público y complejos deportivos, y en el olvido del alto rendimiento. El deporte debe ser esencial para la calidad de vida del mexicano. No lo es. Resultado: cero medallas de la 14ª economía del mundo.
BANXICO: RIESGOS; IFT: EL QUE LLAMA PAGA
Banco de México ve riesgos de desaceleración en la economía mexicana, pero aún no ve problemas inflacionarios, con todo y el aumento del dólar y de las gasolinas, todavía mantuvo en 4.25% su tasa de interés de referencia.
En ese sentido, el Instituto Federal de Telecomunicaciones aprovechó el momento y dio a conocer que el servicio de teléfonos celulares bajó 3.90% en julio. Y que por fin entra la reducción de las tarifas en llamadas que se hacen de teléfono fijo a celulares, el famoso el que llama paga, donde se reducirá 30% ahora en agosto. La baja en los precios de la telefonía va ayudando a la meta inflacionaria.
Este artículo fue publicado en Excélsior el 12 de agosto de 2016, agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.
