jueves 21 noviembre 2024

Expatriados en nuestra propia patria

por Jesús Zambrano

El discurso presidencial repetido a coro por legisladores morenistas, diciendo que no acatará sentencias judiciales porque las modificaciones constitucionales que están acordando son un mandato del pueblo, es aterrador y escalofriante. Esa reiterada declaración es la confesión pública de que ellos no respetan ni respetarán el Estado de Derecho y que, en nombre del pueblo,  pueden hacer lo que quieran.

Al mismo tiempo, al 45% de las mujeres y hombres que no votamos por ellos nos despojan , de un plumazo, de nuestros derechos a opinar libremente y a actuar en consecuencia. La Presidenta de México nos expatria en nuestro propio país. No cabemos en su concepto de pueblo”, sino que somos traidores a la patria” y enemigos del pueblo”. En nombre del pueblo han usurpado el poder nacional y han asumido que la otra (casi) mitad de la población no existe o sólo está para obedecer.

Padecen el síndrome de las dictaduras y por eso ya dan por hecho que van a gobernar por 50 años, como lo declaró su coordinador tabasqueño en el Senado. Una de las pocas cosas en que AMLO no mintió fue que su gobierno significaría un cambio de régimen, y así fue, sólo que no para el fortalecimiento de la democracia y del desarrollo nacional. Esa es nuestra brutal realidad desde la cual debemos actuar.

En sentido contrario a quienes esperaban un giro de Claudia para alejarse de AMLO, está haciendo realidad  lo que ofreció: el segundo piso de su cuarta transformación”. Mismo lenguaje que niega la realidad, mismos estereotipos autoritarios para satanizar a opositores y críticos, esencialmente mismo de todo, aunque  más burdo y sin el empaque popular” de su jefe político real.

Mientras la atención de Sheinbaum se centra en destruir al Poder Judicial como base de la República Democrática el país se sigue pudriendo en la inseguridad, ya que los grupos criminales buscan afianzar su hegemonía militar, económica y política en los territorios que les fue  cediendo la impune  complicidad del anterior gobierno y que el actual continúa  .

Pararlelamente, en lugar de respetar y hacer respetar la Constitución y las leyes de ella emanadas, tal cual lo juró en su toma de protesta, ha querido cerrar la pinza de su proyecto de nación con un sello aún más autoritario: estableciendo en la propia Constitución Politica el llamado principio de supremacía constitucional” para que nada ni nadie pueda modificar nuestra Carta Magna ni echar para atrás sus actuales reformas. ¿Cómo se le llama a eso? ¡ Dictadura!

Yo he utilizado en anteriores artículos el concepto de democradura”, acuñado por el historiador y sociólogo francés Pierre Rosanvallon para caracterizar a los regímenes que tienen legitimidad democrática otorgada por las urnas y, al mismo tiempo, contienen rasgos evidentes de dictadura. Creo que en México cada día se acentúan más los rasgos de una  dictadura y nos alejamos de la legitimidad de ese 55% del voto popular obtenido el pasado 2 de junio.

Tenemos en el Poder a una especie de talibanes  que controlan la mayoría de las decisiones en la Presidencia y en las cámaras. Ellos nos han declarado expatriados en nuestro propio país.

No debemos permitirles que pisoteen la Constitución y el Estado de Derecho. No bajemos la guardia. No nos demos por vencidos ni nos inmovilicemos. Mantengamos en alto el optimismo histórico y mas temprano que tarde saldremos de esta pesadilla.

En este sentido es de reconocerse el anuncio de que la Corte de nuestro país declarará inválidas la mayoría de las reformas que tienen como objetivo anular el equilibrio de poderes.

Autor

También te puede interesar