En otro de sus disparates diarios, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que durante su gobierno no ha habido homicidios de periodistas más allá de las circunstancias, lo cual hasta celebró. Además, el hombre que ha proclamado la igualdad como un valor, dice que en asesinatos de políticos hay unos que son más iguales que otros.
En una conferencia de prensa dedicada básicamente a la corrupción (el gobierno dice que sólo hubo… un caso), casi al final de la sesión el tabasqueño volvió a minimizar los problemas, en este caso sobre algo muy evidente: los asesinatos de periodistas durante su gobierno.
En la lista de logros de su sexenio, López Obrador expresó mientras golpeaba el atril: “Lo tercero que celebro (toco madera porque me faltan 20 días, 25) es que no hemos tenido asesinatos de periodistas, más allá de lo que las circunstancias, ¿no?, han ocasionado, ni de políticos”.
Por supuesto, no señaló cuáles fueron esas “circunstancias” que ocasionaron los crímenes contra los periodistas. Al respecto se debe destacar cuando menos una: organizaciones especializadas en derechos humanos y en libertad de expresión, así como instituciones como la relatoría en la materia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Parlamento Europeo, han hecho señalamientos muy claros y contundentes sobre los efectos negativos que la estigmatización que, en un contexto de violencia, se ha hecho de los comunicadores desde la conferencia de prensa presidencial, ya sea por el propio mandatario y en la sección “Quién es quién en las mentiras de la semana”, a cargo de Elizabeth García Vilchis.
Durante el sexenio del tabasqueño, etcétera ha registrado 80 crímenes contra comunicadores, lista que inició desde su primer día, el 1 de diciembre de 2018, con el homicidio de Jesús Alejandro Márquez Jiménez, en Nayarit. El crimen más reciente fue contra Alejandro Martínez Noguez, perpetrado el 4 de agosto en Guanajuato. La gran mayoría de ellos permanecen impunes.
Por su parte, la organización Article 19 ha reportado, desde el año 2000 y hasta la fecha, 167 asesinatos de periodistas por posible relación con su labor, de los que 47 (28 por ciento) han ocurrido en el gobierno de López Obrador, cifra en la que está a la par del de Enrique Peña Nieto y a un caso del de Felipe Calderón Hinojosa.
Es decir, en el gobierno de la “transformación” los asesinatos de periodistas se mantienen en el mismo nivel que en los anteriores gobiernos del PRI y del PAN.
Eso es lo que este jueves celebró López Obrador.
Respecto a los crímenes de políticos, para minimizar la violencia en su gobierno, al igualitario López Obrador sólo le importaron los grandes casos (una trampa que ya había utilizado su secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez), no los de nivel local, y hasta exacerbó ese “logro”.
“O sea, no hubo en la campaña un asunto como el de Colosio, ¿sí?, Ruiz Massieu. No se asesinó a un cardenal, no hubieron dos accidentes de dos secretarios de Gobernación… Bueno, lo de Ovando y Gil (en 1988, cuando López Obrador militaba en el PRI y calló como momia en ese momento, N. de la R.), terrible eso. No, eso lo debo de celebrar porque es un triunfo de todos, de todos, de todos”, dijo.
Añadió: “La gente que está inconforme se ha portado muy bien, ha actuado con responsabilidad. Nadie ha optado por la violencia. Y es un cambio profundo. No es cualquier cosa”. Cabe preguntar si para el macuspano los grupos delictivos califican como “inconformes”, lo cual es muy probable después de que, tras las elecciones de 2021, afirmó que se portaron bien.
Lo cierto es que en 2024 las cifras de violencia política fueron muy graves: así, por ejemplo, la organización Causa en Común registró 67 actores políticos asesinados, entre los que hubo 36 candidatos y aspirantes, 28 funcionarios de partidos y hasta tres candidatos que ganaron sus respectivas elecciones.
La mayoría de esos casos fueron a nivel local, los cuales le importan muy poco o nada al igualitario López Obrador, quien lo celebra.