Desde la noche del jueves 21 de septiembre, dos días del terremoto que afectó diversos estados del centro del país, se pusieron a circular varios videos en las redes sociales en donde se acusaba un presunto acaparamiento de víveres por parte del gobierno de Morelos, con fines políticos. Sin embargo, éstos cobraron más realce el día 22.
En uno de ellos, un hombre relató que el tráiler que conducía con varias toneladas de ayuda procedente de Michoacán, fue detenido por policías estatales en Cuernavaca, que no le permitieron llevar los artículos directamente a las comunidades afectadas, sino que “la orden” era llevar toda la ayuda a la sede del DIF de Morelos. Otro de los testimonios decía que dicha instrucción procedía de Elena Cepeda, esposa del gobernador Graco Ramírez y presidenta del DIF local.
El mismo 22 de septiembre adjunto a la difusión de este material, se creó en Twitter el hashtag #RoboComoGraco y de acuerdo con el sitio Trendinalia, que mide tendencias en las redes sociales, esta etiqueta permaneció como primer lugar en tendencias nacionales durante 18 horas del día 22 y estuvo entre los primeros 10 los días 23 y 24. El video en cuestión, se volvió viral.
Varios medios de comunicación y sitios de Internet reprodujeron esta versión y la dieron como cierta, sin realizar un trabajo de reporteo que permitiera confirmar o desmentir los hechos que se denunciaban. Tampoco dieron la misma cobertura a la postura del gobierno estatal, que se generó el mismo día 22 en una conferencia de prensa encabezada por el gobernador. Incluso en algunos casos ésta fue distorsionada para mantener la línea discursiva sobre el supuesto mal uso de la ayuda destinada a los damnificados.
El 22, la gran mayoría de los medios difundieron la denuncia inicial, pero hubo algunos como Proceso, La Jornada o Sin Embargo y sitios de Internet militantes como Regeneración o Revolución 3.0 que mantuvieron un seguimiento especial en esta entidad y en particular hacia la persona del gobernador morelense. Incluso dieron realce a reacciones que, en otras circunstancias, quizá no hubiesen considerado.
Dentro de las reacciones en Twitter, destacaron las de la actriz uruguaya, Barbara Mori y la actriz cantante pop, Belinda, quien hasta no hace mucho era artista exclusiva de Televisa. Ambas usaron sus cuentas de Twitter para denunciar el supuesto “robo” de víveres por parte del gobierno de Morelos. Tanto Regeneración como Revolución 3.0, destacaron las opiniones de Mori y Belinda, como si fuesen para estos medios unas voces autorizadas para estos sitios.
Regeneración, en su nota del día 22, dice: “Luego de ser exhibido por los ciudadanos y por famosas como Belinda y Barbara Mori, por acaparamiento de víveres, el gobernador Graco Ramírez tuvo que salir a dar la cara para garantizar que el reparto de la ayuda será transparente”. Revolución 3.0 hizo otro tanto, al igual que el portal Notigodínez, que también se asume como “alternativo”, destacan el hecho de que hasta “artistas de Televisa” reclamen a Graco Ramírez, “robarse” la ayuda.
Las piezas informativas que Sin Embargo, La Jornada y Proceso publicaron el 22, citaron que la versión del acaparamiento de ayuda, provenía de videos de las redes sociales. Ninguno de estos medios, con corresponsales en Morelos, les pidió cotejar la información. Simplemente la difundieron y ya; la versión del gobierno estatal fue citada, pero en forma circunstancial.
El articulista Raúl Rodríguez Cortés, en El Universal, en su colaboración del día 22, ya sacaba conclusiones, con apenas unas cuantas horas de circular los videos e incluso antes de que se volvieran virales. Escribió: “Los Indignados habitantes de Cuernavaca, muy dañada también por el terremoto, han publicado en redes sociales evidencia videográfica de cómo camiones con ayuda para pobladores del norte del estado son retenidos por la policía en la bajada de Chapultepec y Plan de Ayala, colonia Chapultepec, para que descarguen en el DIF estatal. Aseguran que la orden proviene de Elena Cepeda de León, esposa del gobernador de Morelos, Graco Ramírez. Y acusan que la intención es usarla en su momento, en apoyo a las aspiraciones políticas de su hijo, Rodrigo Gayosso Cepeda, líder local del PRD”. Sus “evidencias” para sus opiniones no aparecieron.
En el mismo tenor, se condujo la emisión matutina del programa “Panorama”, que se transmite en la estación local 106.1, operada por la Universidad Autónoma de Morelos y conducido por Jame Luis Brito, quien es corresponsal para varios medios de comunicación, uno de ellos Proceso.
La mañana del 22 comentó lo siguiente: “El Cinismo y mezquindad tienen nombre y apellido en Morelos; Graco Ramírez y Elena Cepeda y en conjunto con todo su gabinete, quienes el día de ayer protagonizaron un circo mediático para tratar de ocultar lo que la población ya sabe; y es el intento de acaparar la ayuda que viene de otros estados de la república con ciertos fines, tales como ponerle etiquetas para adjudicarse la ayuda de los otros estados”.
Dentro de la cobertura mediática del presunto mal uso de la ayuda en Morelos, destaca que el diario La Jornada, pese al cúmulo de información relevante que había a consecuencia del terremoto, como el rescate de víctimas o las necesidades de los damnificados, prefirió dedicar sus primeras planas de los días 24 y 25 al gobernador morelense. La del sábado 24 decía: “La esposa de Graco se apropia de los víveres para los damnificados” y en la nota central se citan exactamente las mismas versiones que ya habían circulado en las redes sociales, pero no hay testimonios adicionales que permitan corroborar la versión original.
La tarde del sábado 23, comenzó a circular en las redes sociales un nuevo video, éste grabado por el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, quien también denunció el supuesto desvío de la ayuda por parte del gobierno de Morelos, aunque aquí comenzaron las variaciones. Mientras la versión original decía que los brigadistas procedentes de Michoacán pretendían llevar la ayuda directamente a las comunidades (no se precisa cuáles), el prelado mencionó que el destino de los víveres era la sede Cáritas, en la entidad. Cáritas es una organización de la Iglesia Católica dedicada labores altruistas.
Sin reparar en ese ajuste de la historia, la denuncia del jerarca católico fue replicada por Proceso, Sin Embargo y La Jornada, pero una vez más, no recurrieron al reporteo para verificar la información.
Más aún, el 25 de septiembre, La Jornada dedica la segunda y primera plana a la acusación del obispo y la enfoca a la persona del mandatario estatal: “Desvía Graco más provisiones, acusa obispo de Morelos” y el sustento de la nota es exclusivamente el contenido del video.
Entre los pocos esfuerzos que se hicieron para equilibrar la información respecto a lo que estaba sucediendo en Morelos, se tuvieron en el programa de noticias de Ciro Gómez Leyva, en Radio Fórmula. A través del reportero Humberto Padgett, que en años anteriores hizo una serie de reportajes sobre la inseguridad en Morelos, estuvo en la entidad para investigar las denuncias que se hicieron en las redes sociales y confirmó que no existían evidencias del presunto acaparamiento o desvío de la ayuda humanitaria. Asimismo, Gómez Leyva destacó en la emisión del lunes 25 que desde el inicio del programa se quiso contactar una entrevista con el obispo de Cuernavaca, pero éste se negó a ser entrevistado.
Por otra parte, la cobertura de La Jornada llamó la atención dentro del mismo periódico. El colaborador Octavio Rodríguez Araujo publicó el día 28 un artículo donde cuestiona que unas denuncias en redes sociales, sin demostrarse a plenitud, hayan sido materia para dos titulares de primera plana en el rotativo. Criticó que el trabajo de su compañera la corresponsal Rubicela Morelos no haya sido acucioso para indagar y recabar sus propios testimonios que permitieran dar certeza a la información.
Rodríguez Araujo destaca que el sismo no haya servido para hacer una pausa en la lucha política: “Esta politización alcanzó también al periodismo, aun al nuestro de La Jornada, donde los dimes y diretes de las redes sociales le ganaron a la objetividad”, señala.
El autor pone el acento en el origen de la cobertura inusual hacia la persona de Graco Ramírez, en una coyuntura donde las prioridades informativas deberían estar en otra parte: “Un reportero o reportera no puede guiarse por sus fobias o sus filias, pues su labor es informar, no hacer propaganda contra un gobernador, pese a todos los defectos que éste y su administración puedan tener. Mejor que lo investigue y haga públicos sus hallazgos debidamente comprobados”.
En otro segmento de su artículo, resalta las omisiones que tal cobertura tuvo y que pueden ser clave para ubicar la probable procedencia del golpeteo contra Graco Ramírez, al cual aclara, está muy lejos de defender.
Destaca que Gabriel Rivas Ríos, quien encabezó a los inconformes que denunciaron el presunto desvío de víveres en las redes sociales, es ex perredista y ahora militante de Morena y del Frente Amplio Morelense, integrado por algunos empresarios, Antorcha Campesina, el rector de la UAEM, acusado de fraude. Todos ellos, precisa, por distintas razones están confrontados con el gobernador al igual que el obispo Castro, quien ya en marzo pasado había acusado a Graco Ramírez de recibir “moches” y cuando el corresponsal de El Universal, Justino Miranda, le preguntó si tenía pruebas de sus dichos, admitió que no.
El artículo de Rodriguez Araujo no deja lugar a dudas sobre cobertura politizada e intencionada sobre el presunto desvío de ayuda humanitaria por parte del gobierno de Graco Ramírez, el cual a la fecha sigue sin acreditarse.
Prueba de ello, es la nota de Proceso del día 24, firmada por Jaime Luis Brito, cuya cabeza dice: “Abuchean y lanzan mentadas a Graco, ciudadanos le exigen que no retenga ayuda”. Destaca que los hechos ocurrieron cuando el gobernador recorrió zonas afectadas por el sismo en Zacatepec, y lo increparon a las afueras del estadio Agustín Coruco Díaz, la obra más visible de su gobierno y la más cuestionada por organizaciones civiles.
“Además de mentadas y rechiflas, demandaron al tabasqueño (sic) dejar de perseguir a ciudadanos de otras entidades que llegan a Morelos con ayuda”, escribe el reportero, para quien los insultos al gobernador resultan más relevantes que las afectaciones mismas del sismo.
Dice Rodríguez Araujo en su artículo: “Un buen periodismo es el que no acusa sin pruebas, el que busca la verdad entre varias versiones, el que investiga lo que otros dicen o denuncian, el que presenta la opinión de unos y la de quienes discrepan sobre un mismo asunto, el que no toma partido por unos para desprestigiar a otros”.
Hasta la fecha, tanto Proceso, como La Jornada, Sin Embargo y portales secundarios que le acompañan, como Revolución 3.0, Regeneración, Notigodínez o DenunciaLeaks, no han hecho una investigación de fondo para comprobar o descartar si el gobierno de Graco Ramírez incurrió o no en el acaparamiento o desvío de ayuda para los damnificados. Renunciaron al periodismo para ser parte de una campaña de redes sociales.