Un nuevo “Frankenstein” político nació este martes 5 de septiembre, bajo la pretenciosa denominación de Frente Ciudadano por México.
Esto no es otra cosa que una alianza entre tres partidos, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, para ir juntos al proceso electoral 2018, que en su etapa federal comienza este viernes 8 de septiembre, mientras que en Veracruz dará inicio el 1 de noviembre. Y dicen que estarán unidos hasta el 31 de diciembre de 2024, fecha en la que concluiría, al menos en el papel, este acuerdo político.
Hay que precisar que no se trata de una coalición electoral sino, como su mismo nombre lo indica, de la figura de un frente, por medio del cual los partidos “buscan alcanzar objetivos políticos y sociales compartidos de índole no electoral, mediante acciones y estrategias específicas y comunes”.
Viendo a los integrantes del Frente Ciudadano por México, lo único que tienen en común PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, además de su ambición por obtener el poder y vivir del presupuesto público, es su abierta confrontación con el PRI peñista y el Morena lopezobradorista.
En el PAN, la desmedida codicia de los aspirantes a la candidatura presidencial tiene a ese partido, que tradicionalmente resolvía sus diferendos mediante acuerdos más o menos civilizados, al borde de un quebranto histórico.
La pelea entre calderonistas y anayistas llegó a su cenit con el albazo de los primeros para hacerse de la Presidencia de la Mesa Directiva del Senado en contra de las instrucciones del coordinador de su bancada, lo que a su vez tuvo como respuesta acusaciones de traición y cooptación por parte del régimen priista, mismas que el ambicioso dirigente nacional de Acción Nacional, Ricardo Anaya, ha buscado capitalizar, junto con las filtraciones periodísticas en su contra, para promover su personal aspiración de ser presidenciable.
A su vez, el PRD se desfonda inexorablemente ante el crecimiento del Movimiento de Regeneración Nacional, a donde están huyendo no sólo los perredistas, sino el cascajo que se desprende de todos los partidos, bajo el auto de fe en que la victoria de Andrés Manuel López Obrador y los candidatos de Morena en las próximas elecciones es un hecho, y por lo cual, están prestos para ponerse el hábito pejista con tal de no dejar de salir en la foto.
Sin duda el mayor beneficiado con la integración de este frente sin afinidad ideológica alguna es el dueño de Movimiento Ciudadano, el ex gobernador veracruzano Dante Delgado Rannauro. El revoltijo pan-perredista-dantista le brinda exposición nacional a un partido que se ha diluido al grado de estar al borde de la desaparición, y que de esta manera no solamente podría mantener su registro, sino postular candidatos propios al no existir compromiso electoral alguno con sus otros dos “compañeros de ruta”.
Y de paso, le servirá a Dante Delgado para vengarse del desdén del lopezobradorismo, que “le hizo el feo” a Movimiento Ciudadano.
El sistema electoral en México sigue siendo uno de los mejores negocios del mundo.
Solidaridad con Mussio Cárdenas
Desde este espacio expreso mi total solidaridad con mi amigo y compañero periodista Mussio Cárdenas, quien ha sido objeto de violentas y abiertas amenazas por causa de su labor informativa, que con gran valentía desarrolla en el sur del estado de Veracruz, una de las regiones más peligrosas para ejercer el periodismo en México.
Las agresiones contra los periodistas en la entidad continúan, grotescas e impunes, sin que autoridad alguna -ni federal ni estatal, mucho menos municipal- ponga un freno. La situación en el estado para el ejercicio periodístico libre se ha vuelto insostenible. Demandamos que se garantice la integridad física y la vida de Mussio Cárdenas.