Los acontecimientos recientes nos hacen dedicar esta entrega en exclusiva a la actual jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, cuya negligencia criminal ha costado otra vida.
El ejercicio de registro y memoria nos lleva a recoger cinco chingaderas cometidas por la actual jefa de gobierno, aspirante a la presidencia, para dejar en claro que no debe ser presidenta, ya que significaría la ampliación incalculable del desastre que ha provocado en el país la autodenominada Cuarta Transformación.
Este 7 de enero hubo una nueva tragedia en el metro. Mientras, Sheinbaum estaba en Morelia, en una de sus giras de promoción de fin de semana, en donde daría una “conferencia magistral” titulada “Políticas exitosas de gobierno”.
1.- Los 29 muertos del Metro
La negligencia criminal de Sheinbaum respecto al Metro capitalino, el sistema de transporte que más personas mueve, ha provocado la muerte de 29 personas. La última muerte se registró este 7 de enero de 2023, luego del choque de dos trenes de la Línea 3.
Los recortes presupuestales al mantenimiento, mientras el gasto ilegal en promoción personalizada crece son la causa.
La lista queda así:
Estación Tacubaya, 11 de marzo de 2020. Dos trenes chocaron de frente. Hubo un fallecido.
Puesto Central de Control del Metro, 9 de enero de 2021. Se registró un incendio inédito, que no solo afectó el servicio general durante días, sino que dejó heridos y una persona muerta.
Estación Olivos, 3 de mayo de 2021. El tramo elevado entre la estación Nopalera y Olivos colapsó. Hubo 26 muertos.
Estación La Raza, 7 de enero de 2022. Dos trenes chocaron. Hubo un fallecido.
A pesar de todo ello, el 20 de diciembre la morenista se atrevió a decir que “más que problemas”, lo que el Metro tiene es “una campaña en contra”. Naturalmente, respecto a todos estos casos, debemos resaltar la impunidad que ha cobijado a todos los responsables.
2.- #EsClaudia, la ilegal campaña
Prácticamente desde el día uno de su jefatura de gobierno, Sheinbaum ha estado luchando por colocarse como sucesora de Andrés Manuel López Obrador. Para ello ha gastado una ingente cantidad de recursos en acciones sostenidas de propaganda ilegal, que ella niega.
Podemos citar: sus viajes de fin de semana a otros estados para apoyar electoralmente a otros morenistas; su asistencia a asambleas partidistas donde la ovacionan como presidenta; la publicidad de sus informes de gobierno, tapizando la ciudad; entrevistas a modo, como la que le hizo la revista de El País; las bardas en todo el país con la leyenda #EsClaudia y más recientemente, los 700 espectaculares que diputados morenistas dijeron haber pagado ellos mismos para promoverla.
A ello hay que sumar el que Sheinbaum ha usado para su provecho la campaña de revocación de mandato de AMLO, los ataques de éste en contra del INE y su cercanía con personajes como Layda Sansores.
Al tiempo, durante sus cuatro años de gobierno, Sheinbaum ha recortado al metro una quinta parte del presupuesto.
3.- Ivermectina, la experimentación criminal durante la pandemia
En diciembre de 2020, el gobierno de Sheinbaum ejecutó un experimento médico con pacientes de COVID-19, mediante la distribución de 200 mil “kits” médicos conteniendo ivermectina, medicamento que ya entonces estaba desaconsejado para la enfermedad.
Con un gasto de un millón y medio de dólares, el gobierno de Sheinbaum quiso probar la eficacia del uso de este antiparasitario en la prevención de casos graves de COVID, e incluso, gente del gobierno publicó un estudio al respecto, cuya falta de ética fue denunciada por The British Medical Journal.
En diversos medios, el caso de la experimentación del gobierno de Sheinbaum fue comparado con los experimentos nazis durante la Segunda Guerra Mundial, ya que se recomendó a personas contagiadas con COVID que tomaran ivermectina, sin advertirles que eran sujetos de un experimento sobre la eficacia de la sustancia.
En diversos momentos, tanto Sheinbaum como funcionarios de su gobierno defendieron el uso de la ivermectina, aseguraron que existía evidencia científica al respecto y hasta fueron defendidos por el subsecretario Hugo López-Gatell.
Como es costumbre, Sheinbaum aseguró que se trataba de una campaña de “desprestigio” en contra de su gobierno.
4.- Los muertos del Colegio Rébsamen
El colapso del Colegio Rébsamen, que provocó la muerte de 19 niños y 7 adultos, es una de las imborrables tragedias del sismo de 2017.
La caída del inmueble dejó de manifiesto toda una red de corrupción que se remonta a los años 80, en el que Claudia Sheinbaum, cuando fue alcaldesa de Tlalpan, jugó un papel central, pues fue omisa en sus obligaciones de impedir que el Colegio siguiera operando en las condiciones que le llevaron a colapsar.
La propia Sheinbaum admitió la omisión el 26 de septiembre de 2017, en que dijo que, tras una revisión hecha dos meses antes los inspectores encontraron que faltaban algunos “aditamentos”, y se les dio tres meses de plazo para subsanarlos. La referida inspección no alertó de nada irregular. Dos meses después, el edificio caía sobre los niños.
Cabe señalar que Sheinbaum fue exonerada por la Procuraduría General de Justicia de la CDMX cuando ya era jefa de gobierno electa, bajo el falso argumento de que los jefes delegaciones no tienen atribuciones relacionadas con las construcciones.
Además, siendo todavía jefa delegacional, Sheinbaum ordenó reservar la información sobre la construcción y ampliación del Rebsamen.
5.- Cómplice en el atroz manejo de la pandemia
Durante toda la pandemia, la Ciudad de México se mantuvo siempre en el primer lugar de muertes y contagios a nivel nacional. Esto no es casualidad, sino resultado de la ineptitud y omisión de Sheinbaum en muchos niveles. Ella es cómplice del hecho de que México tenga 331 mil muertos, según cifras oficiales, aunque el número real sea de más del doble.
Recordemos que en cada ocasión en que AMLO desestimó la gravedad de la pandemia y se mofó del cubrebocas, Sheinbaum calló. Que cuando el presidente dijo que un amuleto lo protegía de la enfermedad, no dijo nada.
Que, en julio de 2021, en plena tercera ola, permitió que la ciudad siguiera funcionando sin restricciones.
Que el 13 de agosto de 2021 organizó la fiesta de los 500 años de la “resistencia indígena” en el Zócalo.
Que jamás aplicó una estrategia para romper la cadena de contagios, e hizo uso mediático de la pandemia para promover a su gobierno.
Claudia, ¿presidenta?
En repetidas ocasiones, Sheinbaum ha dicho que México está preparado para una mujer presidenta. Se ha convertido en una absoluta copia de AMLO, de quien recibe protección total e impunidad.
Sheinbaum ha usado a la capital como su plataforma de lanzamiento para la presidencia. AMLO la ve con buenos ojos, pues para él lo que importa es la continuidad y Sheinbaum, con su total sumisión, se la garantiza.
Pero ella no debe ser presidenta. Que ella suceda a AMLO solo significaría la profundización de la destrucción del país.
*ofv